El fútbol va a ser de todes o no va ser
En el «34° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No Binaries», el fútbol estuvo presente entre picaditos y charlas, futbolistes de todo el país se encontraron y se abrazaron en los goles que vienen metiendo. La tinta conversó con Mónica Santino DT del equipo «La Nuestra Fútbol Femenino» de la Villa 31 y con Flor Bracco y Aílin Correa de «Abriendo la Cancha Córdoba», sobre el camino que vienen recorriendo en sus territorios y el actual momento que está construyendo y viviendo el fútbol feminista.
Por Redacción La tinta
Ampliaron la cancha para que estemos todes, corrieron los límites para que entren las mujeres, las niñas, les compañeres. En cada gambeteo luchan para ser reconocides, para ocupar lugares de decisión, para no estar más precarizades y sobre todo para transformar las lógicas patriarcales del potrero. Jugar en la canchita de la escuela, del barrio, en la plaza, en los estadios, en los clubes, porque el fútbol va a ser de todes o no va ser.
Durante el 34° Encuentro tuvieron una gran convocatoria en el taller Fútbol y Feminismos donde compartieron las experiencias que vienen tramando en cada espacio. Debatieron, problematizaron la realidad del fútbol para las mujeres y las disidencias y los desafíos por delante. En los últimos años han crecido las experiencias futboleras en cada rincón del país. Cada día más pibas se suman, demandan y organizan espacios y también es emocionante ver las redes que han creado.
El año pasado en el Encuentro de Trelew fue fundacional el taller Mujeres y Fútbol, fue legitimar un espacio que se venía dando ya hace 6 años, desde el Encuentro en Rosario en los espacios públicos. Este año por primera vez se convocó como taller de Fútbol y Feminismos con cancha en la plaza. Marcharon encolumnadas con la bandera de «Coordinadora sin Fronteras de Fútbol Feminista», que se conformó hace un año en Trelew a raíz de los debates en la mesa de Mujeres y Fútbol, que es una red que agrupa espacios heterogéneos, incluye a hinchas, jugadoras, DT, equipos, espacios políticos y periodistas.
Al patriarcado ya lo estamos gambeteando
Mónica Santino nos cuenta que desde 2007 sostienen un espacio de entrenamiento para niñas y mujeres jóvenes, el grupo se fundó a partir de la conquista de la cancha como territorio para las mujeres. Conjuntamente con los entrenamientos tienen talleres de reflexión sobre las problemáticas que viven donde trabajan sobre diversos temas como salud sexual y (no) reproductiva, violencias de género, discriminaciones, placeres, entre otros temas.
Vienen construyendo una identidad propia: Fútbol Feminista Villero y Comunitario. Amorosamente nos comparte sobre cómo vienen organizando las actividades del fútbol en el barrio, “la cancha no la usaban las mujeres, y las chicas se organizaron para tener un horario de entrenamiento y ocupar el espacio. Ese hecho nos fundó, en la actualidad hay más de 100 chicas entrenando. Ese ocupar la cancha para la mirada del barrio fue revolucionario, logró que algunos varones cuiden a les hijes mientras las compañeras están jugando, empiezan a sentir que tienen un cuerpo que puede hacer muchas más cosas de las que les dijeron y no estar únicamente programadas para la maternidad, que si la maternidad tiene que ocurrir que también sea a partir del deseo. Entonces creo que ese derecho a jugar para las pibas del barrio significó recuperar dignidad, encontrar un lenguaje, nuevos vínculos, cuando siempre a las mujeres nos dijeron que todas juntas somos brujas, somos peligrosas. El fútbol y pasarte la pelota enseña que somos todas importantes y que las transformaciones son colectivas, lo llamamos estrategia de empoderamiento colectivo, aprendieron las pibas y aprendimos las entrenadoras, todas nos hicimos fuertes”.
Le preguntamos sobre qué implica la construcción de lo feminista en el fútbol, a lo que nos respondió que “el fútbol feminista como algo que rompe la lógica del deporte de que existe el que gana, del mercado y el negocio; porque ese es el que impone el patriarcado, que siempre nos dejó afuera porque pareciera que nuestros cuerpos están hechos únicamente para la maternidad y cualquier otra posibilidad de explorar ese cuerpo y ese movimiento es peligrosa para el sistema instalado. Creemos que desde esta mirada el fútbol es subversivo, y creemos que tiene todavía mucho para crecer. No creo que el fútbol feminista sea un concepto, una idea que estamos poniendo acá sino que crece, y que los encuentros plurinacionales son una gran oportunidad, la gran ventana para conocer mujeres de todo el país, distintas identidades de todo el país, y que también el fútbol se encuentra en un camino de expresión, de libertad y de comunión de todas las compañeras. El encuentro nos hace mejores, siempre te vas mejor, y volvés con más fuerzas y más ganas para seguir transformando la realidad. Nuestro camino es a través del fútbol, como para otras compañeras pueden ser otras expresiones, pero creo que todas las conquistas para el fútbol femenino de estos últimos meses que fueron muy fuertes son con el feminismo, y es con el feminismo que vamos a lograr todos los desafíos que tenemos por delante”.
Un caño al patriarcado y la opresión
Conversamos sobre los impactos concretos desde que tomaron la cancha, sobre cómo resonó y afectó en el barrio, en la vida de las familias y en quienes participan del espacio. “El salir un rato de las tareas de cuidado, del ámbito doméstico porque las mujeres en los barrios están acostumbradas a tareas muy pesadas desde edades muy tempranas, a la organización de comedores, a la organización familiar, a trabajar afuera y adentro del barrio, entonces jugar es una posibilidad de libertad muy grande, porque te pasa por el cuerpo primero. Y una herramienta muy poderosa para empezar a combatir esa violencia de género que es muy cotidiana. Desde que salís del barrio, te tomás un colectivo y cualquiera tiene derecho a decirte cualquier cosa, cuando empezás a sentir que tu cuerpo es un peligro. Entonces a devolverla al revés, que el fútbol haga sentir que ese cuerpo es más poderoso, que se plante y diga que no a lo que no quiera”.
Mónica concluye esta charla con la convicción de que la clave en este momento histórico para el fútbol disidente y feminista, es seguir sosteniéndose organizativamente y de manera colectiva, tomar los lugares en donde se toman decisiones con respecto al deporte, que haya muchas mujeres dirigentas, directoras técnicas, divisiones inferiores en los clubes, y la profesionalización para todas. “Tenemos todo eso por delante para resolver y la clave es feminismo, sin eso la denuncia de Maca Sanchez no hubiese sido posible, hay un colchón atrás que sostiene la denuncia de Maca, esos actos de valentía tienen que tener un movimiento por debajo, y es lo que construimos acá”.
Copando la canchita, jugamos en manada
Abriendo la Cancha es una organización social de Córdoba, que viene organizando diversas actividades para la promoción y visibilización del fútbol femenino y sus luchas. Conversamos con Flor Braco y Ailin Correa con el fondo de picadito, sobre como viene siendo la experiencia de la organización de las mujeres y disidencias en el fútbol en este último tiempo que ha tenido una explosión ese proceso y se encontraron en La Plata en este encuentro histórico. “Nos hemos encontrado un montón de espacios que son diversos; grupos, equipos, organizaciones sociales, espacios dentro de los clubes, y empezamos a pensar otras cosas que antes no estaban en agenda, nos empezamos a juntar con un sentido democrático, solidario, colaborativo, autogestivo contra los sentidos machistas y patriarcales del fútbol. Ese proceso ha dado la posibilidad de hoy poner la cancha y el taller al lado, esto eventos como el encuentro plurinacional son muy importantes”.
En la cancha que desean y gambetean, nos comparten el proceso de conectar el feminismo y el fútbol “se ha dado de una manera muy enriquecedora, algunas venimos del fútbol y otras del feminismo y nos unen las causas y las luchas en relación a las desigualdades en el fútbol, territorio machista y patriarcal. Sucede que quien viene del fútbol se encuentra con el feminismo y encuentra un alojamiento a su lucha y quien viene del feminismo puede visualizar esas desigualdades fácilmente en el territorio de la cancha, este proceso ha dado lugar a esta hermosa mixtura de muchos espacios diversos pero con luchas y objetivos claros, hemos logrado visibilizar prácticas que existían pero estaban tan invisibilizadas que darle un poquito de notoriedad hizo que hoy estemos acá y con toda esta convocatoria. Nos gusta ver fútbol, hablar de fútbol, pensar sobre fútbol y eso está presente como un sentimiento y como algo tan placentero en muches compañeres, había que conectar eso y activismo”.
Fútbol sin fronteras porque el lenguaje del fútbol es sin fronteras
“No importa la clase social ni en lugar del país, hoy las más chicas tienen otros caminos más fáciles, demandan en las escuelas sus espacios para jugar fútbol, cada vez que armamos una escuela para niñas y jóvenes para jugar al fútbol, se llena, ninguna de esas propuestas falló, ponemos una fecha y no para. Hay un deseo y un juego, una identidad que quiere ser parte y que no estaba teniendo lugar, es necesario proponer esos espacios de oportunidades, poner a rodar una pelota en el espacio público, pero que también puedan jugar en las canchas del barrio, que tengan un espacio en sus espacios comunitarios, que las escuelas tengan espacio para el fútbol de las pibas. Que no sea un opción del día del estudiante, que sea parte de la currícula, que no sea un permiso o que tiene que ser mixto porque tienen que aprender a compartir, capaz no, es tiempo de que puedan jugar entre ellas también”.
En Córdoba por ejemplo, una experiencia muy potente de redes y articulaciones, de lucha por construir un fútbol disidente, feminista, se gestó este año para el 8M: el Frente Futboleras Organizadas Córdoba, son hinchas, socias, jugadoras y trabajadoras. Participan Abriendo la Cancha, Belgrano Feminista, Coronadas de Gloria de Instituto, EMA Encuentro de Mujeres Albiazules, Las Wachas Martas Cub y el Club Les Vaqueres.
Por último, Flor y Ailin nos comparten algunas de las reflexiones que salieron del Taller de Fútbol y Feminismos en relación a los desafíos y horizontes por delante, “hablamos mucho sobre la situación de las ligas y las jugadoras de fútbol locales, nacionales. Todas tienen que tener contrato, toda piba tiene que tener la posibilidad de jugar al fútbol y vivir de eso, es urgente considerar a las trabajadoras en los clubes, todo lo que es el ámbito institucional y de participación política dirigencial deportiva, los planteles femeninos tienen que llenarse de DT y preparadoras físicas, de delegadas de los equipos, de periodistas, ser parte en las comisiones de clubes. Tenemos que copar la parada en relación a los espacios que nos competen en temas de decisión sino reproducimos desigualdades o estamos peleando por cosas muy pequeñas. La agenda por delante nos da una perspectiva de articulación muy grande, eventos que nos tienen que encontrar para potenciar lo que estamos haciendo, que se conozcan otras experiencias, pensar estrategias de abordaje ante lo que va aconteciendo”.
*Por Redacción La tinta / Foto de portada: Coordinadora sin Fronteras de Fútbol Feminista.