Cineminuto Córdoba 2019: lo bueno, si breve

Cineminuto Córdoba 2019: lo bueno, si breve
12 abril, 2019 por Gilda

El 25 y 26 de abril, llega la cuarta edición del festival que se ha consolidado como un esperado clásico en nuestra ciudad. Producciones audiovisuales en un formato actual y accesible tanto para profesionales como para estudiantes -de todos los niveles- locales e internacionales, en el Pabellón Argentina con entrada libre y gratuita.

Por Redacción La tinta

“Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta”. En apenas dos renglones, Thomas Bailey Aldrich nos transmite drama, sorpresa, incertidumbre y terror. Así es Cineminuto Córdoba: un festival -internacional- que propone experiencias audiovisuales del tipo de la frase de Aldrich.

El evento tiene una programación seleccionada con cuidado, que invita a transitar la diversidad de géneros cinematográficos de a un minuto a la vez, además de proponer dos competencias: una profesional y una universitaria. Por otro lado, se suman un ciclo de formación y diferentes muestras (del Festival de Terror Córdoba, de escuelas primarias y secundarias, y otras selecciones invitadas).

Si tu temor de ir al cine es encontrarte dos horas viendo una película que no te gusta, aquí eso no va a pasar. Como si pudieras visitar muchos universos en poco más de unas cuantas horas, el Festival Internacional de Cineminutos de Córdoba es una excelente propuesta para acceder a múltiples y diversas producciones audiovisuales de manera gratuita.

La tinta habló con Carlos Trioni, uno de los integrantes del Grupo Cine Minuto, quienes organizan el Festival desde 2014, junto a la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNC.

—¿Por qué creés que mucha gente sigue apostando al cineminuto?

—Bueno, el cineminuto es un formato que, en cierta manera, no tiene una proyección comercial ni, por otro lado, es un formato al cual un cineasta o realizador dedique su carrera (por lo general, se apunta al largometraje o a los formatos televisivos), pero igual, de todas formas, sigue existiendo y, hoy en día, cada vez más.

Y creo se que se debe, básicamente, a dos razones: la primera tiene que ver con que hacer cine es caro y no se puede practicar de forma constante como el resto de las artes. Entonces, este formato plantea una forma lúdica de acercarse al lenguaje audiovisual, permite experimentar, equivocarse. Hay muchos cineastas, muchos realizadores, que lo utilizan como eso, una manera de practicar, de ensayar, de formarse.

Y, por otro lado, está toda esta convergencia de medios y de tecnología que estamos viendo hoy en relación a los medios audiovisuales, donde las formas de consumir o de leer producciones audiovisuales por parte de los espectadores o los usuarios ha cambiado. Donde cada vez es menos el tiempo que están dispuestos a ofrecer y, en ese contexto, en el contexto de Instagram, en el contexto de internet y los celulares, el cineminuto se encuentra cómodo y se hace un huequito para esta vertiginosidad que los espectadores actuales tienen.

| “Tiro Libre” de Fernando Martín Restelli |

—¿Qué nos podemos encontrar en la programación?

—En la selección de Cineminuto Córdoba 2019, van a poder encontrar, por un lado, la competencia profesional que está compuesta por cineminutos provenientes de distintas partes del mundo y realizado por profesionales de toda índole. Hay obras ficcionales, documentales, animaciones, experimentales.

Por otra parte, contamos con una competencia universitaria que es una competencia destinada a cineminutos que se realizan en espacios académicos tanto universitarios como terciarios, de carreras afines como Cine, Periodismo, Comunicación, Arte en general. Es muy importante esta categoría porque, en sintonía con la práctica del oficio cinematográfico en las carreras de cine, se empezó a valorizar al cineminuto también en ese mismo sentido. Entonces, son cada vez son más las cátedras que están utilizando el formato para sus trabajos prácticos. Y por eso es que cada año recibimos más cineminutos realizados en las universidades.

Después, contamos con una muestra de escuelas secundarias y primarias, o cineminutos realizados en espacio de formación no formal para jóvenes y niños. Es una categoría que no es competitiva, pero en la cual juntamos todos estos trabajos que también son hechos por niños y niñas, y que consideramos muy valioso dar un espacio y mostrarlos.

A su vez, contamos con muestras invitadas y paralelas: por un lado, la muestra Panorama que es un conjunto de algunas de aquellas piezas que consideramos que es pertinente mostrar, pero, bueno, por una cuestión de tiempo, no están incluidas en la competencia. Y, por otro lado, la muestra de los ganadores de nuestras ediciones anteriores.

También contamos con dos muestras invitadas, una que se llama 68 voces, que son cineminutos realizados en México, animaciones en las cuales se toma como referencia un mito y, a su vez, una lengua mexicana originaria. La otra muestra invitada es Terror en trece, que es un experimento, por así decirlo, que se realizó en el Festival Terror Córdoba, en el cual se le solicitaba a los participantes una pieza de terror de trece segundos. Y, bueno, nos interesó mucho poder mostrarlo y ver cómo han ido más allá que nosotros y, en trece segundos, se están contando cosas muy interesantes.

—¿Por qué le dan tanto lugar al cine universitario y de escuelas?

—Creemos que es fundamental que, desde un festival que es universitario, se le dé lugar a las piezas que se realizan en ese ámbito, no sólo universitario, sino también en las escuelas secundarias y primarias. Creemos que lo que se produce en estos ámbitos, muchas veces, es superior a lo profesional. Los y las alumnas tienen muchas cosas para contar, muchos recursos y los resultados son muy buenos. Por otro lado, consideramos que, en los lugares académicos, el cineminuto encuentra un ecosistema ideal para su proliferación.

| «Te ví» de José David Apel (Ganador 2017) |

—¿Creés que este formato pueda tener futuro más allá de los festivales?

—En realidad, encuentra su vida de forma natural en las redes. Al principio, antes de la explosión de internet, podrían considerarse como una excentricidad del video arte o museos. Pero, hoy, con la internet de nuestro lado y donde podemos adueñarnos de ese medio de difusión y distribución, el cineminuto se difunde por ahí, por plataformas como Youtube, Vimeo, Instagram y demás. Los festivales como el nuestro, en cierta forma, lo que hacen es legitimarlos. Es decir: el cineminuto es importante, existe y no solo son «estos videítos de internet». Lo que nosotros -y creo el resto de los festivales- intentamos hacer es darle un lugar, decir que el cineminuto está a la par del resto de las producciones audiovisuales, por lo cual merece este espacio diferente. Merece ser visto en pantalla grande, con un sonido interesante y con toda la experiencia cinematográfica de la sala oscura. Y, además, otorgarle la importancia de un premio y un jurado que evalúa las piezas.

Particularmente con Cineminuto, ocurre que, año a año, se ha ido conformando una comunidad de realizadores y de espectadores que esperan el festival con ansias. Todo el tiempo estamos recibiendo consultas, mensajes y mails que nos preguntan cuándo largamos la convocatoria o que nos dicen «Queremos participar», «Queremos asistir». No sólo de realizadores, sino de docentes que hacen trabajos con sus alumnos o les invitan a asistir. Eso, en cierta forma, demuestra que el festival está vivo y que no es una cuestión circunstancial, sino una demanda.

—En estos tiempos de recortes por todos lados, ¿cómo se sostiene el festival?

—Bueno, el festival, básicamente, se sostiene con el aporte de la universidad, pero, sobre todo, con el trabajo de todos los que lo hacemos, ad honorem, con pasión. Gente que está convencida de que esto es importante, gente que está convencida de que el cineminuto merece su lugar, este lugar destacado. Somos un grupo de docentes, egresados y alumnos de la Facultad de Artes que ponemos todo nuestro tiempo y nuestros recursos para que esto salga adelante. El INCAA también nos da su apoyo al igual que la Secretaría de Extensión Universitaria. A veces, el Instituto tiene sus tiempos y las ayudas llegan un poco demoradas. Por suerte, contamos con el acompañamiento de la SEU que, desde el año 2014, confió en este espacio y en este proyecto, y se lo adueñó. Sin ellos, esto tampoco podría ser posible.

*Por Redacción La tinta.

Palabras claves: Cine, Festival Internacional de Cineminutos

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