8M: la potencia de la huelga transfeminista y transfronteriza

8M: la potencia de la huelga transfeminista y transfronteriza
8 marzo, 2021 por Redacción La tinta

En el 5to Paro Internacional de Mujeres, Lesbianxs, Trans, Travestis, No binaries, Intersex y Bisexuales, volvemos a las calles con una amplitud de demandas y reivindicaciones. Conversamos con Verónica Gago sobre algunos de los puntos nodulares de la huelga transfeminista y transfronteriza desde este sur del mundo.

Por Redacción La tinta

Esta nueva huelga transfeminista y transfronteriza congrega demandas amplias y diversas: algunas tienen bases históricas que aún nos reúnen en un grito de rabia por nuestros derechos y existencias; otras son parte de la complejización del movimiento feminista, que en los últimos años abrió más y nuevas preguntas. La masividad de la marea verde trajo una politización de los deseos y las sexualidades siempre en vinculación con cuestiones coyunturales. 


Desde los sures y a escala global, los feminismos reconstruyen un nuevo sujeto político y dan lugar a un nuevo protagonismo desde las calles y en los territorios. Enuncian y hacen concreta una experiencia revolucionaria que disputa todos los sentidos sobre el mundo y lo que acontece en él. 


El diciembre que pasó -y que atesoramos en nuestra memoria de lucha para siempre- nos encontró celebrando el aborto legal, un derecho conquistado con años de lucha y con los dolores de miles de mujeres y personas gestantes. Los barbijos no tapaban la felicidad de los rostros, que se reflejaba entre las miradas de esa vigilia histórica. Descansamos en esa celebración, con la certeza de que no podemos abandonar las calles, en un contexto de contraofensiva conservadora y femicida. 

Verónica Gago, activista feminista investigadora, docente y autora de «La potencia feminista” y «La razón neoliberal», ha reflexionado extenso sobre el modo en que las violencias económicas se anudan en la violencia machista y femicida. El ejemplo más llano son las maquilas en México: desde Ciudad Juárez se expande un laboratorio social y político, que hace del cuerpo de una, un cuerpo común donde se inscriben las múltiples violencias. 

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(Imagen: FM La tribu)

Para la autora, la huelga es un concepto y una experiencia colectiva. Es instrumento político que nos permite visibilizar los trabajos precarios -que son la clave y la base de la explotación laboral actual- y los trabajos domésticos -que son la base histórica de la estructura del capital-. El paro mapea los modos no reconocidos ni remunerados en los que producimos y a la vez, es un horizonte significativo. La huelga como experiencia colectiva delimita un diagnóstico de la crisis pandémica y pone en evidencia las violencias económicas, financieras, políticas, institucionales, extractivistas, coloniales y sociales. Paramos y trastocamos la temporalidad. Y nos preguntarnos: ¿Qué significa parar para cada realidad diversa? ¿Cuál es tu huelga?.

Gago, en diálogo con La tinta, pone de relieve algunos de los puntos nodulares de este 8M, los cuales están reflejados en un documento que han acordado muchisimas organizaciones, colectivos y espacios de todo el país, denominado 8M 2021 – Pliego de demandas del Paro Internacional Feminista. 

Un eje central es la cuestión del trabajo, la precarización y en particular la súper explotación del trabajo doméstico y de cuidados. Durante todo el año de pandemia, se ha ido construyendo un diagnóstico, acompañado por varios y extensos debates sobre lo que significa este trabajo esencial de cuidados. También se ha resistido desde las organizaciones feministas y se lo ha reivindicado y homenajeado pero sin que esté acompañado de salarios y derechos. La necesidad del reconocimiento, de la valorización y de la salarización es urgente. La traducción en ingresos del enorme esfuerzo de trabajo gratuito e hiper precario que se ha desplegado para sostener este año de crisis y que sabemos que va a seguir siendo así durante este 2021, es un reclamo que se profundiza”, afirma la entrevistada. 

El cupo laboral travesti-trans se ha incluido como una demanda de primer orden así como el reconocimiento salarial de las promotoras territoriales y de género, que están a cargo de los programas que tienen que ver con las violencias. El reclamo sigue siendo por una política integral de cuidados. La desigualdad aumentó en todo el mundo, y la crisis sanitaria dejó en evidencia la esencialidad de los trabajos de cuidados, y la hostilidad para quienes ponen sus cuerpos en sostener las economías domésticas. 

Para la entrevistada y activista, el segundo eje central tiene que ver con las violencias machistas, que están directamente relacionadas con el eje anterior. Para ella, una clave central a tener en cuenta, es cómo no recortar y entender la relación que hay entre el aumento de las violencias y esta enorme precariedad y crisis económica. La comprensión corpórea de la violencia neoliberal es concreta y es una experiencia cotidiana de despojo, precarización y explotación. Para Gago, estas violencias funcionan como engranajes directos con las violencias machistas. 

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(Imagen: Centro Cultural Kirchner)

En lo que va del año, desde el Registro Nacional de Femicidios del Observatorio Mumalá, han contabilizado 69 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, de las cuales el 17% fue a manos de hombres que pertenecían a las fuerzas de seguridad. En nuestra provincia, ya van 8 femicidios. Ayer domingo se marchó en la localidad de Malvinas Argentinas para pedir justicia por Katherine Saavedra, atropellada por su pareja quien se encuentra detenido. La joven ya lo había denunciado por violencia. El hartazgo en estos meses, escala cada día más, y se replican marchas en cada lugar donde ocurrió un femicidio. 

Por esto, una de las consignas de este año, que aparece con mucha pregnancia, está centrada en la exigencia de una reforma judicial feminista, junto con el pedido de garantización de la paridad en la justicia y la efectiva aplicación de la Ley Micaela, sancionada ya hace dos años. No sólo se pide mayor presupuesto, sino puntualmente una Ley de emergencia nacional.

“Sobre la reforma judicial por un lado hay un debate experto sobre qué debería implicar una reforma judicial. Y por otro lado, estamos viendo que esa consigna está abriendo un debate sobre la opacidad y la impunidad de ese poder del Estado. Creo que nos permite ir cada vez más a fondo y profundizar cuáles son los mecanismos concretos de esa impunidad, ahí hay mucha información concreta, desde quienes hacen las denuncias y no se las toman hasta los recorridos burocráticos que se hacen frente a las distintas denuncias. La no atención a las amenazas de letalidad, etcétera, etcétera. Todos síntomas de la justicia actuando como justicia patriarcal. La consigna es importante, nos queda por delante construir y profundizar qué significaría una justicia de otro tipo y en qué sentido es la justicia debe ser feminista”, detalla. 

Volvemos a tomar impulso cada vez, en medio de un planeta herido que se reconfigura geopoliticamente en una batalla que parece tener como botín de guerra a las vacunas y una promesa de salud. Nosotras y nosotres hemos sido botín desde los comienzos y entonces evocamos, deseamos y conjuramos contra los destinos que nos quieren calladas y entumecidas. Volvemos, cada día, a re enlazar rebeldías en las asambleas, en las organizaciones, en los sindicatos, en las casas, en las veredas de los barrios, en el campo. Tramamos feminismos y volvemos a poner en el centro de nuestras demandas los femicidios y la precariedad de la vida. Y seguiremos gritando que ¡Vivas, libres, con tierra, con vivienda y desendeudadas nos queremos! 

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Centro Cultural Kirchner.

Palabras claves: Paro Internacional de Mujeres Lesbianxs Trans Travas No Binaries Intersex y Bisexuales, Reforma Judicial, Verónica Gago

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