Detuvieron en Brasil a Gonzalo «Chispa» Sánchez, uno de los imputados por el secuestro de Rodolfo Walsh
Prófugo de la causa ESMA, el represor que siempre se jactó de su paso por ese centro clandestino de detención fue arrestado en Paraty, en el litoral sur de Río de Janeiro. Será el primer caso de extradición de un represor argentino bajo el gobierno del excapitán Jair Bolsonaro, apologista de las dictaduras sudamericanas.
Por Dario Pignotti para Página 12
Desde Brasilia
La Policía Federal brasileña detuvo en el interior Río de Janeiro al represor argentino, Gonzalo «Chispa» Sánchez, uno de los prófugos de la Causa ESMA, imputado por su participación en el grupo de tareas que asesinó y desapareció a Rodolfo Walsh en 1977, además de haber formado parte en los vuelos de la muerte.
Sánchez, de 69 años, fue arrestado en Paraty, en el litoral sur de Río de Janeiro, el lunes a la tarde. La policía no reveló su identidad, pero este martes fue confirmada a Página 12 por una fuente diplomática argentina.
El detenido fue oficial de la Prefectura y durante la dictadura integró el Grupo de Tareas 3.3 de la ESMA.
Este será el primer caso de extradición de un represor argentino bajo el gobierno del ex capitán Jair Bolsonaro, apologeta de las dictaduras sudamericanas -especialmente la del chileno Augusto Pinochet- que se encuentra en virtual guerra política contra el Supremo Tribunal Federal.
En 2013, durante el gobierno de la presidenta y ex presa política Dilma Rousseff, Sánchez fue preso por primera vez en Angra dos Reis, también en el litoral de Río de Janeiro, donde se desempeñaba como ingeniero naval.
Angra dos Reis es uno de los reductos políticos de Bolsonaro, quien desde su llegada a la presidencia comenzó a impulsar un proyecto para alentar inversiones extranjeras y convertir el lugar en la «Cancún brasileña».
La orden de captura fue firmada por el juez Luiz Fux, del Supremo Tribunal Federal.
Antes de huir de Argentina, el ahora preso Sánchez trabajó a principios de la década del 2000 como armador en empresas pesqueras de San Antonio Oeste, en Río Negro, donde se jactaba de su paso por la ESMA y fue declarado persona no grata por el Concejo Deliberante local.
En diciembre de 2017, el Supremo Tribunal Federal hizo lugar por 3 votos a 2 al pedido de extradición presentado por el gobierno argentino con base en un requerimiento emitido por el juez federal Sergio Torres en 2009.
En su alegato, las autoridades argentinas citaron que al reo se le imputan delitos como secuestros, asesinatos, desapariciones y torturas contemplados en la Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad de la ONU.
Pero Brasil (cuya justicia es refractaria a estos tema y donde aún está en vigor la amnistía heredada de la dictadura), no es signatario de la Convención y los asesinatos atribuidos a Sánchez, prescribieron.
Finalmente, el Supremo Tribunal hizo ahora lugar a la deportación apoyándose en el delito de secuestro, que para la justicia brasileña se sigue cometiendo.
Los votos a favor fueron de los jueces Roberto Barroso, Rosa Weber y Luiz Fux, el mismo que solicitó la captura del hasta ayer prófugo.
*Por Dario Pignotti para Página 12 / Imagen de portada: Página 12.