¿Quiénes sostienen los medios comunitarios?

¿Quiénes sostienen los medios comunitarios?
24 junio, 2020 por Redacción La tinta

Se habla mucho de los medios comunitarios, de la comunicación alternativa, las agendas contrahegemónicas, pero es poco lo que se dice acerca de lxs trabajadorxs de los medios comunitarios, alternativos y populares (CAP). ¿Cuántos son? ¿quiénes son? ¿qué hacen? ¿cómo lo hacen? y ¿por qué hacen lo que hacen? son preguntas poco atendidas por la academia, por el Estado y por ciertos espacios que nuclean estas experiencias.

Por Bianca De Toni y Carla Bilbao para Enfant Terrible

Las tensiones que atraviesan lxs trabajadorxs de medios CAP de Córdoba son múltiples y se agudizan en este contexto de pandemia: ¿compramos una antena nueva o nos aumentamos las retribuciones? ¿somos trabajadorxs o militantes? ¿trabajadorxs-militantes? ¿trabajadorxs de la economía popular? ¿nos afiliamos al Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (CISPREN) o vamos con la Unión de Trabajadorxs de la Economía Popular (UTEP)?

Acá, Bianca de Toni y Carla Bilbao hilvanan algunas claves para pensar y repensar el trabajo en los medios CAP.

Este miércoles 24, el CISPREN lanzará el Registro Provincial de Trabajadores y Trabajadoras de la prensa y la comunicación (RETRAPREN) con la intención de conformar un registro provincial de todxs lxs trabajadorxs, inlcuidxs lxs trabajadorxs de medios autogestivos. Según la propia difusión del gremio, “servirá para profundizar el debate sobre las formas de trabajo que avanzan y no están contenidas en los esquemas tradicionales”. Por otro lado, hace pocos días, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación lanzó el Registro de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular. Aunque a las cinco horas se bajó, se espera que vuelva a estar en línea para quienes quieran registrarse. Además, Juan Grabois, referente de la UTEP, a fines de mayo, le presentó al presidente Alberto Fernández el “Plan General San Martín” que, entre otras cosas, propone fomentar los medios comunitarios. Tanto el gremio de trabajadorxs de prensa como la organización gremial de la UTEP vienen teniendo una articulación con estxs trabajadorxs. La puesta en marcha de estos dos registros casi de manera simultánea reflota la discusión en cuanto a la asociatividad, agremiación y autodefinición de lxs trabajadorxs de medios comunitarios.

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(Imagen: Radio Comunitaria El Brote)

¿Por qué es importante que estos registros e iniciativas incluyan a estxs trabajadorxs? Para generar políticas públicas para este sector y porque hay muy pocos datos e información sistematizada por los gremios y la academia. Por eso, durante 2019 y 2020, realizamos una investigación en la que buscamos caracterizar específicamente a lxs trabajadorxs de radios y televisoras CAP de Córdoba, y lo que sigue son sus principales resultados y conclusiones. Al ser pionero este tipo de estudio en Argentina, podemos suponer que puede proyectarse una caracterización parecida en el resto del país.

Entonces, en Córdoba, ¿qué sabemos de estxs trabajadorxs? ¿quiénes son? ¿cuáles son sus recorridos? ¿cuál es su situación laboral? son algunas de las preguntas que nos hicimos pensando en cómo se relacionan sus condiciones laborales con la sostenibilidad de las radios y televisoras comunitarias alternativas y populares de Córdoba.

Algunas premisas para hablar de medios CAP

Según la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), la comunicación es un derecho humano, pero, además, es la primera legislación que reconoce a los medios CAP como prestadores de servicios de comunicación audiovisual. Este tipo de emisoras se caracterizan por la participación de la comunidad en la propiedad y en la gestión del medio, no tienen como fin el lucro (art. 4, Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual [LSCA]), e intervienen en el terreno simbólico para la creación de sociedades más justas (Segura et al., 2016). La nuevas condiciones de la LSCA generaron una multiplicación de medios CAP (Segura, et al., 2018 ) y también se empezaron a dar ciertos debates en cuanto a la situación de sus trabajadorxs. Pero después, con las políticas de ajuste y las políticas de comunicación implementadas por el gobierno de Cambiemos, muchos de esos debates quedaron truncos.

Lxs trabajadorxs de medios CAP en Córdoba

En el año 2019, relevamos 269 trabajadorxs de radios y televisoras comunitarias. En este relevamiento, sólo se incluye a quienes se ocupan del sostenimiento cotidiano de la emisora: garantizan la producción audiovisual propia, la salida al aire, la gestión institucional y económica, los vínculos socio-comunitarios y políticos; es decir, que no contempla a quienes tienen participaciones regulares, pero no diarias, ni a quienes realizan colaboraciones ocasionales. Según estimaciones del CISPREN, en la provincia de Córdoba, hay un total de entre 2500 y 3000 trabajadorxs de prensa. Según esta estimación, lxs de radios y televisoras comunitarias serían aproximadamente el 10% del total de lxs trabajadorxs de medios de la provincia.

Estxs trabajadorxs están repartidxs en 29 emisoras: 28 radios FM y 1 televisora, distribuidas en Capital y 20 localidades del interior de la provincia. Entre las fuentes de financiamiento históricas más utilizadas de estos medios, se encuentran la publicidad comercial, el Fondo de Fomento Concursable de Comunicación Audiovisual (FOMECA) y el Salario Social Complementario, programas de empleo nacional y provincial, pauta oficial de municipios, Provincia o Nación, y eventos de autofinanciamiento. La mayoría (el 86 %) de las radios y televisoras comunitarias destina fondos a retribución de sus trabajadorxs. Del total de emisoras en las que se destinan fondos para el pago de retribuciones, sólo en el 28%, todxs reciben una retribución por su trabajo. Estas retribuciones son bajas: de entre $3000 y $8500 que es el monto del Salario Social Complementario, muy por debajo del valor de un salario mínimo vital y móvil, que alcanza, desde su última modificación en octubre de 2019, los $16875. Por lo tanto, no es de extrañar el pluriempleo del sector. En el 95% de los medios, todxs lxs trabajadorxs tienen otro u otros empleos.

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(Imagen: Radio Sur)

En la mayoría de los medios (61%), hay entre 5 y 15 trabajadorxs, con una proporción equitativa de varones (52%) y mujeres (48%). La mayoría de lxs trabajadorxs tiene entre 20 y 50 años, y el promedio alcanza los 37 años. Su formación es alta, en el 86% de los medios, hay integrantes con estudios universitarios finalizados, la mayoría en carreras vinculadas a Comunicación Social y Periodismo. En un tercio de los medios, hay integrantes con trayectorias en el campo de la economía popular (trabajadorxs sociocomunitarios, artesanxs, albañilxs, pequeñxs productores). En el 41% de los medios, hay integrantes que, además, militan en otros espacios sociales y políticos como asambleas ambientales, centros culturales, organizaciones sociales, organizaciones por el derecho al hábitat y partidos políticos. Hay quienes, además, militan en política partidaria. Aunque el porcentaje es minoritario, su incidencia en la política local se mostró relevante en las elecciones municipales de cinco localidades cordobesas en 2019 en las que se presentaron candidatos provenientes de medios comunitarios y, en casi todos los casos, tuvieron buenos resultados electorales: llegaron al tercer lugar después de las dos fuerzas mayoritarias de Córdoba y, en un caso, obtuvieron la intendencia.

Casi la mitad de los medios comunitarios (43%) tiene vínculos con la UTEP que, a partir de un convenio con el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) realizado en 2016, es la que administra también para estxs trabajadorxs de la comunicación comunitaria el Salario Social Complementario que abona el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación desde la sanción en 2016 de la Ley de Emergencia Pública, y es la organización que impulsa también fuertemente el debate sobre la economía popular en el sector. En tanto, sólo el 7% de lxs trabajadorxs está afiliadx al gremio de prensa que es uno de los pioneros en el país en la inclusión de los trabajadorxs de prensa autogestionadxs a partir de la modificación de sus estatutos en 2002.

¿Trabajadorxs o militantes? ¿Con el CISPREN o la UTEP? Tensiones actuales

Como dijimos anteriormente, abordar el trabajo en los medios CAP no es tarea sencilla, por las tensiones que están presentes. Una de ellas es su autodefinición. Lxs trabajadorxs de los medios comunitarios se consideran ‘militantes’ y ‘trabajadorxs’, pero también trabajadorxs de la economía popular. Autodefinirse como ‘militantes’ se explica porque construir un medio CAP conlleva una militancia por el derecho a la comunicación y por una sociedad más justa, a la que se asocia con la gratuidad. Por otro lado, se reconocen como ‘trabajadorxs´porque hay una proyección personal en los medios y consideran la mejora de las condiciones laborales como parte fundamental de la sostenibilidad del medio. Y, por último, su autodefinición como ‘trabajadorxs de la economía popular’ se comprende a partir del recorrido iniciado por la UTEP, su vínculo con FARCO, el acceso a Salario Social Complementario y por sus militancias en medios CAP.

Sus recorridos y trayectorias abren una serie de interrogantes para comprender el trabajo de prensa autogestionado y la representación del sector, si a partir de su actividad, es decir, de su condición de trabajadorx de prensa, o a partir de su modalidad de trabajo sin patrón encuadrado dentro de la economía popular (Vinelli y Suárez, 2018).

Lxs trabajadorxs del sector tienen un vínculo más estrecho con la UTEP, a diferencia de la baja asociatividad al CISPREN. Esto se explica en parte porque las trayectorias y militancias de algunxs agentes se vinculan al campo de la economía popular. También porque el vínculo con la UTEP: 1) se convirtió en una herramienta fundamental para garantizar el principal ingreso de lxs integrantes de medios comunitarios de Córdoba: el Salario Social Complementario y 2) promovió entre lxs trabajadorxs de medios comunitarios la discusión de su papel como trabajadorxs de la economía popular.

Por otro lado, el bajo nivel de agremiación al CISPREN se puede comprender a partir de varios factores. En primer lugar, es baja la tasa de sindicalización de todxs lxs trabajadorxs del sector de la comunicación a nivel nacional. En segundo lugar, entre lxs trabajadorxs de medios comunitarios, prima una idea del sindicato asociado exclusivamente a las formas de producción regidas por la relación de patrón – empleado, y quienes afirman estar afiliadxs reconocen dificultades para su inserción en la estructura gremial y para su participación. Por último, lxs trabajadorxs priorizan las organizaciones en las cuales se participa de acuerdo con los beneficios que sea posible obtener. Entonces, por todas estas condiciones de producción y trayectorias, lxs trabajadorxs de medios CAP de Córdoba optan por priorizar los vínculos a partir del modo de producción -se enmarca dentro de la economía popular-, más que por la actividad.

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(Imagen: Canal 9)

Un aspecto importante para comprender la autodefinición y la asociatividad también lo son las opciones que realizan lxs trabajadorxs entre cobrar o no cobrar una retribución por su trabajo. Las opciones de no cobrar o cobrar por debajo de un salario mínimo vital y móvil se comprenden por varias razones. Lxs trabajadorxs de medios comunitarios, alternativos y populares de Córdoba se encuentran en una doble posición de desventaja: por las condiciones de precarización e inestabilidad laboral que demuestra la situación de lxs trabajadorxs de la comunicación a nivel nacional y por ser trabajadorxs de medios CAP que ocupan una posición marginalizada dentro del sistema de medios nacional. Además, las condiciones de pluriempleo y sus trayectorias en la militancia explican que se priorice la sostenibilidad de las emisoras antes que el cobro de una remuneración suficiente por su trabajo en ellas. Y algo no menor: estxs trabajadorxs se reconocen en lo que producen, les gusta su trabajo y se sienten cómodxs con las tareas que realizan.

¿Para dónde habría que encarar entonces? Si entendemos el rol fundamental que tienen los medios CAP en la democratización de la comunicación, como dijeron María Ana Mandakovic, secretaria general del CISPREN, y Silvana Zanelli, revisora de cuentas del gremio: “¿Cómo hacer, entonces, para que este sector tan necesario para garantizar la pluralidad de voces –siguiendo el espíritu de la LSCA- no sólo se consolide como productor de sentido, disputando agenda, sino también como espacios generadores de trabajo genuino y salarios dignos?” (2014, p.70). Además de seguir reflexionando, es importante insistir en la plena implementación de políticas públicas de legalización y fomento de medios comunitarios. Fortalecer las políticas de fomento como el FOMECA y pensar también políticas más amplias como en la línea de la iniciativa para el fomento de la pluralidad y la diversidad informativa. Pero también retomar las discusiones entre los gremios de trabajadorxs de la comunicación sobre la relación salarios – condiciones laborales y sostenibilidad de los medios comunitarios, y fortalecer espacios de articulación entre los espacios de asociación como son las redes de medios, el CISPREN y la UTEP para la disputa de demandas en conjunto.

*Por Bianca De Toni y Carla Bilbao para Enfant Terrible / Imagen de portada: A/D.

*Licenciadas en Comunicación Social e integrantes del equipo de Investigación “Sociedad civil, Estado, derechos y políticas de comunicación y la cultura”, radicado en el Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba (CIFFyH-UNC), dirigido por la Dra. María Soledad Segura.

Palabras claves: Cispren, comunicación popular, Medios de comunicación

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