Trabajar y ser pobre

Trabajar y ser pobre
12 agosto, 2019 por Redacción La tinta

Une de cada cuatro ocupades es pobre en la Argentina de Mauricio Macri. El incremento en la canasta básica y la galopante suba de los servicios sumergieron a 4.530.000 personas en la pobreza. Tener trabajo no es garantía de no estar por debajo de la línea de la pobreza en Argentina.

Por Juan Meza para ANCAP Noticias

Según un informe del INDEC la canasta de alimentos básicos y la canasta básica total incrementaron entre un 60,9% y 64,2%. Por su parte el promedio de los asalariados creció alrededor del 35%. A simple vista la cuenta es lógica, el asalariado siempre corre desde atrás en la carrera de llegar a fin de mes. Para no ser pobre en lo que respecta a la provincia de Buenos Aires una familia tipo (4 integrantes) necesita $ 31.148,41 para no caer en la pobreza y cubrir la canasta básica total. En tanto, una familia de 5 integrantes necesita $ 32.761,00. Esto se traduce a más de $ 1000 por día para no estar por debajo de la línea de la pobreza.

Si contemplamos el salario mínimo que hoy rige en nuestro país, que es de $ 12.500,00, con dos salarios mínimos una familia tipo no llega a cubrir el total de la canasta básica, lo que, aun teniendo dos ingresos, los convierten en pobres. Hablando de términos porcentuales, la canasta básica, en el último año subió más de 60%, y los empleados pobres ascendieron de 17,3% a 24,5% en el mismo periodo.

La Gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, en el programa radial Corea del Centro, declaró: “Han sido años difíciles, claramente no para los más pobres porque ellos fueron los más protegidos”.


No solamente el que no trabaja es pobre, sino que el que trabaja también, en la Argentina donde las garras del FMI se han posado para apretar hasta explotar al pueblo trabajador.


Los jóvenes no se encuentran fuera de este mundo de números en rojos. El empleo juvenil ronda el 27% lo que significa que es 3 o 4 veces que el porcentaje del 8% para el empleo adulto. La cruda realidad en la que caen muchos jóvenes hoy en día cuando terminan el secundario, es si seguir estudiando o buscar trabajo para ayudar a la familia. O bien la dos cosas. La única certeza que tiene un pibe de 17 o 18 años es la falta de garantías que hay para la subsistencia dado al plan económico de saqueo y empobrecimiento que tuvo desde el minuto cero el gobierno de Mauricio Macri. Los números están a la vista y no son solamente estadísticas, basta con mirar a los costados en la calle y ver a un par tirando de un carrito buscando cartón, o filas y filas de personas donde se abre un puesto de trabajo, como a cuenta gotas.

Porque, si bien el pueblo trabajador es el que paga las costas del despilfarro que lleva adelante la política económica del actual presidente, los empresarios también se vieron, en parte, acorralados por la crisis y desde la asunción de la alianza cambiemos en el poder, casi 20.000 empresas cerraron.

En un informe privado de la consultora Radar, muestra que 19.131 empresas cerraron desde junio de 2015 hasta junio de 2019, lo que representa una baja de 3,4%. En el informe, la consulta informó que las causas son la menor demandas internas, la falta de previsibilidad y el aumento del costo financiero y la mayoría de esas empresas que hoy ya no existen eran Pymes, empresas de menos de 10 empleados.

Llegando al final de su mandato y aún disputando poder por seguir en su cargo, el gobierno no puede tapar el sol con la mano.

*Por Juan Meza para ANCAP Noticias. Foto: Juliana Miceli.

Palabras claves: Indigencia, macrismo, Pobreza, trabajo

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