La intimidación del artefacto

La intimidación del artefacto
3 mayo, 2019 por Redacción La tinta

El ceño fruncido y la mano derecha sobre el rostro de la mujer dan la sensación de preocupación, de angustia. Pero la mirada que esquiva la cámara y lxs niñxs que esconden su rostro, develan la sensación de invasión, de no querer ser registradxs, de que el artefacto está siendo intimidante. Vemos en la fotografía a Florence Owens Thomson y sus tres hijxs, que se encuentran en un campamento de Nipomo (California) donde paran trabajadorxs agrícolas que van por todo el país buscando desesperadamente trabajo en las cosechas. Ésta imagen fue tomada por Dorothea Lange en 1936, en medio de la gran depresión cuando realizaba su maratónico trabajo encargado por la Administración de Seguridad Agrícola de EE.UU.

Por Fernando Bordón para La tinta

Florence viajaba con su compañero e hijxs hacia Watsonville, en busca de trabajo. A mitad del viaje se les rompió el auto y tuvieron que buscar dónde pernoctar y dieron con este campamento. Mientras su marido se fue a buscar los repuestos para reparar el coche, Florence junto a sus hijxs armaron una precaria tienda para protegerse del viento y el sol.

Desde 1935 Lange venía haciendo un registro para el gobierno de Estados Unidos sobre las consecuencias que la crisis, inducida por los especuladores financieros, venia teniendo sobre lxs trabajadores agrícolas. Por ello iba recorriendo y registrando diferente campamentos, donde estos se refugiaban con la esperanza de encontrar trabajo para sobrevivir.


“Vi y me acerqué a la famélica y desesperada madre como atraída por un imán. No recuerdo cómo le expliqué mi presencia o mi cámara, pero recuerdo que no me hizo preguntas. No le pedí su nombre o su historia. Me dijo su edad, 32 años. Me dijo que habían vivido de vegetales fríos de los alrededores y pájaros que los niños mataban. Acababa de vender los neumáticos de su coche para comprar alimentos. Ahí estaba sentada reposando en la tienda con sus niños abrazados a ella y parecía saber que mi fotografía podría ayudarla y entonces me ayudó. Había una cierta equidad en esto”, recordó sobre el encuentro la fotógrafa.


Por su parte, Florence dijo que Lange le prometió que las fotos no se publicarían en ningún lado pero fueron enviadas al San Francisco Call e inmediatamente, causaron un gran impacto en la opinión pública. En una entrevista en 2008 Katherine Thompson (a quien vemos a la izquierda de la foto) afirmó que la trascendencia que tomó la imagen había provocado cierto rechazo en su familia por la forma en que eran expuestxs.

Si bien la identidad de la mujer no se conoció hasta 1978, esa exposición fue un peso para la familia. Casi como un estigma con el que debían cargar sin habérselo propuesto. Cabe mencionar que la fotografía era de dominio público por ser propiedad del Estado y se transformó en la imagen que representó la crisis del 30′.

*Por Fernando Bordón para La tinta

 

 

Palabras claves: Crisis del 30, Dorothea Lange, La gran depresion

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