Fotogalerías de Verano: incendios en Córdoba
Rebrotar
En una casa amarilla
rodeada de montes negros
que antes fueron verdes
dicen que sin viento ni nada
empezó a entrar por aquel cerro.
¿Cómo puede ser?
Eso lo han prendido,
dicen.
Y recuerdan
las llamas quemándoles las horas
el humo arrastrando los kilómetros
sus manos peleándole al viento
su desesperación a la ausencia de gobierno.
Hay un tenue olor a quemado
más bien una brisa,
una huella de fuego en el tiempo.
Un par de vacas deambulan
entre el sembradío crujiente
otras cinco yacen muertas
bajo un monte de acacias.
Unas urracas gritan
en un molle superviviente
flores amarillas permanecen
en espinillos de tronco desnudo
y un arroyo hace silencio
en un hueco de tierra seca.
Arriba en el llano
la paja brava asoma
como lunares verdes buscando agua
la tierra erosionada se eleva
en remolinos de ceniza buscando cielo
y los jotes vuelan bajo buscando la muerte.
El sol se estampa
sobre incendios y pandemias.
Es un medio día caluroso
en un planeta negro.
Y sin embargo,
una especie de paz
un paisaje que encaja
como una pieza de rompecabezas
con nuestro pecho hecho cenizas
unos brotes sentenciando
que la vida permanece
más allá de nuestros virus y nuestras despedidas
unas nubes que se intuyen en el horizonte
avisando
que ya es tiempo de lloverse
ser agua
ser tiempo
rebrotar.
*Por Redacción La tinta / Fotografías: Ana Medero y Ezequiel Luque para La tinta.