Alquilar en tiempos de crisis

Alquilar en tiempos de crisis
5 junio, 2019 por Redacción La tinta

Charlamos con Florencia Presta de Inquilinos Agrupados y la Federación de Inquilinos Nacional, sobre la situación actual del alquiler en argentina, la Ley Nacional de Inquilinos y las proyecciones del sector del alquiler desde la perspectiva de quienes alquilamos y sabemos que comprar una casa no entra en el campo de lo posible.

Por Emergentes

—¿Hace cuánto que existe la organización? ¿Cuáles son sus objetivos y modos de funcionamiento?

—En el año 2015, Inquilinos Agrupados surge como la necesidad de responder de forma colectiva ante los abusos que durante años impuso y sigue imponiendo el mercado inmobiliario a las familias inquilinas. Romper la lógica de lo doméstico del problema de acceso a la vivienda e instalarlo en la agenda pública es desde el principio uno de nuestros objetivos. En un contexto de concentración del mercado inmobiliario y de inquilinización de las ciudades, entendemos que sólo organizándonos podremos alquilar de forma justa.

Informar a lxs inquilinxs sobre sus derechos, asistirlxs con asesoramiento jurídico y elaborar proyectos que amplíen nuestros derechos, como el de la Ley Nacional de Alquileres, son algunas de las actividades que llevamos adelante desde una organización horizontal que articula con diferentes colectivos.

Además hemos logrado conformar la Federación de Inquilinos Nacional. Organización que nuclea a todas las organizaciones de inquilinxs del país.

—Generación tras generación el sueño de tener una casa propia parece cada vez más lejano, pero ¿es fácil alquilar en Argentina? ¿Cuáles son las principales dificultades?


—La desregulación del mercado inmobiliario es una de las principales dificultades para acceder a la vivienda. Hoy no es posible acceder a la casa propia. Según una encuesta que realizamos el año pasado, el 75% de lxs inquilinxs considera que nunca va a acceder. Sin embargo, la situación de desregulación, sumada a la crisis económica actual, vuelve incierta también la posibilidad de acceder a un alquiler o sostener los contratos firmados (el 30% de las familias inquilinas tuvo que rescindir anticipadamente).


Los aumentos de precios semestrales, que aumentan desde hace años muy por encima de los salarios, sin ningún tipo de regulación, hacen que hoy lxs inquilinxs destinemos el porcentaje más alto de la historia al alquiler (el 50% de los ingresos). Esta situación, aleja la posibilidad de acceder a la casa propia, y lleva a una concentración del mercado inmobiliario en pocas manos, con su consecuente capacidad de seguir imponiendo precios. Es por eso urgente una ley de alquileres que fundamentalmente regule el precio y extienda la duración de los contratos.

—¿Qué pasa con el alquiler informal, tiene posibilidades de incorporarse al mercado regulado?

—El alquiler informal es producto, en parte, del estereotipo inquilino que impone el mercado inmobiliario para poder alquilar. Si no estás dentro de ese estereotipo: clase media, asalariada, preferentemente blanca, sin hijos, un varón que firme el contrato y un familiar directo que tenga una propiedad de garantía; es probable que no puedas acceder al mercado formal. La mayoría de estas imposiciones están por fuera de la ley, el argumento del mercado es el de proteger la rentabilidad, sin embargo lo que aquí está en juego es el derecho de 8 millones de personas a la vivienda digna.

—Aparte de dar asesoramiento práctico a inquilinxs ¿tienen proyectos particulares en marcha? Hace unas semanas tuvo mucha difusión la noticia de que la Ley de Inquilinos no tendría curso. Había bastantes expectativas sobre su implementación. ¿Cuál era su objetivo principal? ¿Por qué finalmente no fue aprobada?

—La Ley Nacional de Alquileres. Regular el precio por un índice promedio entre inflación y salario, extender la duración mínima del contrato de 2 a 3 años, que el propietario se haga cargo de los arreglos y las expensas extraordinarias, como principales puntos.

La idea de que el Estado tenga algún tipo de intervención en el tema alquileres, es inaceptable para el mercado inmobiliario, que desde la última dictadura cívico militar viene imponiendo precios y condiciones abusivas. Parten del supuesto de que los contratos de alquiler son acuerdos entre las partes, cuando en realidad si pretendemos discutir alguna cláusula nos dicen: si no te gusta andate. Sostener los privilegios de la desregulación, es lo que movió al mercado a hacer el lobby suficiente para que este proyecto no avance.

—Alta inflación, tarifas de servicios que ahogan la economía de lxs trabajadores y jubilados, crisis económica, y podríamos continuar… En este escenario ¿qué perspectivas tenemos quienes alquilamos? ¿Hay alguna buena noticia que podamos compartir, alguna recomendación o sugerencia?

—En este contexto, es urgente una ley que alivie a las miles de familias inquilinas, para que eso ocurra, tenemos que seguir organizándonos e informándonos sobre nuestros derechos. El reconocimiento de este problema como uno colectivo, nos permitirá avanzar aún más de lo que ya lo hemos hecho: en la Ciudad de Buenos Aires ya no pagamos la comisión inmobiliaria y seguiremos insistiendo para alquilar de forma justa. En nuestra web hay mucha info. Conocer nuestros derechos, en una etapa tan desigual, es también alquilar de forma más justa.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

*Por Emergentes.

Palabras claves: Alquileres, Ley Nacional de Alquileres

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