Fernando Balicki, escritor ferretero
“Lunares” es la segunda publicación del escritor de Sebastián Elcano. Desde el mostrador de la ferretería, poemas y relatos sensibles que narran la ruralidad del pintoresco paraje cordobés y sus protagonistas.
Por Soledad Sgarella para La tinta
Escribir es abrir una fisura en el dique, no es un motivo para inundar a nadie. Ese concreto comienza con un hilo que se llena de musgo. Una casa recién baldeada, vive de la inocencia de los desprevenidos que han pisado el charco que está antes de llegar a la entrada. De esa forma podrán amarla. Y ese cemento, obra de un diseño imperturbable, sin embargo, tiene una fuga mínima. Nos muestra generosos, vulnerables e invencibles.
Así empieza el libro de Fernando Balicki. Me recuerda a Pescetti cuando dice: te escribo, pero quiero que sepas que realmente eso es lo que hago, que, a pesar de que te escribo, no te cubro de palabras.
No es fácil encontrar qué leer, en redes, disfrutable; me pasa con pocxs, me pasa de a ratos. Pero me gusta el recorte de la realidad que hace Balicki del lugar donde vive. Me gusta que salude para el Día del Ferretero. Me gusta que haga poesía de ahí. Le creo, le creo las mentiras literarias, y leo su libro.
“Lunares” salió hace poco, a mediados de agosto. Es una edición independiente que recopila poemas y relatos de Balicki de los últimos cinco años, con el diseño de Hernán Baravaglio y la revisión de Raquel Villada.
Un día soleado, pero sin viento en Ischilín es un invento hermoso. Más si te encontrás bajo los primeros cuatro talas de la creación. Ni te cuento si la bendición de ese momento te cruza con algunos elementos que te hacen olvidar que existe la angustia, la desilusión y jornada laboral por el mero hecho de estar en presencia de una amistad que no tiene tiempo.
El territorio es un personaje más en Lunares, el territorio no es solo paisaje.
Sebastián Elcano es una localidad del norte cordobés, en el departamento Río Seco, a ciento setenta kilómetros de la capital. La ciudad es chiquita, tiene dos mil quinientos habitantes. Balicki cuenta que la difusión se hace difícil en los pagos, no tienen banco y cerraron el correo; para enviar los libros, hay que moverse hasta otro pueblo a 50 km. En Córdoba, se pueden encontrar en Éter Libros y en La Librería.
En Lunares, el escritor ferretero habla todo el tiempo de su pueblo natal: los silencios, el monte, la tele en la YPF, la tierra, el chañar en flor.
Bombas
“Look, Mummy. There’s an airplane up in the sky”.
Pink Floyd
La brisa tóxica envuelve con su spray invisible al follaje exterior del orco quebracho. Ha decaído su color, una caricia cruje la muerte que cae. Las hojas ocultas todavía mantienen su ternura. El perfume entra en mi cuerpo. La garganta se contrae, el pecho es un pájaro sediento y asustado en la noche. Pronto no podré decir nada.
En el libro de Balicki, con una timidez impostada, la poesía y los relatos invitan a visitar las pequeñas cosas, sin dejar de ver lo importante: los agrotóxicos y “el progreso” van rompiendo el monte.
El ecocidio acecha en cada kilómetro.
Lunares es una apuesta a publicar en papel en medio de la incertidumbre. Es una apuesta a darle valor a cada tranco de barro. Hace parecer que todo lo que nos rodea es hermoso y verdaderamente narrable.
*Por Soledad Sgarella para La tinta. Fotos: Fernando y Abril Balicki.