El Sirio y las causas nobles de la salud

El Sirio y las causas nobles de la salud
12 diciembre, 2019 por Redacción La tinta

Sirio Carlos Godoy, luchador por los derechos humanos, reconocido por su compromiso en defensa de la Salud Pública, falleció el domingo 1° de diciembre. Sus compañerxs le realizaron un homenaje el 3 de diciembre, día de lxs médicxs, para celebrar su trayectoria y su militancia.

Por Redacción La tinta

Sirio le decían, otros Carlos, Gaucho, Cacho. Compañerx, mija, mijo,  amigx, soltaba Él, cuando se nos dirigía, y concluía casi siempre sus pensamientos escritos con un ¡Salud! En la imagen, mientras empuña la caña que sostiene el cartel del Rawson, posa sonriente dedos en V para una marcha del 24. Nació en Santa Rosa de Conlara, se llamaba Carlos Antonio Godoy, participó en cada causa que lo conmovía, en luchas y colectivos que se ocupan de otres y todes, un desconocedor de la indiferencia al sufrimiento, médico comprometido. 

El domingo 1° de diciembre, muy temprano nos despertamos con la irremediable noticia, los grupos y las redes del Rawson no pararon, se celebraba en todo el mundo “el Día Internacional de la lucha contra el VIH”, pero no era por eso. En menos de dos horas una multitud se convocó a despedirlo en la casa de sepelios que está en la cuadra donde mataron a Máximo Mena, primera víctima del Cordobazo. Hubo guitarreada, videos de cumple, poesía, baile de zamba y risas, dejó instrucciones precisas de eso. No entraba un alma más, nadie se quería ir. 

Unos días antes, se había viralizado un video donde sus vecinos le cantaban desde la vereda “Resistiré” a coro. Días antes, habían ido a colaborar su compañera y su hija más chica, para dejar bien limpio, cortar el césped, sacar restos de materiales, en esa casa todavía en etapa de construcción. Él venía de estar internado a pasar unos días allí y continuaba en aislamiento. Habrá mirado esa serenata quizás desde la ventana, no se alcanza a ver, seguro se las rebuscó y les devolvió el afecto. La instantaneidad satelital en pocos minutos, nos hizo testigxs de un gesto amoroso colectivo hacia alguien cercano, expresión rara en estos tiempos que corren. Semanas previas se convocó y desbordó de voluntaries para donar sangre, pero tal vez eso sea más normal. Madres, padres, abueles y chiques del barrio reuniéndose y cantando allí para abrazarlo con sus voces. Entre lágrimas y mocos, ese apapacho grupal alimentó el deseo milagroso, que esa energía lo retuviera entre nosotrxs, porque era inmensa.

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(Foto: Colectivo La tinta)

A mediados del 2013, le dio forma a un colectivo: la Asociación Interdisciplinaria por el Derecho a la Salud del Hospital Rawson” (AIDSHR), una manera de resistir, evitar el deterioro hospitalario y los problemas pendientes sin solución, vinculados a los derechos laborales como también el derecho a recibir una atención sanitaria de calidad de la población más vulnerable. Fue posterior a la toma en los hospitales del polo sanitario, este conflicto tomo su punto más álgido a finales del 2011 e inicios del 2012. Se desarrolló no solo debido a la inexistente respuesta por parte del Gobierno provincial al justo reclamo de paritarias, recursos humanos y respeto a la ley de salud, sino por la complicidad sostenida del titular de SEP que negocia salarios y apuntala cargos sin promover concursos, desconociendo las problemáticas sanitarias en absoluto, y lo que es peor apoyando el hostigamiento sostenido que ejerce ese Ministerio con quienes se movilizan y protestan en el ámbito de la salud pública. 


Deseaba concientizarnos sobre las consecuencias de las malas políticas de salud, con reducción y subejecución presupuestaria, el avance sostenido de la precarización, con contratos por años, monotributos y becas, incumpliendo la ley provincial de salud 7625, sin promoción a planta permanente que es lo que permite la categorización con mejora salarial, pero lo más importante, posibilita el ascenso en la carrera hospitalaria de les trabajadores de salud. Reclamos viejos… “nos estamos acostumbrando a eso, cuando no nos tenemos que acostumbrar”, decía incentivando siempre a la participación y compromiso con la causa. 


La “macrisis” era como un latiguillo suyo, le seguía una risa un tanto camorrera con aire de orgullo por la síntesis genial que encontró en esa palabra. Chiste, no tanto, recurrente en él, sin desaprovechar el instante propicio para desenvainarla como facón provocativo de gaucho.  

Gutta cavat lapidem, non vi sed saepe cadendo. Cada tono y comentario, aún los pícaros, cada pequeño acto,  gesto, risa socarrona o ceño fruncido era comandado por una calidez que lo hacía impune ante quien portaba una posición distinta, impregnaba de su convicción y su constancia militante, sobre todo a la gente joven, residentes, pretendía transmitir las consecuencias que tienen las políticas neoliberales que llevó adelante  el gobierno saliente de Cambiemos, que son las mismas recetas que disfrazan ideas viejas en un discurso novedoso y coucheado, medidas económicas implementadas en la dictadura y en la década del 90 con graves consecuencias para nuestro país.   

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(Foto: Colectivo La tinta)

La suba estrepitosa del desempleo, provocó queden fuera del circuito laboral formal y sin obra social miles de personas. Los hospitales sintieron el impacto, afectados previamente por la política de atender obras sociales en el ámbito público. Él manifestaba que eso debía reverse, revisarse seriamente, porque si bien le aporta ingresos a la provincia, desplaza a los pacientes sin obra social, sobre todo a la población más vulnerable, ampliando la desigualdad e injusticia. A esto se le suma, la reducción sostenida de camas, todos los hospitales, hoy presentan guardias desbordadas con pacientes en boxes, se establece una especie de competencia entre las personas sin obra social con los que tienen obra social como PAMI, APROSS y otras, que no son admitidas en los centros privados o eligen atenderse allí porque se sienten más contenidos y mejor atendidos.


“La cuestión es que nunca se llega a un nivel satisfactorio de atención en el sector público desde hace mucho, con cuestiones edilicias de nunca acabar, personal que se jubiló y no ha sido reemplazado en su cargo, esto ha llevado a que se pierdan servicios completos en los hospitales”, insistía un feriado que lo entrevistaban por radio.


A Carlos le preocupaba mucho la subordinación del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba al negocio del empresariado de salud local y grandes laboratorios, sobre todo en relación a protocolos de investigación con pacientes. El avance privatista, que se realizó en poco más de dos décadas a cuenta gotas casi imperceptible, pero hoy se refleja en áreas tercerizadas, como la limpieza, el servicio de alimentación, lavadero, esterilización, farmacia, estudios o prácticas médicas, hasta la recaudación del ingreso por obra social la administra una empresa privada, Kolector. cristalizando un rumbo de evidente y creciente desentendimiento del estado en garantizar el derecho a la salud.  

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(Foto: Colectivo La tinta)

Todo eso pretendía evitar, resistir. Evocaba siempre, el ejemplo de compañeras y compañeros del Hospital Rawson, que antaño lucharon contra las mismas políticas neoliberales convencidos de que su voracidad, puja incansable para derribar derechos y que las conquistas laborales vuelvan a cero. Su fuerte compromiso y convicciones les costó la vida, hoy sus nombres están grabados en las marcas al ingreso de la guardia central en el “Jardín de la Memoria”, son 13 las víctimas del terrorismo de estado en esa institución, donde  son reivindicados y recordados.

¡Chau querido amigo! Reza una foto de Facebook despidiéndolo, con su amigo Alfredo Sinópoli en el pecho. Fredy fue secuestrado en la estatua del Dante en 1975 y sus restos hallados en el predio de La Perla, juntos vinieron a estudiar a Córdoba. 

El lunes 2 de diciembre Carlos Presman le dedicó su columna, como un “luchador de las causas nobles de la Salud”. Le dolían los 30.000, el glifosato enfermando gente y contaminando ríos, lagos  y lagunas, el aire envenenado de Porta, el imparable desmonte en Córdoba, los femicidios, el aborto clandestino y sus muertas, las niñas madres y ESI todavía censurada en las escuelas, le dolió mucho la desaparición de Santiago y fusilamiento de Rafita, la estafa de los vecinos hogar clase media, el ARA San Juan con su oscuro y eterno misterio, el violento desalojo en Juárez Celman, el asesinato de Berta Cáceres, las religiones lavando cabezas induciendo a las masas al voto autodestructivo, las bombas en Siria, la cárcel de Lula, Chile, Bolivia, Ecuador,  la vuelta de la TBC, del sarampión por falta de vacunas o inexistentes políticas de APS, el inmoral precio de la leche y la falta de olla golpeando la puerta en la guardia hospitalaria, la escasez de preservativos y los pacientes con VIH peregrinando por la discontinuidad en la provisión de antirretrovirales, le prestó oreja a cada problema o injusticia cometida con compañeres del hospital. La eliminación del Ministerio de Salud de la Nación fue un duro golpe.

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(Foto: Colectivo La tinta)

Un poseído de la luna, interrumpía cualquier intercambio wasapero para advertirnos su lumbrera. Lo recordaremos siempre portando su amada Wipala, sensible a la música y el arte en todas sus formas, un disfrutador alegre de cada micro instante y simpleza, que tocó con su vara mágica de ternura afectuosa, tejiéndose un aura de amorosa familia y amigues.

En la página oficial del Rawson, otro querido amigo le expresa una oración precisa: “Y lo repito una vez más: hemos vivido por la alegría, por la alegría hemos ido al combate, y por la alegría morimos. Que la tristeza no sea unida nunca a nuestros nombres”Julius Fucik. Reportaje al pie del patíbulo. 

El 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, el triunfo de la lucha y la militancia nos llenó de alegría con el regreso del Ministerio de Salud de la Nación, reivindicando una vez más la fuerza transformadora que tienen las decisiones políticas y sintiendo especialmente su energía y presencia.  

Hasta la Victoria Siempre querido amigo y compañero Carlos Sirio Godoy.

*Por Redacción La tinta. Fotos: Colectivo La tinta.

Palabras claves: Asociación Interdisciplinaria por el Derecho a la Salud del Hospital Rawson, Hospital Rawson, salud, Sirio Carlos Godoy

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