Lecturas a viva voz para encontrarnos

Lecturas a viva voz para encontrarnos
13 septiembre, 2019 por Soledad Sgarella

Tras la presentación del proyecto de Ley para la creación del Instituto Nacional del Libro, en Córdoba brotan -bien plantadas en una esperanza de primavera política- experiencias artísticas donde compartir literatura es el corazón del encuentro con otres. Esta tarde, se juntan con Zona de Cuarentena para celebrar la coincidencia en el primer evento del Ciclo “Sinfonía de un sentimiento”.

Por Soledad Sgarella para La tinta

El oído une, dice con contundencia el antropólogo Adolfo Colombres, “y la expresión oral reúne a la gente, funda auditorios y los somete a rituales, pues donde hay mito (es decir, palabra, relato primordial) hay también rito”.

Leer un texto poético o narrativo y convertirlo en sonidos para otrxs, es decir, poner ahí el propio color de voz, la respiración, el tono, el gesto, a fin de cuentas, el propio cuerpo, hace de ese texto el crisol necesario para hacer comunidad, casi mágicamente. Contextualizar el texto es traerlo a la realidad, es anclarlo en un territorio específico, es bajarlo a un tiempo concreto. 

“Leer en vivo es casi teatral, y esto del encuentro a través de las lecturas es algo muy orgánico de la tarea de escribir, para mí. Una, si bien siempre escribe sola, escribe para que ese texto esté compartido, para que genere cosas y en las lecturas una lo que logra justamente es eso: ver en tiempo real qué generan las historias que una escribe” cuenta a La tinta la escritora y realizadora audiovisual cordobesa Natalia Ferreyra“Somos escritores y escritoras, laburamos con la palabra y está bueno reunirnos para compartir eso”, agrega.

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Laura López Morales cuenta que para ella, por el contrario, leer ha sido una instancia muy distinta a lo que significa escribir, y que le ha llevado bastante tiempo asimilar: “Todavía me cuesta. Cada vez es para mí un desafío, porque escribir es un lugar que siento como muy propio, es esa válvula de escape, es todos esos lugares donde una se siente en refugio, digamos. Escribir es sobretodo eso, un lugar propio”. 

La escritora de Villa Dolores hace referencia al mundo de complejidades que el ejercicio de la oralidad trae consigo y cuenta: “la escritura es un espacio de mucha soledad e introspección, entonces, el tema de leer en público es poner el cuerpo y la voz en contextos muy distintos siempre, con otrxs, y no deja de ser un acto político y performático. Poner el cuerpo para leer para otrxs es siempre un desafío, es encontrarle la voz dicha, hablada, a esos poemas. En la escritura creo tenerla, creo que está esa voz mía ahí, pero decir los poemas es otro momento y lleva todo su bagaje de contrariedades.

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Los contextos además van variando siempre. A veces hay lugares donde te invitan a leer y el espacio está preparado para eso, hay una intimidad para la escucha y para la lectura y la gente sabe que va a eso. Otras veces eso no se da y, bueno, con la presencia y la voz y el cuerpo, hay que abrir ese espacio, y lleva otra disposición. No siempre estamos anímicamente bien o en óptimas condiciones para una lectura, pero se lee con todo lo que una trae, así como se escribe”.

Leer en vivo es, de alguna manera, poner toda nuestra condición humana a disposición de un público que está ahí, siendo a la vez testigo y partícipe de la performance única e irrepetible de quien relata o recita. En este este sentido, Sergio Gaiteri dice: “Siempre he pensado que escribo porque no sé hablar. Pero en este caso es en un momento crucial de la historia del pueblo argentino, la salida del régimen de terror y desigualdad de la derecha en nuestra tierra. Eso hay que empezar a celebrarlo. Una forma posible es compartiendo mis pequeñas historias, escuchando a otros escritores. Volver a escucharnos después de estos años de intento de destrucción del otro, de todo lo otro”.

López Morales cuenta a La tinta su experiencia con la lectura en vivo, pero en la calle, en la última Marcha del 8M: “Hicimos postas de lectura en medio de la marcha, y eso fue muy muy fuerte… movilizante, muy movilizante. Poner el cuerpo en la calle, y a la vez esto de que la gente nos rodeaba, nos escuchaba, nos hacía devoluciones, fue increíble. Para mi en un contexto así era la primera vez y fue hermoso. Leer ante el público, como te decía, es un desafío y siempre te llena de cosas nuevas. Y más en estas épocas, donde está siendo muy necesario -sobretodo- el encuentro”.

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Las escritoras coinciden en la importancia de la organización de ciclos así, haciendo hincapié en su lugar como trabajadoras de la cultura. Ferreyra aclara: “Creo que en primer lugar lo que está bueno de este evento -que no me parece menor- es la revalorización de las escritoras y escritores como trabajadores de la cultura y que ese trabajo implica mucha dedicación, y que muy pocas veces es reconocido desde el estado o desde distintos espacios. Sin ir más lejos, muchas presentaciones que una hace no se pagan, muchas lecturas no se pagan y en este caso no es menor que recibamos por nuestro trabajo que es leer nuestros textos un tipo de honorarios al respecto, digamos. Eso es lo más novedoso, y lo festejo y lo celebro, y debería ser así siempre”. 

Disfrutar de la literatura a través de la oralidad y escuchar a otrxs contagiándonos las emociones a través de una puesta en escena, a través de sus vibraciones sonoras, debería ser una práctica -valga la redundancia- con más práctica. 

Ya lo decía el querido Gustavo Roldán en su libro Para encontrar un tigre. La aventura de leer:  “Después, mucho después todos (todos es un decir) aprendimos a leer, y como en un proceso de perfeccionamiento, aprendimos a leer solamente con los ojos. Y ahí ganamos y perdimos. Lo que ganamos lo sabemos bien. Lo que perdimos tal vez valga la pena repetirlo porque es algo extremadamente importante, porque fuimos olvidando que las palabras suenan y que en el sonido está una parte fundamental del significado de las palabras”.

 ► Ciclo “Sinfonía de un sentimiento”. Lecturas de Elena Annibali, Laura López Morales, Natalia Ferreyra y Sergio Gaiteri y la música de Zona de Cuarentena. Viernes 13 de septiembre a las 19.30 hs. en Casa Ciudadana (Urquiza 355).

*Por Soledad Sgarella para La tinta.

Palabras claves: Elena Anníbali, Laura López Morales, literatura, Narración, Natalia Ferreyra, Sergio Gaiteri, Sinfonía de un sentimiento

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