Sin medicación, no hay aborto legal, seguro y gratuito
El aborto es legal en la Argentina en algunas situaciones. Si tu vida, tu salud está en peligro o si viviste una violencia sexual y estas embarazada, tenés derecho a un aborto legal, seguro, pero ¿gratuito? Se convoca este miércoles 10 de octubre a una audiencia pública por producción de misoprostol y mifepristona. Cuatro proyectos fueron presentados en la Cámara de diputados.
Por Redacción La tinta
Según el Código Penal, desde 1921, en el artículo 86 inciso 1 y 2, detalla que el aborto es no punible, es decir, que no tiene pena, en tres casos: cuando está en peligro la vida o la salud de la “madre”, o cuando el embarazo es producto de una violencia sexual. En estos casos, tanto la Corte Suprema de la Nación, en 2012 con el Fallo FAL, como el Ministerio de Salud de la Nación con el Protocolo para la Atención Integral de Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo, en 2015, reconocen este derecho y recomiendan cómo se debe llevar a cabo con los mejores estándares de calidad. Allí, se explicita, avalado por la Organización Mundial de la Salud, que hay dos formas seguras de realizar un aborto. Puede hacerse de manera farmacológica o bien de manera quirúrgica con una técnica poco invasiva llamada AMEU (Aspiración Manual Endouterina).
Cuando se refiere a la manera farmacológica, se proponen dos formas de tratamiento. Uno con el uso solo del misoprostol, utilizando 12 comprimidos. Este puede ser por vía sublingual, bucal o vaginal. Tiene un porcentaje de efectividad del 77 al 85%. Es decir que es muy seguro, pero hay una cantidad de personas que podrían tener o fallo de la medicación y continuar embarazadas, o bien restos ovulares que pueden tratarse sin que genere ningún problema para la salud.
Otro de los tratamientos propuestos es un uso combinado de medicación, un comprimido de mifepristona y entre 24 y 48hs posterior el uso de cuatro comprimidos de misoprostol. Este tiene una efectividad de entre 94 y 98%. Es decir que la posibilidad de complicación es mucho más baja.
En la Argentina, actualmente, sólo se consigue el misoprostol combinado con otro fármaco (diclofenac) producido por un único laboratorio. Esto se debe a que el ente que regula la venta de medicación y su uso, la AMNAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), hasta el momento, lo aprobó para ser utilizado en personas con problemas articulares o musculares que posean problemas gástricos. Entonces, se comercializa esa presentación. La presencia del diclofenac genera el inconveniente de ser muy molesto si se utiliza por vía sublingual por el gusto amargo y la generación de llagas, y también, en caso de uso vaginal, no se disuelve por completo y, si es necesario concurrir a una guardia, puede ser motivo suficiente para que haya maltratos por parte de los profesionales de la salud. Por otro lado, como es producido por un solo laboratorio (Beta), esto genera que el precio sea desregulado, por lo que es uno de los remedios que más ha aumentado en estos últimos años.
En cambio, el uso de mifepristona no está registrado por la ANMAT. Lo cual genera que no se comercialice y nos expone a abortos de peor calidad con la posibilidad de mayores complicaciones.
Hoy, en Córdoba, algunos centros de salud brindan información sobre el uso seguro del misoprostol, pero no cuentan con disponibilidad de la medicación. Entonces, teniendo en cuenta todo esto, ¿quiénes pueden acceder a aborto seguros?
Este miércoles 10 de octubre, se realiza una audiencia pública por la presentación de cuatros proyectos para la producción pública de mifepristona y misoprostol. Presentaron proyecto lxs diputadxs Daniel Filmus, Gonzalo Del Cerro, Sandra Mendoza y Lucila Del Ponti.
El que cuenta con más apoyo de diputadxs es el de Filmus, que prevé que los laboratorios que integran la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos realicen convenios con instituciones científicas y/o laboratorios que poseen patentes del medicamento. Además, incluye la obligación de adecuar partida presupuestaria para el apoyo financiero de la producción de dichos medicamentos. Estos, a su vez, deberían incluirse dentro del Plan Medico Obligatorio y del vademécum de los programas de medicamentos de cobertura gratuita.
Una vez más, el aborto nos pone en cuestión. La necesidad de una ley es inminente. Mientras tanto, les pobres, les más humildes, les trabajadores son les que tienen las mayores complicaciones que, a veces, llevan a la muerte. Sin aborto legal, no hay justicia social, pero sin medicación, ni siquiera hay condiciones mínimas de salubridad.
*Por Redacción La tinta / Foto de portada: Mauricio Centurión.
