Mientras miramos a Santiago o La Paz, avanza Patagonia Gold en Calcatreu

Mientras miramos a Santiago o La Paz, avanza Patagonia Gold en Calcatreu
27 noviembre, 2019 por Redacción La tinta

Debajo del ruido y la (lógica) atención a lo que sucede en países vecinos, la mega minería aceita su desembarco en la Región Sur rionegrina. La lógica extractivista choca con la cosmovisión mapuche y ya fermenta la resistencia.

Por Adrián Moyano para En estos días

Las represiones que se suceden en Chile y Bolivia monopolizan la atención y ocupan buena parte del debate público, mientras las miradas se dirigen cada vez con más frecuencia hacia el almanaque para ver cuánto falta para el 10 de diciembre. En Río Negro, la continuidad en el gobierno de Juntos Somos Río Negro (JSRN) resta ansiedad al traspaso pero de todas formas, demanda. El panorama se caracteriza por un torbellino informativo que prioriza determinados tópicos y subordina otros, hasta excluirlos de la escena. Y siempre hay pescadores atentos dispuestos a hacer su faena si el río está revuelto.


“Desde hace algunos meses se viene trabajando en la puesta a punto de Calcatreu, el emprendimiento mega-minero de oro, plata y otros minerales ubicado a algunos kilómetros de Jacobacci, provincia de Río Negro”, alerta el documento que unas 60 organizaciones y personalidades suscribieron semanas atrás, lejos del ruido.


Por las dudas, el pronunciamiento recordó que se trata de la explotación que “viene queriendo realizarse desde hace más de 20 años, pero la oposición de la comunidad lo ha impedido”.

Los impulsores del emprendimiento tomaron nota y sistematizaron aprendizajes después de dos décadas: “La estrategia utilizada en la actualidad por la empresa y el gobierno ha sido diferente. No ha habido grandes anuncios ni publicidad de las supuestas bondades de la apertura de esta mina, todo lo contrario, han optado por el silencio, sin consultar a todas las poblaciones y comunidades afectadas y sin abrir el debate, simplemente avanzan en lo que parece inminente y cuando desde algún lugar se cuestiona el proyecto, se repiten los argumentos de la realización de controles para que no haya daño ambiental ni contaminación, la generación de empleo y la generación de divisas para las arcas estatales”, según pone en evidencia el texto.

El área de Calcatreu queda unos 60 kilómetros al sur de Ingeniero Jacobacci. Para acceder, hay que tomar una ruta provincial que atraviesa el estereotipo de la Patagonia: vastas extensiones de mesetas, elevaciones moderadas a diestra y siniestra, grupos de guanacos y choiques a los que es preciso respetar en sus ritmos si cruzan el ripio. Desde la perspectiva mapuche, el área tiene gran importancia histórica: como testimonió el francés Henry de la Vaulx en1896, fue el trayecto que siguieron Sayweke y los suyos en dirección hacia el actual emplazamiento de Gobernador Costa (Chubut), cuando finalmente el gobierno nacional otorgó al lonco vencido tierras donde instalarse. El noble galo -otro saqueador de enterratorios- observó una gran toldería en Quetrequile y presencia mapuche en otros parajes cercanos a los que hoy apetece la mega-minería.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

Des-control

La lógica de las corporaciones se da de bruces con la manera mapuche de entender la vida. Frente a una concepción que considera a los cerros y a los arroyos como newen, el argumento gubernamental de los controles parece poca cosa, como puntualiza y profundiza el documento:


“Para realizar estas explotaciones hay que detonar o perforar cerros que nunca volverán a su estado original, el paisaje, la flora y la fauna se verán inexorablemente dañados. Además de utilizar miles de millones de litros de agua, fuente de vida de toda especie sobre el planeta, en una región en la que escasea».


«¿Alguien, seriamente, puede creer que estos emprendimientos son inocuos y no dañan la naturaleza, cuando se utilizan sustancias tóxicas y se alteran los ecosistemas?”.

Hay varios agravantes. Como se sabe, la presencia de agua no es generosa en la Región Sur de Río Negro. “El Departamento Provincial de Aguas (DPA) ha realizado estudios para ver la calidad y cantidad de agua que hay en la región. Los resultados son alarmantes, pero no han sido difundidos a toda la sociedad de manera clara, ¿por qué? Pedimos a las autoridades de este organismo que den a conocer esa información. ¿Alguien, seriamente, puede confiar en los controles estatales a la luz de lo ocurrido en otros puntos del país? ¿Alguien puede confiar en los organismos de contralor cuando se modifican o represan cauces naturales de arroyos a la vista de todos y en perjuicio de todos?”.

Río Negro entró en el mapa de la conflictividad minera hacia 1998, cuando trascendió que la empresa Aquiline Resources iniciaría las explotaciones a través de lixiviación con cianuro, método controversial que precisamente, requiere la destrucción de montañas o elevaciones y la utilización de cantidades impensadas de agua.

Tiempo después, la compañía cedió el negocio a la Pan American Silver, trasnacional de origen canadiense, que también se hizo del Proyecto Navidad en Chubut, unos 140 kilómetros al sur de Calcatreu. Las aspiraciones mineras tuvieron que pisar el freno después de un fallo del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que ordenó privilegiar los derechos territoriales de las comunidades mapuche aledañas, pero sobre todo cuando la Legislatura de Río Negro aprobó la Ley 3.981 que prohibía la utilización del mercurio y el cianuro en actividades mineras. Esa norma resultó derogada durante el efímero período del malogrado Carlos Soria, el 29 de diciembre de 2011. Alberto Weretilneck jamás la restituyó. La inminente gobernadora, Arabela Carreras, fue una de las legisladoras que levantó la mano para abrirle la tranquera a las mineras y acusó a las y los manifestantes que retomaron las movilizaciones en Bariloche, de marchar a cambio de 50 pesos que en su imaginación, distribuía un legislador de la oposición. En el presente, Calcatreu es de Patagonia Gold, filial argentina de la británica del mismo nombre.

Lógicas antagónicas

Entre los firmantes del documento de Ingeniero Jacobacci, figuran las comunidades mapuches Casiano Epugñer (paraje Quetrequile); Kona Torres (Coli Toro); Mariano Solo (Colán Conhué); Fentren Ko (Coli Toro); Waiwen Kurruf (Viedma); Colipan (La Gotera); Tata Ancamil (Trelew); Manuel Antenao Nahuelfil (Viedma) y Putrrentuli Mahuida (Lipetrén Grande). La primera vez que el autor de esta columna tomó contacto con la inquietud que generaba el merodeo de las mineras fue en Loma del Tero, periferia de Esquel, durante un trawün mapuche, cuando recién arrancaba el siglo XXI. Repasar viejos documentos deja en claro la persistencia de las mineras pero también, la obstinada resistencia. El párrafo que sigue formó parte de la Declaración del IV Parlamento Mapuche en Chubut, que tuvo lugar en José de San Martín y finalizó el 31 de octubre de 2004, es decir, 15 años atrás. “En concordancia con nuestros últimos trawün, observamos que lejos de detenerse continúa el avance de las compañías mineras en el Wallmapuche. Por eso decidimos encontrarnos en esta localidad, donde empresas como Patagonia Gold operan desde hace dos años y se valen del empobrecimiento que el Estado provocó en nuestros hermanos para introducir engañosas promesas de trabajo genuino. El accionar de estas corporaciones cuenta con la complicidad de las autoridades provinciales y municipales que utilizan los planes sociales y bolsones de comida como instrumento para provocar la desmovilización de las poblaciones de Gobernador Costa y José de San Martín”.

Los nombres se repiten y las metodologías son más sutiles, pero buscan el mismo objetivo. Los fundamentos mapuche también permanecen inconmovibles: “Reafirmamos nuestra oposición a la explotación minera en territorio mapuche, más de los límites provinciales y nacionales. Esta respuesta que articulamos como expresión del Pueblo Mapuche, no se detiene en la discusión sobre tal o cual porcentaje de regalías ni en supuestas condiciones más sustentables de explotación. Surge de nuestro kimün, es decir, de nuestros conocimientos más profundos. Respetamos y defendemos los newen de los cerros y todos los demás newen. Nosotros vemos a la tierra de otra manera: no se la mata, no se la contamina. Perjudicar al pillan es atentar contra nuestra cultura, nuestra identidad”. Otro de los párrafos del pronunciamiento de 2004…

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A punto de expirar 2019, la prensa capitalina y especializada rumorea que Alberto Fernández planea otorgar rango de ministerio a la actual Secretaría de Política Minera, propuesta que habrían arrimado los sanjuaninos Sergio Uñac y José Luis Gioja. En la provincia cuyana hace años que opera la Barrick Gold. A escala nacional, el extractivismo es política de Estado.


Después de pedir que se reabra el debate, el documento de Jacobacci finaliza con un llamado a la democracia directa: “Particularmente orientan nuestros interrogantes y nuestra determinación la cosmovisión ancestral del pueblo mapuche (gente de la tierra). En esta hora urgente sentimos el llamado de la Ñuke Mapu a velar por protección y cuidado, a evitar una nueva violación y profanación que tendría consecuencias de muerte y destrucción. Una vez socializada la información, pretendemos que la comunidad decida, a través de diversos mecanismos, si quiere o no que se instalen -o continúen- estas empresas multinacionales extractivas en nuestra provincia, conociendo qué hacen, cómo lo hacen, cuánto ganan, quiénes se quedan con esa ganancia y qué gana el pueblo”. Que de tanto mirar -comprensiblemente- hacia el costado, no se desate el infierno adentro.

*Por Adrián Moyano para En estos días

Palabras claves: Barrick Gold, extractivismo, mapuches, mega minería, Patagonia, Río Negro

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