El espejito de Jeanine

El espejito de Jeanine
5 mayo, 2020 por Tercer Mundo

El gobierno de facto de Bolivia continúa por una pendiente represiva, agravada por la pandemia del coronavirus, a la cual quiere enfrentar ayunos y oraciones.

Por Mariano Vazquez para El cohete a la luna

En Blancanieves, el famoso cuento infantil, la villana se para frente a su reflejo y le pregunta: “Sabio Espejo consejero, saber quién es la más hermosa, quiero”. La respuesta no es la que espera. No es ella la más bella del reino, sino Blancanieves.

A poco de cumplir seis meses de gestión y sin fecha cercana de elecciones, Jeanine Añez sigue siendo rechazada por el Sabio Espejo. Su presidencia transitoria es lo opuesto a la gestión virtuosa de Eduardo Rodríguez Veltzé (del 10 de junio de 2005 al 23 de enero de 2006) que encarriló una crisis extrema que parecía no tener fin.

Como señala el periodista Julio Peñaloza Bretel en su imprescindible Reportaje a la democracia. Memoria periodística. Bolivia 1969-2019: “Rodríguez Veltzé fue la contracara del egocentrismo y la soberbia del poder, contribuyendo a concretar los comicios de diciembre con un decreto por él mismo redactado”. Reseña también que “no obstante el carácter transitorio de su gobierno se dio tiempo para ejecutar políticas estructurales en el sector hidrocarburos”. Esto, a través de “un conjunto de más de 20 decretos y reglamentos que abrieron las compuertas para la refundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)”. Estas medidas materializaron “un incremento de los recursos”.

Para Peñaloza Bretel, el rol de Rodríguez Veltzé ha sido fundamental para consolidar la democracia en Bolivia. Destaca que “luego de intensos siete meses en los que tuvo que sortear escollos vinculados a demandas relacionadas con asuntos agrarios y manejando con serenidad y sobrio perfil la relación con el Parlamento nacional, hizo entrega de la banda presidencial para que asumiera el mando Evo Morales Ayma”.

En el extremo opuesto está la gestión Añez, que asumió inconstitucionalmente el 12 de noviembre de 2019 durante una sesión sin quorum de la Asamblea Legislativa Plurinacional, mientras se perseguía al presidente Evo Morales, a sus funcionarios y a los militantes del MAS. Un golpe de Estado le permitió a la senadora, del minúsculo y derechista partido bautizado irónicamente como “Demócratas”, acceder al Palacio Quemado por un atajo, ya que para ganar una elección popular debía obrar un milagro.

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(Imagen: Plan B Noticias)

La mandataria se rodeó de los colaboradores más brutales para ejercer el gobierno. La persecución indiscriminada, las acusaciones masivas de sedición para los opositores, la represión estatal que derivó en el asesinato de 35 personas en Sacaba y Senkata, el aliento a grupos de choques fascistas para amedrentar a la población, el exilio forzado de cientos de funcionarios y allegados al ex presidente Morales, son las características estructurales de su gestión.


Con la crisis mundial que trajo el Covid-19, Añez tuvo la ocurrencia de combatirlo mediante ayuno y oraciones. No olvidemos que en el Estado laico de Bolivia el nuevo régimen “devolvió la Biblia al Palacio”. La última gracia, denunciada por el diario más opositor al gobierno de Evo, Página Siete, es el envío de sacerdotes en vuelos oficiales para arrojar agua bendita sobre pueblos y ciudades para combatir la pandemia, lo que habría implicado, según la publicación, un despilfarro del erario público de unos 15.000 dólares, cuando en seis de los nueve departamentos (provincias) de Bolivia no se hacen pruebas de coronavirus por falta de fondos.


Y no termina ahí. La hija de Añez ha sido acusada por la oposición de usar aviones oficiales para cuestiones privadas.

En esta línea de actuación, el gobierno ha abandonado a su suerte a unos 500 bolivianos en Chile: no acepta su retorno al país, pero tampoco les brinda ayuda en territorio extranjero. La solidaridad de alcaldes chilenos ha salvado a estos ciudadanos de la indigencia. Por ejemplo, Mauricio Soria, autoridad municipal de Iquique, ha enviado una carta al respecto al presidente Sebastián Piñera: “Le solicito que nuestro gobierno exprese con mayor fuerza y decisión al gobierno de Bolivia que falta al derecho internacional al negar el ingreso a sus connacionales, lo que constituye una violación a sus derechos humanos y ciudadanos, además de mencionarle al citado gobierno de que no es posible que su cuerpo consular destinado en Chile, los deje en total abandono y desamparo, tirados en las calles a la espera de una atención que hasta la fecha no logran”.

La brutalidad de la villana Añez no cesa ni en cuarentena. El Trópico de Cochabamba, bastión de Morales, es amenazado día a día por funcionarios de todo pelaje. Un ejemplo: la revictimización de Patricia Arce, alcaldesa de la pequeña localidad de Vinto y candidata a senadora del MAS, quien en noviembre del año pasado fue secuestrada y torturada por la derecha racista, le cortaron el cabello, le echaron pintura roja y la amenazaron para que renuncie. Ella, valientemente, se resistió. Ahora Arce ha sido detenida por romper supuestamente las reglas de la cuarentena. Ella lo niega y aduce persecución política. El objetivo es que no pueda presentarse a las elecciones que han sido suspendidas por el Órgano Electoral Plurinacional.

No es la única detención. En la zona del Chapare, militantes del MAS han sido apresados por la policía mientras realizaban tareas solidarias para ayudar a las familias pobres de la zona.

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Dijo Andrónico Rodríguez, vicepresidente de la Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba: “La solidaridad se criminalizó, llegamos al extremo de que la cuarentena se judicializó, tal parece que la justicia tiene un fin político”.

El panorama es sombrío: “La vigencia de los tratados de Naciones Unidas se encuentra amenazada por la sistemática conducta gubernamental de violación de derechos humanos, que dejó 35 muertos, 833 heridos y 1.504 arrestos”, denunció la Defensoría del Pueblo. Bolivia ya recibió 239 recomendaciones del Examen Periódico Universal (EPU), que analiza los expedientes de derechos humanos de los estados miembros de las Naciones Unidas.

Ni sobornando al Sabio Espejo Añez podrá escapar al juicio de la historia.

*Por Mariano Vazquez para El cohete a la luna

Palabras claves: Bolivia, golpe de Estado, Jeanine Añez

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