Uruguay: 24 marchas y queda tanto silencio

Uruguay: 24 marchas y queda tanto silencio
31 mayo, 2019 por Redacción La tinta

El 20 de mayo, se realizó la 24ª Marcha del Silencio en Montevideo, como cada año, convocó a luchar por verdad, memoria y nunca más. Quisiera aprovechar este nuevo aniversario para compartir algunas reflexiones en torno a lo que conocemos y recordamos sobre la represión. En Uruguay, como en otros países del mundo, el relato de la dictadura tiene voces y rostros masculinos.

Por Romina Verrua para La tinta

“¿Que no hablamos? Yo más bien diría que casi nadie nos preguntó”.
Graciela, en 38 Estrellas.

Días atrás, ocurría la 24° Marcha del Silencio en Montevideo. El día había amanecido gris, el cielo se aguantó casi todo el día, pero, cerca de las 18 hs, comenzó una lluvia torrencial que no paró sino bien entrada la noche. La primera marcha fue convocada por Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones en 1996, esa primera invitación decía: “Por verdad, memoria y nunca más marchamos en silencio el día 20 de mayo en homenaje a las víctimas de la dictadura militar y en repudio a las violaciones de los derechos humanos. (…) El homenaje a las víctimas no puede ser otro que el reconocimiento a través de la verdad de los hechos, la recuperación de la memoria y la exigencia de que en Uruguay nunca más exista la tortura, las ejecuciones y la desaparición forzada de personas”. El pasado 20 de mayo, los paraguas vistieron casi toda la Avenida 18 de Julio, en una marcha que fue de 15 cuadras, una de las más multitudinarias de los últimos años.

Cada mayo, y este año con mayor fuerza dadas las últimas declaraciones militares que revelaron nuevos datos sobre personas desaparecidas, se reclama por verdad, memoria y nunca más; se exige saber dónde están los desaparecidos y se denuncia la complicidad o no acción en la búsqueda de justicia de los diferentes gobiernos desde el retorno de la democracia. El comunicado de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos que convocó a la marcha este año es contundente al respecto.

Quisiera aprovechar este nuevo aniversario para compartir algunas reflexiones en torno a lo que conocemos y recordamos sobre la represión. En Uruguay, tal como ocurre en otros países del mundo, el relato de la represión dictatorial tiene voces y rostros masculinos. En este país, el particular modo de hostigamiento de la dictadura cívico militar (1973-1985) fue la prisión prolongada. Además, existió una persecución específica a militantes detenidos del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T) conocido como “rehenato”. Hubo nueve rehenes y once rehenas que formaron parte de este proceso: “Fueron sometidas a un régimen prolongado, trato inhumano de detención y traslado permanente de los sitios de reclusión” (Rico, 2008, p. 13). Las primeras en ser sometidas a las “rondas” fueron las presas, desde junio de 1973: Alba Antúnez, María Elena Curbelo, Raquel Dupont, Yessie Macchi, Flavia Schilling, Gracia Dri, Cristina Cabrera y Estela Sánchez. Luego, se sumaron Miriam Montero y Lía Maciel; y, por último, Elisa Michelini. (Ruiz y Sanseviero, 2012, p. 23). En septiembre de 1973, comenzó el rehenato de los varones, todos dirigentes tupamaros: Eleuterio Fernández Huidobro, Jorge Manera Lluberas, Julio Marenales Sáenz, José Mujica Cordano, Henry Engler Golovchenko, Mauricio Rosencof, Raúl Sendic, Adolfo Wasen Alaniz y Jorge Zabalza Waksman, retirados del Penal de Libertad para comenzar la rotación por cuarteles del país (Rico, 2008, p. 13).

Seguramente, los nombres de los rehenes suenan conocidos, por un lado, porque varios han sido figuras públicas en Uruguay -incluyendo al ex presidente Mujica- y, por otro, porque tres de ellos inspiraron a los protagonistas de La noche de 12 años, la película estrenada en 2018, elegida para “representar a Uruguay en los premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, y a los premios Goya de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España” (MEC-Icau). Los nombres de las rehenas no suenan conocidos, no solo por sus anónimas trayectorias vitales, sino porque, aún en la actualidad, es masivamente desconocido que también existieron. No voy a detenerme -en esta nota- a comparar la trascendencia mediática y el impacto social que tuvo este filme respecto a la prácticamente desconocida película Memoria de Mujeres, impulsada por algunas de las ex presas en 2005; pero sí en compartirles una anécdota.

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(Imagen: Rebelarte)

La misma semana del septiembre pasado que se estrenaba La noche de 12 años en Montevideo, se presentaba el libro 38 Estrellas de Josefina Licitra, investigación que relata la mayor fuga masiva conocida de una cárcel de mujeres, ocurrida el 30 de julio de 1971 desde la Cárcel de Cabildo en la capital uruguaya. En la mesa, estaban presentes la autora y dos militantes ex presos políticos, el escritor Marcelo Estefanell y la docente Sonia Mosquera, una de las protagonistas de la fuga. Para continuar, es necesario aclarar una referencia histórica, con el retorno a la democracia -en 1985-, fueron amnistiados los últimos detenidos por razones políticas en Uruguay. El 14 de marzo del mismo año, día de la liberación de los últimos presos, en el colegio de los Padres Conventuales en el centro de Montevideo, un grupo de dirigentes históricos del MLN-T realizó una Conferencia de Prensa, inaugurando un relato público sobre la represión y la libertad.

Marcelo Estefanell, miembro de la coordinadora que colaboró “desde afuera” con la fuga de las mujeres y asesor en el desarrollo de la investigación para el libro de Licitra, fue el primer relator de la presentación del libro 38 Estrellas. En una sala colmada, Estefanell opinó: “En el libro, encuentro una versión de la fuga, de la lucha, de la que no tenía idea” y, al referirse a las ex presas, sostuvo que “las compañeras son calladas”, son “muy discretas”, “tienden al silencio y los hombres no, somos más abiertos”.


Luego, fue el turno de Mosquera, quien aclaró que las fugas de mujeres de las cárceles en Uruguay fueron dos (la otra fue la “Operación Paloma”) y, luego, afirmó que no creía que las ex presas fueran calladas, “yo diría las mujeres invisibilizadas, ¿por qué? Creo que es complejo; no porque nos callamos (…) tampoco nos han preguntado”.


Seguidamente, señaló que “nosotras también teníamos cosas para decir, nadie armó una Conferencia (para nosotras). Tampoco a los compañeros se les ocurrió invitarnos, preguntarnos”, haciendo referencia a la Conferencia de Prensa de 1985 donde ninguna mujer estuvo presente. El público había comenzado a alborotarse, del murmullo había pasado a las risas y, luego, a la ovación. Por un momento, la presentación del libro pasó a un segundo plano, Estefanell sintió la necesidad de interrumpir y preguntó a Mosquera si podía hacer una pregunta, ella asintió y, entonces, él preguntó: «¿A ustedes (ex presas) no se les preguntó si querían ir a Conventuales o irse a sus casas?». El público, en su mayoría personas ex detenidas y con gran presencia de mujeres, respondió rotundamente al unísono: “¡NO!”.

A continuación, una ex presa -a quien no llegué a ver- pidió la palabra desde el público y relató que no solo nadie las había invitado a ser parte de la Conferencia, sino que tampoco era importante su presencia; ella estaba con otras dos compañeras y, como no las dejaban entrar, se metieron escondidas debajo de un telar. “Los protagonistas eran los hombres”, finalizó.

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(Imagen: Rebelarte)

Marisa Ruiz y Rafael Sanseviero, autores de la investigación Las Rehenas. Historia oculta de once presas de la dictadura, sostienen que “la Conferencia de Prensa de los rehenes presentados como `los últimos liberados´ otorgó a un grupo con un sexo, rostros, nombres y biografías la representación simbólica de un universo social compuesto por muchos miles de personas víctimas directas de la represión y el terrorismo de Estado” (p 21).

Asimismo, Sanseviero, al ser entrevistado por Licitra, dijo sobre su trabajo: “Las mujeres fueron desaparecidas del relato público. Nos interesaba pensar qué hace que algunas memorias sean más significativas que otras y cómo este dominio se relaciona con otros tipos de sumisión” (p. 181). Quizás sean preguntas a hacernos, o a repetirnos, insistentemente.

*Por Romina Verrua para La tinta / Imagen de portada: Rebelarte.

Fuentes:
https://desaparecidos.org.uy

MEC: https://icau.mec.gub.uy/innovaportal/v/109363/3/mecweb/por-uruguay-para-los-oscar-y-goya-2018?parentid=98206

Ruiz, Marisa y Sanseviero, Rafael. 2012. Las rehenas. Historia oculta de once presas de la dictadura.

Licitra, Josefina. 2018. 38 estrellas. La mayor fuga de una cárcel de mujeres de la historia. Seix Barral.

Rico, Alvaro. 2008. Investigación histórica sobre la dictadura y el terrorismo de Estado en el Uruguay (1973-1985). Tomo I. Tomo II. Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC). Universidad de la República Oriental del Uruguay (UDELAR).

Palabras claves: 38 estrellas, Dictadura Cívico-Militar, Josefina Licitra, Uruguay

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