Nevenka, sobreviviente de un acoso
La historia de Nevenka Fernández se ha convertido en una serie documental. Denunció hace 20 años al alcalde de Ponferrada por acoso sexual. La serie reconstruye el proceso judicial, social y mediático al que fue sometida.
Por Lucas Gatica para La tinta
“A mí no me acosa nadie si no me dejo. Nadie”, quizá sea una de las frases que mejor resume el juicio social y mediático al que fue sometida Nevenka Fernández. Fue víctima de acoso y así lo reconoció un juez, pero la calle y la sociedad la señalaban como culpable desde el principio. Fue, sin saberlo, la precursora del me too en España.
Era concejal del Ayuntamiento de Ponferrada hace dos décadas, cuando gobernaba el alcalde del Partido Popular (PP), Ismael Álvarez. Lo denunció y, por primera vez en el país, un político fue condenado por acoso sexual. Aquella fue una sentencia pionera y causó un gran impacto. Un poco olvidada por culpa del tiempo, vuelve al debate público gracias a la mini serie documental. Así, se ha vuelto a hablar sobre el caso por esta recién estrenada serie que rompe décadas de silencio.
“Durante los primeros meses, la relación con mis compañeros del grupo municipal llegó a ser de amistad. Muy pronto, el alcalde de esta ciudad, Ismael Álvarez, quiso ir bastante más allá. Es a partir de ese momento que empieza para mí un infierno”, fue parte de la declaración que dio en su día Nevenka, en una conferencia de prensa para comenzar la denuncia contra el ex alcalde de Ponferrada.
La historia se enfoca en cómo la joven promesa de la política ponferradina es contactada porque encaja en un perfil que el PP de la ciudad necesitaba para impulsar su gestión de cara al siglo XXI. Este proyecto ilusionante para Nevenka se convierte en una pesadilla cuando el alcalde y mandamás del PP local, Ismael Álvarez, empieza a extralimitarse y abusar de ella.
Una de las imágenes más vergonzosas que muestra el documental es la de todos los concejales y concejalas del PP cerrando filas y defendiendo a su alcalde, encubriendo lo que sabían y negando lo evidente. Álvarez sigue sin pedir perdón y tampoco ha reconocido los hechos.
Además de centrarse en los pormenores del caso, la mirada del documental se posa en las conversaciones de la época: cómo todas las miradas de la política de Ponferrada estaban puestas en la joven concejala. En la toma de posesión, se palpa claramente la atmósfera: una joven atractiva que simboliza la modernización, al menos, pour la galerie; las miradas que recibe y que parecen un augurio de lo que vendría.
La Justicia funcionó porque el acusado fue condenado, pero fue una condena muy blanda. No estuvo en la cárcel, tan solo tuvo que pagar una multa de risa. Pudo volver a presentarse a las siguientes elecciones, siguió su vida normal en la ciudad y sigue siendo hoy un orgulloso empresario local. En cambio, Fernández tuvo que exiliarse y hace más de dos décadas que vive en otro país.
Nevenka puede verse con nueva luz a partir de los acontecimientos que vienen ocurriendo en el mundo gracias a la lucha y el empoderamiento feminista, partiendo de la perspectiva de la propia protagonista. Así, el punto de partida es el testimonio de Fernández para bucear en su pasado que interpela a la ciudadanía española sobre la conducta colectiva de aquellos días.
En definitiva, la serie cuenta lo que ocurrió, cómo reaccionó la sociedad y cuál es y fue la óptica de la protagonista y de los actores involucrados. Un testimonio de superación y optimismo que se envuelve en una sociedad española bastante diferente a la de hace veinte años.
Veinte años después, se la ve estremecerse y llorar al recordar la historia en la que se vio involucrada con tan solo 26 años. Aunque dos décadas después, también, ya no se siente tan sola.
*Por Lucas Gatica para La tinta.