Detrás de las palabras I
Por Esteban Viú para La tinta
Con la campaña electoral a punto, esta columna se propone investigar qué hay atrás de las palabras que leemos o escuchamos por estos días: intereses cruzados, operaciones mediático-judiciales y fake news congestionando las redes sociales configuran un escenario complejo para los discursos e información contextualizada y verídica que circula en campaña.
Estas palabras no son la defensa de ninguna fórmula en particular, sino una pequeña contribución para esclarecer la información que se nos multiplica por estos días. Las prácticas periodísticas y de nuestros representantes no solo quiebran la confianza en la información o el sistema electoral. Hieren de muerte la confianza de la ciudadanía y rompen el debate público, y, por consecuencia directa, la calidad de nuestra democracia.
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Minutos después del cierre del congreso del Frente Renovador, que autorizó a Sergio Massa a realizar las alianzas que crea necesarias para sacar a Mauricio Macri de la Casa Rosada, el diario La Nación, en su portal web, publicó una nota titulada “Aerolíneas Argentinas: Massa firmó la expropiación en 2008 como jefe de Gabinete”. 11 años después y sin ningún tipo de vergüenza, el ariete de la oligarquía arremetía contra el ex intendente de Tigre que se mostraba dispuesto a una alianza con la dupla Fernández-Fernández. El mensaje fue claro: cualquiera que pueda intervenir durante la campaña contra los intereses de la clase dominante será víctima de un crimen por noticia fácil.
Y no es que Sergio Massa sea la reencarnación del Che o el abanderado de la justicia social, solo que, en el tablero político actual, se muestra como oposición al gobierno de Cambiemos. El posteo como rápido reflejo de La Nación fue lo suficientemente disruptivo para pensar que es necesario, durante estos meses de campaña sucia, analizar y seguir de cerca el discurso hegemónico que defiende intereses muy concretos: la pérdida del 55% del Salario Mínimo y las jubilaciones, el endeudamiento masivo, la represión como método de control, la bicicleta financiera y el derrumbe de la industria, por solo nombrar algunos de todos los hechos que el gobierno perpetra y sus aliados callan.
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El ala mediática
La cirugía mediática tuvo dos partes: la local y la internacional. La trama autóctona estuvo vinculada, una vez más, con el caso de la muerte de Alberto Nisman. El 1 de junio, Claudio Savoia, periodista de Clarín, twitteó: “Confirman que Alberto Nisman fue asesinado por su denuncia contra Cristina Kirchner”. Más allá del peso de su denuncia, la particularidad fue que la nota que subió ya había sido publicada en el diario Clarín el 1 de junio, pero de 2018. Las redes de Clarín (y, por lo tanto, la de muchísimos medios del país) se hacían eco y republicaban la noticia.
Confirman que Nisman fue asesinado «como consecuencia» de su denuncia a Cristina Kirchner https://t.co/O0pElryUlw pic.twitter.com/EYlof106a5
— Clarín (@clarincom) 1 de junio de 2018
Pablo Duggan, uno de los periodistas que investigó la muerte del fiscal con mayor seriedad, explicó con un hilo cómo venía la mano.
Clarín a través de la nota de hoy y el posteo de una nota de hace un año está apretando al juez Ercolini para que no ordene una evaluación de la causa que puede llevar a que se sepa la verdad de una vez por todas.
— Pablo Duggan (@pabloduggan) 5 de junio de 2019
La prensa financiera internacional también comienza a posicionarse en el tablero electoral y marca agenda. El diario inglés Financial Times publicó un editorial titulado “Los argentinos deben rechazar el regreso del peronismo”. El matutino El Nuevo Herald, de Miami, no se quedó atrás con su artículo “El peligroso regreso de Cristina Fernández de Kirchner”. Las notas caen en lugares comunes como el fantasma del populismo, los 70 años del peronismo y la estatización de empresas estratégicas. Uno de los párrafos del Financial Times dice que “el programa de austeridad de Macri va camino a entregarle a la Argentina ganancias económicas en el largo plazo, pero los dolores de corto plazo por la caída en los estándares de vida podrían ser demasiado para los votantes. Una nueva Cristina Kirchner, reenvasada en colores más moderados, podría ofrecer un alivio rápido». Una mejorada versión del segundo semestre y el derrame de la riqueza en un futuro. Pero el hambre es ahora.
Mención especial: Para Eduardo Feinmann, que, el día del periodista, publicó en sus redes un video donde repasaba todas las obras inauguradas por el gobierno de Cambiemos (inauguradas, no financiadas ni ejecutadas) acompañado del mensaje “Hechos. No Palabras (sic). Sin bolsos repletos de guita y millones de dólares en coimas pagadas y recibidas”. Al parecer, festejaba el día del publi-periodista.
Hechos. No palabras. Sin bolsos repletos de guita y millones de dólares en coimas pagadas y recibidas. pic.twitter.com/W8mN7uOWuZ
— Eduardo Feinmann (@edufeiok) 7 de junio de 2019
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Whatsapp aparece, este año, como la herramienta preferida del oficialismo para hacer el trabajo sucio. El equipo de comunicación del gobierno volcará su campaña a la red de mensajes para insertarse en los grupos, detectar indecisos, difundir mensajes oficialistas y fake news contra los candidatos opositores. Al igual que Bolsonaro el año pasado, lo que se busca es ramificar la difusión de los mensajes y la posibilidad de que cada receptor se convierta en un punto difusor de los eslóganes cambiemitas.
En los últimos días, hubo operaciones de difusión de fake news mediante whatsapp, que le dan comienzo a la campaña del gobierno. El escenario indica que la campaña girará en torno a esos ejes, que busca convencer al electorado desprestigiando al adversario. Uno de los mensajes más fuertes que circuló fue el que advertía de un posible asesinato de Alberto Fernández: “A nivel internacional, ¿a quién le interesa que Argentina vuelva al populismo? ¿Saben a quién? Fundamentalmente a Rusia. No nos olvidemos que los rusos mataron al presidente Kennedy como, seguramente, también van a matar a Alberto Fernández, ella tomaría la presidencia y Argentina, nuevamente populista, seguirá el camino hacia Venezuela”.
Alejandro Rozitchner, filósofo y asesor presidencial, con peso en las estrategias comunicacionales, se ocupó de saber qué opinaban sus seguidores de Twitter sobre whatsapp (sí, en 2019) y realizó una férrea defensa de la app.
Me encanta Whatsapp, creo que es sensacional. Qué piensan de esa aplicación? La usan mucho? La disfrutan? Qué características dirían que tiene? Para qué creen que sirve?
— Alejandro Rozitchner (@AlejRozitchner) 31 de mayo de 2019
Hasta aquí, la primera entrega de esto que intentará poner el ojo sobre algunas operaciones mediático-judiciales y fake news que están a la orden del día en esta campaña que arrancó con todo.
*Por Esteban Viú para La tinta.
