El primer día de la Revolución

El primer día de la Revolución
5 febrero, 2019 por Redacción La tinta

Las sonrisas, los saludos, las manos aplaudiendo, le dan un marco de alegría a la situación que sucede en los primeros días de enero de 1959 en La Habana, Cuba. Esa alegría no es para menos, las tropas revolucionarias le han puesto fin al régimen del dictador Fulgencio Batista. Esta imagen fue realizada por el fotógrafo Burt Glinn, quien arribó apresuradamente a la isla la mañana del primero de enero. Viajó desde Nueva York donde en una fiesta se enteró que la caída de Batista era inminente. Durante nueve días Glinn registró cómo les revolucionaries iban llegando a la capital del país, haciendo un seguimiento especial a Fidel Castro.

Por Redacción La tinta

La noche del 31 de diciembre de 1958, el fotógrafo Burt Glinn fue invitado por su amigo Clay Felker a una fiesta en el Upper West Side de Manhattan, donde acudieron intelectuales, artista, periodistas y toda la alta alcurnia de la ciudad. Fue allí donde conversando con algunes invitades se enteró del inminente triunfo de la Revolución Cubana y la caída del dictador Fulgencio Batista.

Entusiasmado y apurado, se retiró de la fiesta a las diez de la noche, con 400 dólares en los bolsillos que le había prestado Felker. Fue hacia su casa, se cambió el smoking, cargó sus cámaras y llamó a Cornell Capa -presidente de la Agencia Magnum- para avisarle de su viaje. Luego tomó el primer vuelo que encontró hacia Miami y desde allí un chárter hasta Cuba.

Se presume que su vuelo pudo haberse cruzado en el aire con el de Batista, el dictador que huía con una enorme cantidad de dinero robada del Tesoro Nacional.


Glinn llego al amanecer a La Habana sin un contacto ni un dato respecto a dónde podría encontrar a los referentes de la Revolución. «Fidel todavía estaba a cientos de millas de distancia, nadie sabía dónde, el Che Guevara se dirigía a La Habana pero nadie parecía estar al mando de la situación. No podía meterme en un taxi y pedirle que me llevara a la revolución», describió años más tarde sobre su llegada.


Luego de un par de días de recorrer y registrar teniendo conciencia de la importancia del momento, en Santa Clara logró dar con Fidel, a quien acompañó en su marcha hacia La Habana viendo el fervor y el entusiasmo popular que generaba el líder revolucionario.

Muchas de esas fotos permanecieron guardadas hasta el 2015 cuando se publicó el libro «Cuba 1959″. Sobre esos días, Glinn afirmó: «Aquello no fue un reportaje, fue una verdadera revolución y una de las mayores aventuras de mi vida. Las escenas me recordaban a las que conocía de la liberación de París».

* Por Redacción La tinta

Palabras claves: 60 años de la Revolucion, Burt Glinn, Fidel Castro, Fulgencio Batista, Revolución Cubana

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