Colombia: el uribismo se hunde
Claudia López, candidata de la Alianza Verde, será la primera mujer que gobernará Bogotá. El uribismo abandona su bastión Medellín, y es el principal perdedor de los comicios locales.
Por Yago Álvarez Barba y Paula Pof para El Salto Diario
“Hoy han ganado las niñas, han ganado las mujeres, han ganado los jóvenes”, gritaba la primera mujer alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en el auditorio Compensar ante cientos de personas que celebraban la victoria. Ella y su partido, Alianza Verde, han sido la gran sorpresa de las elecciones municipales colombianas celebradas este domingo 28 de octubre. Mientras, el uribismo se ha demostrado como el gran damnificado de la jornada, perdiendo incluso una de sus principales plazas: Medellín.
En estas elecciones las urnas decidían el futuro de 32 gobernaciones, 1.101 localidades, 12.063 concejalías, 418 diputados y 6.814 ediles. La seguridad en las calles, la movilidad de las grandes urbes y la corrupción han sido los grandes temas que han copado las agendas y mítines de todos los candidatos. Más de 36 millones de colombianos tenían la oportunidad de votar para decidir el futuro de la política municipal y no solo eso: los resultados cuestionan la continuidad del uribismo y abren la puerta a nuevas alternativas para la presidencia del país, el Partido Verde de Sergio Fajardo y la Colombia Humana de Gustavo Petro, al mostrar que existe una alternativa de izquierda para el país mediante sus representantes en las grandes ciudades.
Estas elecciones han sido “las elecciones más libres y pacíficas” en cuanto a la represión y violencia contra las y los candidatos: “solo siete asesinatos”, tres aspirantes a alcaldes y cuatro a concejales, han sido los episodios que han destacado los medios colombianos, comparando esta convocatoria con elecciones como las de 2007, donde hubo 27 candidatos asesinados, o los 40 de los comicios de 2011.
La Alianza Verde de Colombia ha ganado en las ciudades de Bogotá y Cali, celebrando los resultados también en Medellín. La capital del país ha elegido, con un 35,21 por ciento y 1.108.472 votos, a la candidata Claudia López para que dirija la ciudad los próximos cuatro años, siendo la primera mujer y lesbiana que llega al segundo puesto más poderoso de la política colombiana.
López, con un discurso anticorrupción y propuestas ecológicas para el problema de movilidad que sufre la ciudad, ha derrotado a Carlos F. Galán, candidato liberal de Bogotá Para la Gente, al que las encuestas daban por ganador. El candidato de Colombia Humana, Hollman Morris, con una campaña manchada por acusaciones de acoso sexual, que rivalizó principalmente con López por la construcción del Metro (Morris proponía un metro subterráneo frente al modelo de metro elevado de la Alianza Verde), acabó en tercer puesto con el 13,99 por ciento de los votos. El gran fracaso en la capital se lo llevó el candidato uribista Miguel Uribe, de Avancemos, que quedó en última posición en las votaciones.
La alcaldía de Cali también cae en las manos de la Alianza Verde. Su candidato, Jorge Iván Ospina, venció en los comicios con casi un 38 por ciento de los votos. Además de Medellín y la capital del país, la opción verde ha ganado las alcaldías de Manizales, Cúcuta y Florencia.
En Medellín la sorpresa fue incluso mayor. Las encuestas daban como ganador al candidato Alfredo Ramos, del Partido Centro Democrático, pero las urnas dieron la victoria a Daniel Quintero, candidato por el movimiento Independientes que, con un 38,49 por ciento de los votos, será el nuevo alcalde del hasta ahora bastión de Álvaro Uribe. El candidato de Centro Democrático obtuvo el 30,16 por ciento del recuento total. Esta derrota se une a la pérdida del departamento de Antioquia, que tiene Medellín como capital, donde Aníbal Gavíria ganó con un 35,42 por ciento de los votos. El ex alcalde de Medellín y ex gobernador de Antioquia regresa al poder por el frente Es el momento de Antioquia. En otras ciudades en las que las encuestas les daban posibilidades, como Santa Marta o Cúcuta, el uribismo tampoco ha conseguido las alcaldías.
No se puede decir que el partido que preside la República esté muerto, pero sí herido. Las urnas dibujan un duro camino para el Centro Democrático hacia las elecciones presidenciales de 2022, abriéndose un horizonte de inestabilidad e ingobernabilidad para el actual presidente Ivan Duque, que puede aumentar el ya usado voto de castigo, además de potenciar que nuevas fuerzas puedan disputar una presidencia que lleva bajo el poder uribista desde 2002.
*Por Yago Álvarez Barba y Paula Pof para El Salto Diario