Che Memé, era yo un río en el anochecer

Che Memé, era yo un río en el anochecer
22 noviembre, 2018 por Soledad Sgarella

Este fin de semana, la Compañía Cordobesa de Danza Contemporánea presenta una obra en la que hacen encontrar a la cultura litoraleña -y sus paisajes y danzas al ritmo del agua- con los lenguajes contemporáneos para crear nuevos discursos en escena, discursos de resistencia y de reivindicaciones.

Por Soledad Sgarella para La tinta

La Compañía Cordobesa de Danza Contemporánea es un grupo independiente conformado por más de 20 bailarines y bailarinas que, además de producir espectáculos y obras, hacen investigación.

Desde el 2016, Facundo Cornejo es el director de la compañía y, bajo la premisa de una creación artística “en la que todos los lenguajes puedan converger y coexistir” en escena, estrenan una obra donde cruzan los ritmos populares del litoral con los lenguajes y las miradas de la danza contemporánea.

Con La tintanos acercamos a preguntarles qué significa Che Memé y qué buscaron al hacer una en la que lo importante es valorar y resignificar lo litoraleño, poniendo el cuerpo en escena como forma de resistencia.

¿Por qué eligieron ese nombre para la obra? ¿Qué sentidos tiene para ustedes?

Bueno, cuando comenzamos el proceso y nos pusimos a investigar y a buscar investigaciones y artículos, en uno, encontramos los orígenes de la palabra Chamamé y una de las acepciones fue che memé que significa siempre yo.

Y esta acepción nos pareció que se acercaba mucho a lo que nosotros queríamos contar, que era aludir y volver a resignificar lo que a nosotros nos llega de lo que son los paisajes, las costumbres, las danzas… en general, lo que nosotros entendemos del litoral y cómo pasa toda esa información a nuestra persona hoy.

También nos basamos mucho en el poema de Juan L. Ortiz que, en una parte, dice:

“Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río.”

La palabra che memé alude a que todo esto, toda esta información, todo esto que pudimos explorar y pasa por nuestro cuerpo, por nuestra persona contemporánea hoy.

¿Se puede decir de qué trata la obra?

Mirá, para mí, la obra es una sucesión de escenas en las que intentamos contar, de una manera muy, muy subjetiva, qué es lo que nos llega a nosotros o  cómo vemos todo, todo lo que pertenece al litoral: desde el paisaje, la sensación o la filosofía del río que corre todo el tiempo. 

Y también rescatando que toda la cultura que se dio en el litoral es muy potente y, en sí, está conectada con el río.

Entonces, es eso, básicamente, una sucesión de escenas en las que vamos emprendiendo el viaje de esas significaciones.

¿Cómo es esa fusión entre el folclore y la danza contemporánea? ¿Para qué hacer esa fusión?

Tomamos danzas litoraleñas como el rasguido doble o el chamamé, que a mí me gusta más llamarlas danzas populares y que siguen siendo vigentes en la región. Y la idea de tomar elementos de esas danzas, y de tomar elementos de técnicas contemporáneas, es la de generar un nuevo discurso.

Yo no encasillaría el trabajo en la palabra fusión entre folclore y danza contemporánea, sí siento que las danzas del litoral tienen un montón para enseñarnos como intérpretes y como bailarines. Tienen conceptos que son clarísimos, a la hora de investigar sobre técnicas de danza contemporánea como el contact, por ejemplo… Entonces, lo que buscamos, sobre todo, es generar este nuevo discurso que representa nuestra forma de pensar.

Latinoamérica está sufriendo momentos en que muchos grupos están siendo atacados de maneras simbólicas: los pueblos originarios, el colectivo LGTBIQ, los afrodescendientes… ¿Qué les significa como colectivo poder mostrar esta obra en Córdoba hoy, en estos momentos?

Uff… bueno…  el investigar, el poner en cuerpo de forma sensible, el lograr esta obra y llegar a esta instancia de funciones es una forma de resistir.  Más allá de que las minorías están siendo atacadas, la cultura está siendo bastardeada, en estos momentos en que hay un vaciamiento extremo de las políticas culturales… Entonces, siento que el poder estar y compartir todo este trabajo es la mejor forma de resistir, como te decía.

La danza en sí tiene un montón para enseñarnos. Hay un documental en que Ohad Naharin (bailarín, coreógrafo y director artístico israelí) dice que el movimiento, en su estado más puro, va más allá del género. Y nosotros estamos tratando de agarrarnos de eso también: a la danza folclórica, por ahí, se la instala en un lugar muy machista y saber que la sociedad avanza y que la danza, la danza popular o la danza folclórica, también avanza y evoluciona.

Entonces, todo esto, generar todo este nuevo pensamiento, me parece que es la mejor forma de aportar, porque estoy convencido de que, además de que tenemos una responsabilidad cultural, también tenemos una responsabilidad social.

Como colectivo, tenemos la responsabilidad de entender, de estudiar y de volver a re preguntarnos y fundamentar todo lo que vayamos a investigar, o todo lo que vayamos a abarcar… entender, por ejemplo, de dónde vienen estas danzas populares y saber que no sólo tienen orígenes europeos, sino que tienen su gran raíz guaraní.  El abarcar estas danzas o estas temáticas con esa responsabilidad contribuye a que tengamos fundamentos para generar estas resistencias. 

Che Memé. 23, 24 y 25  a las 21 hs. en Rosa Guarú (Pedro Zanni 355).

*Por Soledad Sgarella para La tinta.

Palabras claves: Che Memé, Compañía Cordobesa de Danza Contemporánea, danza, Facundo Cornejo, Teatro

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