Patadas y humillación contra ocho estudiantes por jugar al fútbol en una escuela
Se quedaron jugando al fútbol después de hora en la canchita del colegio, como es costumbre en el barrio. Eran ocho pibes de entre 10 y 16 años. Llegaron cinco policías armados, les pisaron las cabezas, los patearon y los obligaron a cantar el himno mientras cargaban sus pistolas. Ante un pedido de auxilio, llegaron los padres, quienes increparon a los efectivos, que, luego, pidieron «disculpas». Esto ocurrió el viernes pasado en una escuela de la localidad de Adrogué, en el sur del conurbano bonaerense. Está asentada una denuncia por «abuso de autoridad y lesiones» en la Fiscalía N°8 de Lomas de Zamora.
Por ANRed
El viernes pasado, cerca de las 20, estaban ocho menores jugando en el predio (cancha de cemento) de la Escuela N°39 de artes visuales del partido de Almirante Brown. «Los chicos van y vienen de la canchita, juegan al fútbol, es algo que siempre se hizo en el barrio», relataba a ANRed una de las madres afectadas.
Luego, llegaron cinco efectivos de la policía local, que, a punta de pistola y alumbrando con linternas, ordenaron a los gritos a los chicos que se arrojaran al piso y empezaron los insultos. El «verdugueo». Los pibes trataron de explicar que sólo estaban jugando y que eran menores. La respuesta fueron golpes.
«Los empezaron a patear y a pisarles la cabeza. Mientras apuntaban, les hicieron cantar el himno mientras se reían y los insultaban. Uno de los chicos cuestionó el trato y ‘que no podían tratarnos de esa manera, que teníamos derechos’, pero se acercó el uniformado y le dio una patada en las costillas», relató la madre. El padecimiento duró una hora.
«A Nico, de 14 años, le pisaron la cabeza mientras lo apuntaban, casi apoyando el arma. Ramiro, que tiene 13 años, recibió patadas en las costillas. A Miguel, de 16, le pisaron la cabeza y a Renato, de 14, lo empujaron al suelo a punta de pistola mientras le querían sacar el short», relataba un familiar.
Los efectivos ingresaron dentro de la escuela a identificar a cada alumno e iniciaron el cacheo contra la pared de las aulas. En medio de los gritos, uno de los chicos pudo pedir ayuda y comenzaron a llegar los padres de los estudiantes, quienes preguntaban por qué les estaban pegando a sus hijos. «Vino mi hijo a casa, aterrorizado, a pedirme ayuda por lo que había pasado. Me acerco hasta la escuela y veo que había unos oficiales. Uno de ellos se identifica como Cáseres y les pregunto por qué habían lastimado a mis hijos, y me responde que ellos no habían sido y que pedían disculpas de cómo habían procedido (policía local). Que ellos habían arribado por una denuncia que había llegado desde el 911, en donde decían que habían personas armadas rompiendo la escuela», explicaba una de las madres.
En ese contexto, llegó un móvil de la bonaerense que sirvió de reemplazo de los efectivos locales, que se fueron retirando, cuestionados por los familiares de los pibes. Los policías que recién habían llegado pidieron disculpas por los hechos ante el enojo de los padres, quienes fueron a realizar una denuncia a la departamental de la policía local de la zona. Allí, luego de tomarles el reclamo, les aconsejó que vayan a la comisaria de Adrogué a presentar la denuncia, donde les tomaron testimonio y se elevó la investigación a cargo de la Fiscalía N°8 de Lomas de Zamora, bajo la carátula de «abuso de autoridad y lesiones».
*Por ANRed.