Trabajadoras y trabajadores de aplicaciones se organizan contra la precarización

Trabajadoras y trabajadores de aplicaciones se organizan contra la precarización
25 abril, 2019 por Redacción La tinta

La muerte de Ramiro Cayola Camacho, repartidor de la empresa Rappi, puso de relieve la discusión sobre las nuevas formas de explotación del trabajo que el neoliberalismo propone para la juventud. Entrevista a uno de los 7 delegados de personal de plataformas nucleados en la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios.

Por María Soledad Allende y Paula Carrizo para Agencia Paco Urondo

El hecho ocurrió el viernes alrededor de las 19 horas, en el cruce de San Martín y la avenida Madero, cuando un camión Iveco atropelló a Ramiro Cayola Camacho, repartidor de la empresa Rappi, quien murió en el acto. El accidente sucedió días después del fallo del juez Norberto Gallardo que prohibió a las aplicaciones de delivery  Rappi Arg. S.A.S., Kadabra S.A.S. (Glovo) y Pedidos Ya S.A. seguir funcionando sin tener en cuenta pautas de seguridad mínimas para evitar accidentes de tránsito. La sentencia fue apelada por el gobierno porteño a través de la Secretaría de Transporte de la Ciudad, que encabeza Juan José Méndez, y desestimado por las empresas.

Estos modos de ultra precarización del empleo depositan en quienes trabajan absolutamente todos los riesgos de la inversión que deberían correr las empresas. El trabajo se desarrolla sin protección, sin cobertura, y todos los gastos que ocasiona corren por cuenta del empleado.

Los argumentos con los que las empresas apelaron el fallo, recurren a ese viejo cliché que disfraza al empresariado neoliberal de abnegado creador de empleo y reactivador económico. Nos preguntamos hasta qué punto un gobierno neoliberal puede darle la espalda a la ciudadanía para avalar la apropiación casi absoluta del producto del  trabajo de nuestros jóvenes por parte de las patronales, y promover el más absoluto desprecio por sus vidas.

Agencia Paco Urondo dialogó con Marcos, uno de los 7 delegados de personal de plataformas nucleados en la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (ASIMM) sobre la identidad que van construyendo los trabajadores en  torno a estas nuevas formas de empleo, cuáles son las herramientas con las que cuentan para defender sus derechos, cuáles son sus principales demandas, y cómo los atraviesa esta tragedia.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

—¿Cómo se gestó y desarrolló el proceso de organización que vienen llevando adelante? 

—Esto se inicia en noviembre del año pasado, cuando ya empezamos a ver la mala predisposición hacia los trabajadores. En septiembre del año pasado según el sindicato éramos 1700 trabajadores activos. En noviembre empiezan a llegar algunas cartas de documento, ahí hubo entre 200 y 300 despidos. Para diciembre vuelven a haber otros 200 despidos. Ya para ese entonces estábamos encaminados con el tema del sindicato.

Lo que veíamos en ese entonces internamente es que vos firmabas un contrato y ya cobrabas de menos. Por ejemplo, un contrato de cuatro horas diarias eran cuarenta horas al mes y más o menos cobrabas 14 mil pesos, pero nunca cobrabas esa suma. Siempre te descontaban y terminabas cobrando 12 mil o 12.500. Respecto a elementos de trabajo, al comienzo al ingresar te daban un celular, y esperabas porque te decían que AFIP les estaba reteniendo la indumentaria -que corresponde dos pantalones, dos remeras, una remera de invierno, una rompevientos de verano- pero nunca llegaba.

Para diciembre ya hablábamos con el sindicato (ASIMM), que se involucra, y le notificamos a la empresa PedidosYa que va a haber una votación de delegados, prevista para el 23 de febrero. No obstante esto es como el ajedrez, la empresa agarró y previo a la votación despidió a 250 trabajadores más. A esta altura quedaban 900 activos, tanto motos como bicicletas.

La gente ya estaba saturada de malas liquidaciones, ausencias no justificadas. Muchos chicos con accidentes con ART quedaron también sin trabajo. Si bien en un primer momento la empresa estuvo haciendo las cosas bien, blanqueando a la gente, cuando vieron la competencia desleal de Rappi y de Glovo, y que el Estado les permitía tener monotributistas, empezaron las olas de despidos. Se desmadra toda la situación, entonces la empresa contrata personal de seguridad, por primera vez. Los trabajadores tomamos la base el 23 de febrero, la votación era el 25. Dan la cara los coordinadores, dicen que entienden la situación pero que ellos reciben órdenes de la empresa, y se van, quedando sólo el personal de seguridad.

Gracias a Dios tuvimos la ayuda del sindicato que nos nuclea que es ASIMM, con Marcelo Pariente a la cabeza. El Sindicato nos provee de una canasta básica para sostener a los compañeros despedidos que estaban tomando la base, que sigue tomada. El gobierno dejó en claro que avala este tipo de situaciones.

—Mencionaste que en el transcurso del conflicto, ustedes comenzaron a nuclearse en el marco de ASIMM, ¿Qué rol tuvo el sindicato en esta instancia?

—Claro, es el sindicato que nos nuclea tanto a la mensajería como a los delivery. En el marco legal, el sindicato hizo todo lo que pudo, y cuando vio que la respuesta del Estado no fue favorable hacia los trabajadores dejó de tratar de solucionar el tema en el marco legal de la secretaría de trabajo. Tuvimos tres conciliaciones con la Secretaria de Trabajo. En la primera de 900 trabajadores despedidos, ellos ofrecieron reincorporar a ocho, una falta de respeto. En la tercer y última conciliación ofrecieron reincorporar 20 trabajadores. Ahí se concluyó con el marco legal. Fuimos a Nación a llevar el problema y estamos esperando una resolución, pero se torna difícil.

—¿Qué obstáculos supone para este proceso de organización las formas de trabajo que imponen las plataformas?

—La aplicación se maneja de un modo bastante turbio con los trabajadores. Ellos tienen el poder de manejar el sistema. Lo que vos ficharías de horario en una empresa, ellos lo manejan desde una computadora. Por ejemplo: vos tenías que empezar a trabajar en Caballito a las 18 hs., y dar el visto de que ya estás disponible. Estabas llegando a ese lugar a esa hora, y de pronto te aparecía en la aplicación “Belgrano”, pero a vos te tocaba Caballito, entonces te cruzabas hasta Belgrano. Esa es una manera de descontarte plata. Estamos viendo cómo esto se puede regularizar, porque los tipos han creado falsas causas para poder pagar menos liquidaciones. Los de PedidosYa adeudan la plata de la nafta desde diciembre, plata que pagaban en mano, cuando en el convenio colectivo que tiene ASIMM figura que tiene que estar dentro del recibo de sueldo. Ellos acusan de que como la base está tomada no pueden pagar. Hoy por hoy tenemos solamente 88 motociclistas activos, cuando en septiembre había 1700, y al sindicato le figuran 388 trabajadores.

—¿Qué posibilidades o problemáticas se desencadenaron a partir del fallo del magistrado Gallardo?

—Vemos que es favorable que alguien se esté preocupando por los trabajadores. Hoy por hoy se dan estas situaciones que son muy precarias para los trabajadores que estamos en la calle, a la intemperie, con frío, bajo el agua, los accidentes. Este fin de semana lamentablemente falleció un compañero que le pisó la cabeza un camión. Y ya por ejemplo la policía de la Ciudad dijo que este chico estaba yendo a estudiar, cuando un montón de gente, de testigos que estaban ahí dijeron que le sonaba el teléfono con la aplicación. 

En relación al Estado, es muy dramático que apele el fallo y recuse al juez, una vez que alguien se preocupa por los trabajadores. Nos quedó en claro que el Estado no nos va a apoyar. Así que estamos esperando a ver qué va a pasar en el marco legal con todo esto- Ahora viene una empresa, te toma como monotributista, no te da aportes, cargas sociales, aguinaldo, vacaciones. Vos estás trabajando entonces para un empresario de otro país que viene y se lleva la plata y al trabajador no le da nada.

Por otro lado, tuvimos un acercamiento con la empresa. Queremos empezar a trabajar nosotros, quedan muy pocos compañeros, somos 7 delegados. Tenemos trabajadores despedidos ahí con malas liquidaciones que no quieren abandonar el lugar. Estamos cansados también porque mantener tranquila una base con gente que está preocupada con los sueldos, que no sabe cómo se va a seguir sosteniendo, porque esto ya lleva dos meses.

—En el mientras tanto, ¿De qué manera impacta el conflicto legal en la tarea diaria de las/os trabajadoras/es?

—Con lo del juez Gallardo, los pocos chicos que están trabajando ahora con la modalidad de activos como monotributistas están preocupados porque no saben si el gobierno los va a dejar trabajar. Ahora hay mensajes dando vueltas diciendo que van a empezar a parar las motos y bicicletas para hacerle acta si no tienen toda la indumentaria correspondiente a nivel refractario, los cascos para los chicos en bicicleta, las coderas, las motos con todas las luces prendidas, bueno eso está dentro de la VTV. El tema de la caja, que no la pueden llevar en la espalda. si vos llevas mucho peso estás incómodo, tanto en la bicicleta como en la moto. Un reclamo que nosotros los delegados veníamos haciendo respecto a la indumentaria y las cajas. Hay distintos tipos de cajas, las compran afuera porque tienen menor costo, y algunas no tienen la banda refractaria.

—¿Cómo se piensan las demandas de ustedes en el mediano y largo plazo, en términos de horizontes de derechos laborales?

Nosotros estamos trabajando para poder globalizar a los monotributistas para que, como marca la ley, después de los tres meses ese trabajador sea blanqueado. Es algo que nunca sucede en este país, pero es un tema que está por ley. El ART lo tiene que pagar la empresa, así como las vacaciones, el aguinaldo. Nos deben además tres paritarias, que fueron nucleadas por el sindicato, que están pedidas, pero la empresa se agarra de que no está homologada. ¿Y porque no está homologada? por el Estado.

Yo soy trabajador en moto de toda la vida, y la verdad es que es muy precario el sistema, lo mismo que le pasa a los trabajadores de taxi con el Uber. Desde el sindicato nos dicen que esto es el futuro, que esto de las aplicaciones va a llegar y que hay que prepararse, lo que pasa es que hay que encuadrarlo de alguna manera para que sea lo más legal posible y lo más favorable posible hacia los trabajadores.

Estas empresas en este momento se aprovechan, por ejemplo, del éxodo masivo de latinoamericanos que prácticamente son esclavos, y que muchas veces no saben lo que es un sindicato, ni qué se puede reclamar. Vienen con una mano adelante y otra atras y están dispuestos a trabajar por lo que les ofrezcan, contrario a nosotros los argentinos que podemos decir que somos de la cuna sindical.

*Por María Soledad Allende y Paula Carrizo para Agencia Paco Urondo.

Palabras claves: ASIMM, Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios, precarización laboral, Ramiro Cayola, Rappi

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