Apuntes‌ ‌sobre‌ ‌la‌ ‌ley‌ ‌de‌ ‌cannabis‌ ‌medicinal‌

Apuntes‌ ‌sobre‌ ‌la‌ ‌ley‌ ‌de‌ ‌cannabis‌ ‌medicinal‌
11 mayo, 2021 por Redacción La tinta

¿Qué pasa en Córdoba desde la adhesión a la ley de cannabis medicinal? ¿Qué significa que la normativa fomente la utilización medicinal del cannabis y el autocultivo? ¿Qué tan accesible es? ¿Quiénes pueden cultivar y cómo? ¿Cuáles serán los nuevos problemas con la ley? ¿Qué es eso de registrarte en el Programa Cannabis? ¿Qué se criminaliza ahora? Conversamos con Nicolás Costamagna de la Asociación Edith Moreno Cogollos Córdoba.

Por Redacción La tinta

“Al principio, la Nona no quería saber nada con tomar el aceite de cannabis. Tenía dolores muy fuertes, le daban muchas pastillas por la artrosis, la artritis y otras enfermedades en los huesos. Mi vieja, contra la recomendación de sus hermanos que no querían saber nada por prejuicio y miedo, fue a una clínica donde investigaban, producían y comercializaban aceite de cannabis, consiguió y la Nona empezó a tomar las gotas y a estar mucho mejor”.

Esta historia no es una moraleja sobre el milagro cannábico. Es la experiencia de alguien que, primero por la moral y después por la ilegalidad, no puede acceder a un tratamiento para su salud. ¿Cuántas nonas tomando aceite de cannabis a escondidas conocemos? ¿Cuánto dolor corporal se necesitó para derribar los prejuicios conservadores? ¿Cuántos debates hubo con les médiques para que no rechazaran de plano su uso? ¿Cómo fue el derrotero para conseguir el aceite y a qué precio?

Después de casi siete meses de reglamentada la Ley de Cannabis Medicinal N° 27.350, Córdoba finalmente adhirió el miércoles 5 de mayo a la normativa que saca de la clandestinidad a usuaries por razones netamente medicinales. “Esta reglamentación viene a dar respuesta a quienes tienen una patología para la que el cannabis es necesario o es el último recurso. Se trata de tener derecho a elegir tu tratamiento y no terminar preso, aunque esto infrinja otra Ley de tenencia y tráfico de estupefacientes N° 27.737, que sigue estando vigente”, explica Nico.

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(Imagen: Luis Hidalgo/AP/CP)

Aprobada en 2017 durante el gobierno macrista, la ley habilitaba el uso del cannabis para enfermedades específicas. Con la reglamentación de noviembre de 2020, un agente de salud podrá prescribir el tratamiento con cannabis o derivados cuando lo crea adecuado.

Para quienes sólo tienen cobertura de salud pública, la reglamentación establece que se implementarán las medidas pertinentes para que el Estado provea la medicación de forma gratuita, siempre que haya indicación médica. Las obras sociales y agentes del Seguro de Salud del Sistema Nacional deberán proveer cobertura a sus afiliades.

El Registro REPROCANN vincula Estado-profesionales de la salud-usuaries-cultivadores. Así, quienes quieran cultivar para otres, individualmente o en asociaciones, pueden inscribirse en el registro. Él o la médica indican cuántas plantas va a necesitar, pueden ser hasta nueve en seis metros cuadrados.

¿Cómo me registro? Generás una cuenta en “Mi Argentina”, el perfil digital ciudadano, de nación, para gestionar trámites. Desde ahí, ingresás a REPROCANN y aparecen cuatro opciones que son excluyentes, si elegís una, no podés elegir otra:

—Persona en tratamiento con fórmulas de cannabis medicinal o su representante: se deberá indicar si el cultivo se llevará a cabo en tu domicilio, si cultivarán terceros o una ONG.

—Cultivo o tenencia de plantas o derivados del cannabis para uso medicinal: les cultivadores podrán buscar pacientes que hayan indicado que les cultivarán terceros.

—Médico, profesional de la salud que prescribe el cannabis con fines medicinales: este deberá indicar dónde se llevará a cabo el cultivo, vinculando a les usuaries con les cultivadores.

—ONG vinculadas a la salud: las organizaciones no gubernamentales pueden buscar pacientes que hayan indicado que les cultivarán ONG.

Una vez que le profesional de la salud realizó las vinculaciones correspondientes, se aprueba el estado de la solicitud, pudiendo entonces descargar el certificado. Podrá inscribirse en el REPROCANN quien cuente con indicación médica y haya suscripto al consentimiento informado.

Si bien es un gran avance, “casi todas las asociaciones coincidimos en que sigue estigmatizando y sigue siendo acotado”, dice Nico. Por un lado, porque es para uso medicinal, no recreativo, y sólo para quienes estén registrades. Por otro lado, porque inscribirse puede traer problemas, “incluso laboralmente te puede perjudicar porque sigue siendo tabú, aunque no sea para vos y le cultives a otra persona”. 

En cuanto a la criminalización, el registro despierta dudas. Nico hace un paralelismo con Uruguay, donde bajo el gobierno de Lacalle Pou “la policía accedió al registro y tomó a las personas como posibles infractores de leyes o criminales. Primero, juzgan por estar en el registro y después investigan”. Un registro trasciende la burocracia y puede ser fácilmente “una herramienta de control y opresión” a nuestras libertades.

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¿Cómo cultivar si la semilla es ilegal? Como respuesta, los ministerios nacionales de Salud y Agricultura, con la intervención del Instituto Nacional de la Semilla, anunciaron el 28 de abril la creación de un registro de semillas para su comercialización. Se podrá acceder legalmente a semillas certificadas o quien tenga ejemplares podrá presentarlos para su certificación. Para efectuar una compra legal, deben inscribirse en el REPROCANN.

La normativa señala la articulación con actores clave involucrados en la temática y con usuaries de cannabis para el diseño de estrategias de capacitación y promoción del cuidado integral de la salud, así como el impulso a convenios con Universidades, organizaciones especializadas y centros de capacitación, para incorporar formación sobre “el cuidado integral, la mejora de la calidad de vida, los beneficios y riesgos que implica el uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados”.

“Las agrupaciones hemos dado un montón de talleres, hemos brindado información y capacitado gente” -cuenta Nico- “Hoy muchas nos vemos laburando con el Estado, siendo el nexo entre el privado y el Estado, formando asociaciones cooperativas, trabajo en pequeñas chacras exclusivas de cannabis”. Esto abre nuevas posibilidades de trabajo: “En dos hectáreas de cultivo medicinal, se necesitan ocho personas trabajando fijas, y más para la cosecha, al lado del campo que conocemos, donde, con suerte, hay tres personas laburando”, señala.


La mayoría de las asociaciones está formada por cultivadores que se capacitaron en la clandestinidad durante años y tienen un conocimiento particular de la planta que no lo tienen les profesionales universitaries. “Tenemos una información muy avanzada, entonces, una persona que se recibe mañana de farmacéutica, se junta con dos cultivadores que ya tienen el conocimiento y saca una fórmula magistral para el aceite de cannabis” –explica- “pero si tiene que ponerse a cultivar, va a estar diez años. Ellos creen que les va a costar muchísimo desarrollar este conocimiento, pero nosotros venimos haciendo eso hace años”.


“Las organizaciones hoy volvemos a las bases, nos abrimos a las madres, les mostramos el camino, les enseñamos a cultivar, las apoyamos en la lucha, logramos algo para ellas y ahora lo que pedimos es que tenemos que continuar la lucha, porque sigue habiendo presos por plantar, queremos libertad para el que cultiva, despenalización o legalización total del uso de la planta”, concluye.

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: AS.

Palabras claves: argentina, Ley de Cannabis Medicinal, Registro del Programa de Cannabis REPROCANN

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