A combatir las mentiras de los opinólogos del poder

A combatir las mentiras de los opinólogos del poder
16 septiembre, 2020 por Redacción La tinta

Por Bruno Lonatti para La tinta

Durante estos meses, perdimos la posibilidad de confluir en frentes de masas. Esta situación de desmovilización fue aprovechada por sectores de la derecha más repulsiva que, siendo una fuerza marginal en el panorama político nacional, logró instalarse en un sector de la juventud a través de la desinformación y el desconocimiento total de la realidad que promueven.

Pudimos también, en los últimos días, evidenciar el accionar violento de estos grupos. Desde su reivindicación a Kyle Rittenhouse, joven estadounidense de 17 años que asesinó a dos manifestantes en las protestas por la brutalidad policial en Wisconsin, hasta amenazar de muerte a la diputada nacional por Córdoba, Gabriela Estévez.

Les argentines sabemos del peligro de los discursos de odio. Sabemos que no son disparates de un loco suelto, sino que existe realmente una herencia de lo más oscuro de nuestra historia, que está presente aún y que hay que combatirla de frente. Porque una foto representa, no es un documento histórico, es una reivindicación.

Les jóvenes nos encontramos en una crisis de alternativas. No estamos discutiendo soluciones de fondo a las problemáticas, sino simples parches provisorios a una situación que se vuelve ya insostenible. La precarización, la falta de oportunidades y el desánimo generalizado lleva a que un sector de la juventud se convenza con sus discursos simples. Que ya los conocemos, no cambiaron en nada sus herramientas, usan el miedo, el odio y el individualismo para construir una base política en una juventud desorientada.


Hoy, queman barbijos; hace no mucho, quemaban libros. Antes, intervenían nuestras escuelas; hoy, dicen que los centros educativos adoctrinan a les jóvenes. Se escudan en la libertad de expresión y en el “periodismo independiente”, pero ya los conocemos. Son los nostálgicos de la dictadura que vienen a constituir un proyecto político al que la sociedad argentina ya dijo nunca más.


Ante el avance de la derecha en el terreno ideológico, debemos dedicarnos a la lucha de contrainformación. Pensemos en Rodolfo Walsh, que, de manera casi artesanal, sin las tecnologías y recursos que tenemos hoy, puso toda su habilidad en la cultura y la comunicación, al servicio de la denuncia del poder y de los militares. Como Walsh, todes podemos aportar nuestro granito de arena para construir una cultura contrahegemónica.

Hoy es 16 de septiembre, una fecha muy representativa para la juventud que lucha por una Argentina más justa. La Noche de los Lápices no puede encontrarnos decaídes, debe hallarnos luchando por transformaciones reales, por ir más allá, por volver a soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños, por erigir esa alternativa real a la juventud cordobesa, a la juventud argentina. Tiene que encontrarnos luchando por las transformaciones necesarias, en pos de una patria más digna. Y con la responsabilidad hacia el pueblo de construir en pandemia, de no poner a nadie en riesgo. Porque esa es la diferencia entre nosotres y los opinólogos del poder, la responsabilidad con el pueblo.

Que este 16 de septiembre nos encuentre con la fuerza de les 30.000, para confrontar a estos grupos antidemocráticos y por construir conciencia en la juventud de que el camino es más justicia, más oportunidades, más democracia y más dignidad.

*Por Bruno Lonatti para La tinta / Imagen de portada: A/D.

Palabras claves: argentina, cordoba, Noche de los Lápices

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