Periodismo deportivo ¿Inclusivo?
Las integrantes del programa Lenguas Irreverentes de Radio Gigante entrevistaron a Bip Urbanski, periodista deportiva feminista que ejerce en distintos medios de la ciudad de Córdoba. Juntas, interrogaron sobre las lógicas de inclusión de mujeres y disidencias en medios de comunicación, específicamente en materia de deporte, y sobre cómo operan en la construcción de las noticias los dispositivos sostenidos por una cultura machista.
Por Lenguas Irreverentes para La tinta
¿Qué pasa cuando las mujeres y disidencias se deciden por estudiar periodismo deportivo? ¿Con qué oportunidades reales se encuentran al abandonar las instituciones educativas y formativas? ¿Hay una gran brecha entre el discurso de la inclusión y lo que pasa realmente puertas adentro? ¿Son las primeras experiencias en medios determinantes para querer permanecer o abandonar un sueño trunco? Son algunas de las preguntas que tiramos al micrófono y sobre las cuales construimos posibles líneas de reflexión.
Somos conscientes de que, lamentablemente, los grandes medios son los que deciden cuándo y cómo visibilizar (e invisibilizar) a las mujeres en los deportes, porque, pese a los esfuerzos de la Defensoría del Público en la garantía de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N° 26.522, la producción de contenidos en estos espacios es tierra de nadie.
Sin embargo, en este contexto, la lucha feminista se alza como uno de los motores de transformación en las nuevas formas de narrar y dar a conocer los múltiples protagonismos que circundan en relación a los deportes como disciplinas y también a las historias de vida detrás de ellxs. Hoy, nadie puede negar que el feminismo exige narrativas no sexistas centradas en la voz de lxs actores de la experiencia. Así mismo, las audiencias se han diversificado y acompañan esta exigencia como un derecho a la información que consumen día a día. Pero… para que los contenidos se actualicen en función de la coyuntura, es necesario que los espacios sean copados por otredades múltiples.
“Necesitamos un cupo laboral real para mujeres y disidencias, ya que esto, hoy en día, es una tibieza. Es el Estado el que debe regular y garantizar esto”, cuestiona Bip.
Hoy en día, son apenas cinco mujeres las que pueden comentar un partido de fútbol en televisión: Angela Lerena, Morena Beltran, Melina Kaler, Viviana Vila y Alejandra Martínez, y alguna más que eventualmente es convocada cuando un hombre no lo hace.
En este sentido, es que la inclusión de las mujeres y disidencias en los espacios de medios se complejiza. “Como mujeres, tenemos una doble presión y mirada. No nos dejan pasar una y seguimos escuchando la frase: qué haces vos hablando de fútbol”, asegura Bip.
Esta situación configura un panorama donde podemos inferir que la primer misión será, entonces, abrir las puertas de los medios con posibilitadores reales para, desde allí, poder desandar nuevas formas de construir periodismo.
Porque, sin dudas, la perspectiva de género marca una forma de hacer periodismo donde las huellas de producción son generadas no sólo por el contenido que se narra, por esa entidad u objeto trascendental y social, sino también por los contextos en los que estos son producidos.
Por lo cual, y en palabras de Bip, es necesario distinguir el periodismo femenino del feminista y entender que no todo cabe dentro de una misma bolsa. Uno de los recursos particulares de este último, según ella, es la utilización correcta (en todo sentido) del lenguaje inclusivo no sexista como recurso de posicionamiento político.
Por otro lado, la no romantización de las problemáticas sociales se torna una urgencia. ¿Cómo empezar a hacerlo? Al menos, visibilizando y cuestionado el trasfondo de las realidades contadas poniéndole nombre a lxs responsables que niegan, coartan, corrompen y violentan a los sujetos sociales. Es decir, hay que entender y dimensionar que la vulneración de derechos no es, ni debe ser, una noticia decorada para comunicar entre rosas y sonrisas.
¿Qué trascendencia tiene estar frente a un micrófono? ¿Qué repercusiones producen las noticias? ¿Cuál es la inferencia de los medios en el imaginario social? Estas son preguntas que podremos ahondar sin tener aún respuestas cerradas, pero sí, al menos, debemos tomar conciencia de que “trabajar en los medios es, sin duda, una responsabilidad social”, dice Bip.
Desde Lenguas Irreverentes, creemos que construir agenda feminista es: cooperar en la difusión y distribución de la información, visibilizar las luchas sociales y de los distintos colectivos en busca las reivindicaciones, comunicar las injusticias, disputar espacios tradicionalmente ocupados por el machismo y el patriarcado, promover la libertad de expresión, las múltiples identidades, la heterogeneidad de los cuerpos y la concepción de las audiencias como sujetos de derecho.
*Por Lenguas Irreverentes para La tinta
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