Diversidad de voces en la dificultad

Diversidad de voces en la dificultad
8 octubre, 2020 por Redacción La tinta

Por Colectivo Radio Los Inestables para La tinta

Comunicar para qué

¿Por qué los medios comunitarios no somos esenciales en este contexto de pandemia? ¿Por qué los grandes medios pueden continuar con su labor de comunicar y nosotros, como dispositivo de radio en salud mental, nos encontramos en la dificultad de poder hacer llegar nuestras voces?

Esta pandemia nos ha afectado como personas, en nuestros vínculos, en nuestra cotidianeidad, en nuestras formas de comunicarnos, abrazarnos, sentirnos cerca el une del otre.

Radio Los Inestables es un dispositivo en Salud Mental que apuesta fuertemente al derecho a la comunicación. En abril, cumplimos 10 años de lucha y compromiso, siempre construyendo y transformando nuevas formas de ejercer este derecho. Formamos parte también del Colectivo Organizador de la Marcha por el Derecho a la Salud Mental desde sus inicios y, hoy, estamos diciendo “2020: Ni un paso atrás. La urgencia es construir en comunidad».

Diez años como dispositivo de Radio y siete años como organizadores de la marcha, intentando construir sentidos diferentes respecto al concepto de salud mental -que no es enfermedad-; respecto al sentido de comunidad, que es, básicamente, poder mirar al otre, y fíjense bien que decimos mirar y no solo ver.

¿Comunicar para qué? Para que las voces de las personas usuarias de los servicios de salud mental puedan llegar más allá de los muros, no solo los de concreto, los sociales y culturales también. Es por esto que esta nota tiene las palabras de ellas, que tienen tanto por decir. Porque somos el colectivo “Radio Los Inestables», pero también cada integrante tiene su mirada individual, tiene su historia, sus procesos y porque de eso se trata la comunicación: comunicar a través de una pluralidad de voces que nos permita ver la realidad desde diferentes puntos de vista.

Qué sí podemos en este mientras tanto

Con la radio, funcionábamos habitualmente en el internado del Neuropsiquiátrico Provincial de Córdoba y en espacios públicos. En el Neuro, se suspendió el funcionamiento de los talleres, mientras que, en espacios públicos, no podemos funcionar, ya que no están permitidas las actividades de este tipo. Por otro lado, como no tenemos estudio propio, no entramos como “servicios esenciales” de comunicación que podría regular el COE como lo hace en los estudios de radio.

Esto nos deja frente al desafío de sostener nuestras acciones solo a través de medios virtuales. Sin embargo, la pandemia puso en evidencia las barreras de conectividad y de accesibilidad de las personas usuarias de salud mental: la gran mayoría de les participantes de la radio no tienen acceso a computadoras, a teléfonos celulares, buena conexión a internet o los conocimientos técnicos para utilizar estas herramientas. Aquí aparece una barrera fundamental vinculada a la alfabetización digital, que se vuelve aún más difícil en el caso de personas que no cuentan con alfabetización primaria. 

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Encuentro de les participantes de Radio Los Inestables en contexto de pandemia, a través de conexión a internet. A les participantes que no pueden acceder a internet, les llamamos por teléfono y desde ahí participan. (Imagen: Radio Los Inestables)

Estas barreras no solo obstaculizaron el derecho a la comunicación, sino también la posibilidad de participar de dispositivos alternativos en salud mental, de sostener redes vinculares, continuidad de cuidados y accesos a la salud integral. Es por esto que creemos que el derecho a la comunicación está fuertemente vinculado a la posibilidad de ejercer otros derechos como el derecho a la salud, a la educación, al trabajo, a una vivienda. Además, el no acceso a la comunicación dificulta visibilizar o hacer públicas situaciones en las que no se cumplen los derechos, rol fundamental de Radio Los Inestables.

En nuestros encuentros virtuales, con las personas usuarias que han podido acceder en este tiempo, hemos debatido mucho sobre todas estas barreras y, principalmente, sobre cómo la pandemia ha agudizado problemáticas pre-existentes. Es por esto que les hemos preguntado a les participantes de la radio qué quieren comunicar sobre lo que estamos viviendo:

“Posiblemente, esta dificultad de alojamiento, porque no es más que eso, de espacio físico, en realidad, está fortaleciendo otro tipo de identidad; por ejemplo, nos estamos comunicando desde lugares muy diversos, digo el espacio físico, y eso que yo no uso mucho la tecnología y me cuesta el teléfono (…) Redondeando, sería… voces en la diversidad, yo pondría… usaría esa palabra: ‘Voces’, ‘diversidad’, ‘integralidad’, ‘integrando’, una cosa así (…). Y podría agregar ‘En la dificultad de la pandemia, nuestras voces cada vez más fuertes’ o ‘Ante el desalojo, seguimos haciéndonos oír o encontrando lugar’”. Integrante de Radio Los Inestables.

Cuando hablamos sobre el panorama en salud mental en nuestra provincia, pero, sobre todo, en el Neuro, lugar donde las personas usuarias solían encontrarse y debatir sobre las problemáticas que estaban sucediendo, una de las integrantes de la radio solicitó la palabra:

“Yo lo que diría o lo que hablaría o miraría sería… ¿por qué tanta maldad con los usuarios? Por qué no nos dejan disfrutar de los talleres, por qué siempre tiene que ser contra el usuario… si nosotros vivimos por ustedes, los talleristas… qué se yo, decirle a la directora que no haga más daño: cerrando los talleres nos hace daño, despintando las paredes nos hace daño. Entonces, ¿qué es eso? ¿A dónde quiere llegar? Eso es lo que yo diría… porque los talleres de salud mental son necesarios. Ahora, nos quitó Kinesiología, después, nos va a quitar el patio, hasta que vamos a ir a parar a la plaza, chicos… Entonces, ¿por qué se ensañan con el usuario? Yo hablo como usuaria… es muy triste esto, yo quiero que ustedes me ayuden a decirlo en dos o tres palabras: maldad contra los usuarios”. Integrante de Radio Los Inestables.

Y cuando hablamos del derecho a la comunicación, hablamos de la interdependencia e indivisibilidad respecto a otros derechos humanos. Ningún derecho puede disfrutarse a costa de otro derecho, no se puede prescindir de ninguno:

“Yo quería comentar algo de lo que me pasó a mí este año. Yo, este año, gracias al certificado de discapacidad, pude bañarme en la pileta de General Paz y se nos venció el pase a la pileta… Y yo tenía que hacerme un examen del corazón y yo fui al doctor clínico de allá y me dio para una ergometría, pero ya estábamos todos en cuarentena así que no pude hacerla. Y cuando iba al Neuro, participaba de las reuniones de Confluir y todo el tiempo hablando de que iban a borrar los murales… y yo ya veía la cosa bien fea, digo acá hasta van a trasladar a los pacientes y van a hacer hospital para que entre gente del COVID. Y, en realidad, como está creciendo, en una de esas, los trasladan a todos a Oliva y ahí atienden pacientes por COVID… así que nos espera una cosa bastante fea…”. Integrante de Radio Los Inestables.

No solo se cerraron los talleres, también estamos hablando de las dificultades que se presentan a la hora de recibir otro tipo de atención en salud, el acceso a medicación u otros tipo de estudios, situación que se ve agravada en este contexto, pero que ya venía siendo denunciada desde antes. No se trata de que la pandemia provocó esto, sino de que se agravaron situaciones ya existentes, que dejan al desnudo las políticas en materia de salud mental que hace años se vienen implementando en la provincia.

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(Imagen: La tinta)

¿Qué es lo esencial que no puede dejar de estar?

Cuando hablamos de “cerrar el Neuro”, no estamos hablando de ajuste, no estamos hablando de achique en políticas de salud mental, estamos hablando de desmanicomializar, estamos hablando de convertir esas instituciones en lugares que respeten los derechos de las personas, sin vaciar el hospital público. “Cerrar el Neuro” es terminar con una lógica centralizada de atención para expandirla y transformarla en otro tipo de redes. Estamos hablando de hacernos una pregunta tan importante como: ¿qué hay que abrir para poder cerrar el manicomio?

Hablamos de dispositivos comunitarios, integrales, como lo plantea la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, que son justamente los que se han cerrado a partir de esta situación de pandemia. En este contexto, la estrategia de atención se centró solo en guardia e internado de hospitales monovalentes, se cerraron camas de salud mental en hospitales generales, se desarticularon dispositivos sustitutivos y equipos de atención comunitaria, se suspendió el funcionamiento de talleres y espacios participativos. Lo único que se dejó fue una atención manicomial y de “urgencia”, entendiendo la urgencia como medicalización e internación. Todo lo demás se cerró, todo el camino realizado en estos años se inhabilitó.

Entonces… ¿qué es lo urgente en salud mental?

Queremos que aparezcan nuevas formas de entender y acompañar, otros sentidos que deben ser construidos socialmente, escuchar verdaderamente la diversidad de voces, la dificultad radica no solo en este contexto excepcional que en algún momento terminará, sino en nuestra capacidad de transformarnos como sociedad.

*Por Colectivo Radio Los Inestables para La tinta. Foto de portada: Mural colectivo realizado en el año 2012 por participantes de Radio Los Inestables en el patio del Hospital Neuropsiquiátrico Provincial. En marzo de 2020, todos los murales del hospital fueron blanqueados por normativas de la Dirección. Este mural también ha sido tapado por la pintura blanca con que el manicomio pretende homogenizar, disciplinar y arrasar las expresiones y subjetividades de las personas usuarias.

Palabras claves: desmanicomialización, Hospital Neuropsiquiátrico, medios comunitarios alternativos y populares, Radio, Radio Los Inestables, Salud Mental

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