Caña con ruda y a pasar agosto

Caña con ruda y a pasar agosto
1 agosto, 2019 por Soledad Sgarella

Llega el mes de los vientos y, automáticamente (y por fortuna), nos convertimos en curanderes. Tres tragos en ayunas de algún aguardiente con ruda en maceración y aguantaremos con entereza el año que, como sabemos, en nuestras latitudes, recién comienza.

Por Soledad Sgarella para La tinta

Rutaceae Ruta chalepensis L.: Ruda.
Principales usos: Tratamiento sistema digestivo.
Desequilibrios sociales. Se emplea para curar el empacho y contra las malas ondas.

El uso popular de las plantas medicinales nos ha salvado desde tiempos ancestrales. Sin lugar a dudas, las prácticas curativas utilizando yuyos han liberado nuestros demonios desde tiempos antiguos. El ritual del primero de agosto nos pone, una vez más, en el centro más céntrico de la heterogeneidad cultural existente en esta zona del planeta que habitamos.

El patrimonio cultural, esta valiosa e infinita caja de pandora, nos da la pata firme y necesaria para la vinculación con la historia, pero, ante todo, pone sobre la mesa que “la unidad cultural de la sociedad no es más que una ilusión política homogeneizante con capacidad preformativa”, como dice Grimson. El vasto patrimonio cultural hace de nuestra identidad, sudaca y rica, un crisol de diferencias donde, sin fronteras culturales, compartimos el ritual de la caña con ruda en Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay y sur de Brasil el día en que celebramos a la Pachamama.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

¿Cuál es el origen de los tres tragos de caña o de grappa con ruda? Si googleamos, y repetido hasta el cansancio, aparece que el ritual viene de costumbres guaraníes, cosa que no tiene demasiado asidero. No hay ningún estudio, ni académico ni no académico, que lo compruebe o lo narre fehacientemente. Tal vez, tenga que ver con que los pueblos originarios del litoral eran -y son- eximios conocedores de las plantas, de sus propiedades curativas, y por la estrecha vinculación con la selva amazónica. 

La ruda no es una planta nativa de nuestro continente. Es verdad que, por sus cualidades curativas y su fácil crecimiento, se adoptó de manera rápida, pero la ruta o ruda es una planta exótica de origen mediterráneo introducida en América con la conquista. 

Nombrada en la Biblia, utilizada por los griegos y hasta mencionada por Shakespeare, la ruda “fue uno de los medicamentos privilegiados de la antigüedad y sus cualidades medicinales fueron reseñadas por los más antiguos autores en esta materia, como Hipócrates, Plinio y Dioscórides, para quienes ya eran conocidas, entre otras, su acción emenagoga, antiespasmódica, vermífuga, abortiva, antiepiléptica y antihistérica”, según la Asociación Cordobesa de Farmacéuticos Homeopáticos.

Además, la misma asociación se encarga de dejar en claro que: “En el ámbito popular, se la discrimina como ‘macho’ y ‘hembra’, en la creencia de que una posee los órganos masculinos y otra, los femeninos; pero la ruda es una planta hermafrodita. Es decir, tiene los órganos masculinos y femeninos en la misma planta. Los caracteres populares considerados para efectuar esta clasificación son: el tamaño de la planta y de las hojas y la intensidad de su aroma. De acuerdo a las informaciones recogidas, se considera «ruda macho» al arbusto de mayor porte, con hojas más grandes y mayor intensidad en su aroma. Botánicos argentinos como Martínez Crovetto, García y Jiménez aplican esta descripción a la Ruta Chalepensis y llama «ruda hembra» a la Ruta Graveolens con una altura no superior a 50 centímetros, en nuestro país. Según datos bibliográficos, así como el estudio de distintos herbarios, confirman que, en nuestro país, el principal cultivo es de Ruta Chalepensis”, afirman desde el mismo espacio. 

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

La utilización de las hierbas ha estado asociada a ritos mágicos y religiosos, y su carácter curativo, si bien se atribuía a las dioses o fuerzas del más allá, tiene directamente que ver con saberes empíricos de las comunidades, específicamente de quienes cumplen el rol de chamanes o curanderos. Según el antropólogo uruguayo Hernández Nilson, la ruda está popularmente vinculada a rituales y tradiciones mágicas: es plantada en el frente de las casas para proteger el hogar y es usada para realizar venceduras, práctica generalmente realizada por mujeres. 

Un gran capítulo de la historia del entrecruzamiento entre la ruda y las identidades no masculinas es el de las prácticas abortivas. No vamos a profundizar en este tema, simplemente, dejar en claro que seguimos en pie de lucha para que el aborto sea legal, seguro y gratuito. Que la ruda sea utilizada solamente para pasar el agosto sin mayores complicaciones o evitar la gripe de viento, no para que las personas con capacidad de gestar realicen una práctica poniendo en riesgo su vida.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

De fácil cultivo, plantita bancadora en macetita de balcón de departamento o en el campo, muy arraigada en el Litoral, con o sin imposición de manos, la ruda macerada en caña viene a aliviarnos los ardores del invierno. 

Su valor ritual se potencia cuando, en plena semana explotada, nos hacemos un rato para pasar por la casa de amigues que, desde el año anterior, vienen preparando su botellita para compartir o comprando de paso por alguna dietética una petaquita que nos garantice un buen comienzo de ciclo de siembra.

La intencionalidad mágico-curativa es eso: dar y recibir, aliviarnos entre todes lo que tenemos que curar y no queremos repetir.

*Por Soledad Sgarella para La tinta. Fotos: Colectivo Manifiesto.

Palabras claves: Caña con ruda, Día de la tierra, Grappa con ruda, Hierbas medicinales, Homeopatía, Pachamama

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