Una Torre Eiffel (de armas) en Arabia Saudí

Una Torre Eiffel (de armas) en Arabia Saudí
13 julio, 2021 por Tercer Mundo

El reino del Golfo Pérsico es un consumidor masivo de armas de guerra. Con la invasión que encabeza en Yemen, España se convirtió en uno de sus principales suministradores de armamento.

Por Ina Robles para Público

En el año 2015, Arabia Saudí se convirtió en líder absoluto del ranking mundial de compra de armas, acaparando 12 por ciento del total del mercado global, frente a un cupo del 4,3 por ciento en el quinquenio anterior. Para el gobierno de España, no deja de ser una mera coincidencia que, justo aquel 2015, la coalición saudí comenzara su brutal campaña de bombardeos y asedio sobre la población civil de Yemen.

No lo verás en ningún gran medio de comunicación, porque Emiratos Árabes Unidos (EAU) da cobijo al Borbón exiliado y Arabia Saudí a las grandes empresas constructoras españolas, pero los ataques liderados por estos dos países han sumido a su vecino del sur en la mayor catástrofe humanitaria del siglo XXI. Cientos de miles de personas han sido asesinadas en Yemen desde el inicio del conflicto, la mayoría menores de edad. En su último informe, el relator de Naciones Unidas ha llegado a afirmar que, si no se toman medidas drásticas e inmediatas, morirán a causa del conflicto otros 400.000 niños y niñas menores de cinco años. Por supuesto, para el gobierno de España, estas muertes no tienen nada que ver con las armas que Arabia Saudita y EAU adquieren en el mercado internacional, pese a que ninguno de estos dos países es conocido por fabricar armamento dentro de sus fronteras.

España rey Juan Carlos Arabia Saudi la-tinta


Desde 2015, España ha suministrado a los países de la coalición saudí todo lo que podrían desear para masacrar a la población civil de Yemen por tierra, mar y aire: armas de mano, munición, vehículos militares, cañones, proyectiles de gran calibre, patrulleras, grandes buques de guerra, torpedos, misiles, aviones, bombas “inteligentes”… Y no solo se suministra el material, sino que, como parte de los contratos, el ejército español instruye a los soldados, marineros y pilotos que usan estas armas. La oposición frontal a este mercado por parte de las principales organizaciones mundiales de defensa de los derechos humanos está más que justificada, ya que, según la legislación nacional e internacional, es ilegal vender armas a países que podrían usarlas contra población civil.


Pero aquí es donde los acontecimientos dan un giro inesperado. Recientemente, la Secretaria de Estado de Comercio de España ha comparecido para explicar que es cierto que se vende toda esa cantidad de armamento a un país que solo tiene un conflicto bélico abierto, en el que se dedica a masacrar a la población civil de una nación vecina, pero seguidamente ha aclarado que justo las armas españolas no se están usando, que serán otras las que matan gente. Es decir que, cada vez que un soldado saudí instruido por el ejército español toma un proyectil, antes de dispararlo sobre un mercado, un hospital o un colegio, se asegura de que no tenga una etiqueta que diga “made in Spain”. La gran pregunta que surge tras estas declaraciones es, si no es para usarlas, ¿para qué compra Arabia Saudí todas estas armas?

Debido a la aplicación de Ley franquista de Secretos Oficiales, es imposible saber la cantidad total de armamento que se ha enviado desde España, pero organizaciones como La Guerra Empieza Aquí compensan esta falta de transparencia con un gran trabajo de campo. Esta organización, en concreto, ha contado, solo durante un año y solo en el puerto de Bilbao, 430 contenedores cargados en los llamados “barcos de la muerte” saudíes (cabe recordar que el conflicto dura ya seis años y que se envían armas habitualmente desde los puertos de Bilbao, Santander, Motril y Sagunto). Se calcula que esos 430 contenedores albergaban en su interior unos 280.000 proyectiles de gran calibre, con un peso total de unas 11.000 toneladas. Cabe imaginar que, tras devolver los contenedores a las consignatarias, las bombas, dado que no se van a usar, se vayan apilando unas sobre otras en un gran descampado. Teniendo en cuenta el excéntrico carácter de los dirigentes de las crueles monarquías absolutas de Oriente Medio, es totalmente factible que no se estén apilando de cualquier manera, sino de alguna manera a la altura de su megalomanía.

La Torre Eiffel pesa unas 10.000 toneladas, 1.000 toneladas menos que las bombas que se han enviado a la coalición saudí solo desde el puerto de Bilbao y solo en un año. No sería descabellado pensar que, en algún lugar cerca de Riad, haya algo parecido a una gigantesca Torre Eiffel construida con las bombas españolas enviadas durante seis años y desde los cuatro puertos. Podría ser uno de los edificios más altos del mundo.

Eso o el gobierno español nos miente y se están utilizando para masacrar a gente inocente.

España venta de armamento la-tinta

*Por Ina Robles para Público / Foto de portada: A/D

Palabras claves: Arabia Saudita, armas, España

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