Algo pasa en el área que para allá van todas

Algo pasa en el área que para allá van todas
1 octubre, 2018 por Redacción La tinta

Las chicas del fútbol de Córdoba se levantan, se sacuden y piden la pelota. Ahora juegan ellas. Tras la decisión de la Liga Cordobesa de Fútbol de quitar la obligación vigente a los clubes para contar con planteles femeninos, tres organizaciones de fútbol femenino y feminista publicaron una carta dirigida a las autoridades de la entidad exigiendo que se revea esta determinación. El documento ya ha recibido más de 700 adhesiones en una semana. «Empezamos a charlar y pensar qué se podía hacer para cambiar las cosas. Nos parecía que no se estaba diciendo mucho desde quienes amamos el fútbol y lo jugamos», contaron tres de las integrantes de las agrupaciones que impulsan el documento.

Por Redacción La tinta

Sacudiéndose la tierra de la cara y el pecho, las chicas se levantan, alzan la voz y piden la pelota. Ahora, son ellas las que avanzan y están dispuestas a ganar el partido.

El pasado 19 de septiembre, La tinta dio a conocer los cambios de reglamentación que la Liga Cordobesa de Fútbol había determinado a través de su titular Emeterio Farías. Que los clubes ya no tengan la obligación de contar con un equipo de fútbol femenino será un importante retroceso para el desarrollo de la disciplina en Córdoba.

Dirigentes coinciden con el diagnóstico que, desde hace meses, muchas jugadoras de la Liga vienen manifestando sin que nadie las escuche: muchos equipos desaparecerán, dejando sin sueños a muchas mujeres que juegan y trabajan en los planteles femeninos de los 36 clubes que participan. Farías se animó a estimar entre 15 y 20 clubes que elegirían no continuar en el torneo del próximo año ante las nuevas exigencias.


Contar con vestuarios propios, jugar con ternas arbitrales (y no con un solo árbitro de campo), contar con indumentaria apropiada y tener espacios para entrenarse fue un pedido que expresaron un grupo de jugadoras y entrenadoras en marzo. El pedido por más y mejores oportunidades derivó en una obligación para los clubes que sólo generará el efecto contrario: menos planteles, menos competencia, menos jugadoras, menos desarrollo del fútbol femenino. La nueva resolución de la LCF fue justificada por su titular como una respuesta a la demanda de igualdad respecto al fútbol masculino. Pero no hay igualdad sin equidad.


Por eso, ahora, las chicas tomaron la pelota y van. Desde el 21 de septiembre, circula en las redes una iniciativa que impulsan las agrupaciones de fútbol femenino y feminista Abriendo la cancha, No la dejes Ir y Arco Iris FC. A través de una carta dirigida al titular de la Liga, piden que se revea la decisión e invitan a sumarse al reclamo adhiriendo al documento. (Ver link)

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(Imagen: Torneo de Fútbol Femenino de la Liga Cordobesa – Facebook)

Representantes de las tres organizaciones hablaron con La tinta sobre este estado de alerta en el que muchas pibas que juegan y aman al fútbol en Córdoba experimentan ante la decisión de la Liga. «Enterarme de la resolución de la LCF me puso en estado de alerta. Los enojos, las conversaciones en los grupos de whatsapp, los intercambios… nos hicieron buscarle la vuelta al enojo: Che, se me ocurre que podemos publicar y hacer circular un pronunciamiento de parte de todas las tipas que jugamos al fútbol, fue un mensaje que se leyó», cuenta Sole, una de las integrantes de No la dejes ir.

«Empezamos a charlar pensando qué se puede hacer para cambiar las cosas. Nos parecía que no se estaba diciendo mucho desde quienes amamos el fútbol y jugamos. Creo que el rol de quienes estamos en organizaciones y de quienes podemos hablar con más libertad es tan clave como el rol de los medios en este momento», nos cuenta Flor, integrante de Arco Iris FC. Por su parte, Ayelén, de Abriendo la Cancha, resalta ejemplos de desigualdades que ha experimentado: «Los árbitros menosprecian y subestiman el femenino, no cobran bien, dejan que todo sea válido e, incluso, hacen comentarios discriminatorios. Desde lo institucional, no hay representantes ni referentes del femenino en la estructuras de Gobierno de la Liga y, mucho menos, mujeres».

—¿Cómo surgió la idea de empezar a juntar firmas y qué esperan que genere esta iniciativa?

La idea fue decir algo respecto a esta situación de discriminación al fútbol femenino en Córdoba. Manifestar que es un retroceso, que es violencia de género institucional. Poder decir que no es nueva esta forma de responder desde las autoridades que regulan el fútbol de Córdoba, ya que se han dado situaciones de amedrentamiento y coerción ante la nota periodística de principio de año -en La Voz del Interior– que manifestaba genuinos reclamos sobre las necesidades del fútbol femenino. Entonces, nos organizamos y armamos algunas líneas para decir qué pensamos y qué significan estas resoluciones de los organismos que deberían promover y fortalecer el fútbol femenino. Porque amamos el fútbol, desde muchos lugares, jugando, hablando y mirando fútbol, enseñando, visibilizando.

—¿Desde cuándo circula el documento y cuántas firmas llevan?

El documento circula desde el 21 de septiembre. Nos encontramos con una inmensa respuesta: más de 700 firmas. De muchos lados, provincias, localidades, amigues, futboleras de todos lados. Seguiremos reuniendo firmas y denunciando las discriminaciones. La idea es hacer una presentación a la LCF. El domingo 7 de octubre, estaremos haciendo la previa del 5º Encuentro de Mujeres que juegan al fútbol en el marco de la previa al Encuentro Nacional de Mujeres en Trelew en la feria feminista de Córdoba. Habrá fútbol libre y un espacio de encuentro. Allí, se continuará difundiendo el comunicado y seguiremos con la visibilización de la problemática.

Queremos que se sepa qué sucede. Que estas resoluciones no son “promover”, sino desalentar. Que generan mayores desigualdades entre los clubes que pueden apostar al fútbol femenino, sostener planteles, equipos técnicos, predio, indumentaria; y quiénes no. Responde a necesidades económicas, se ve como “gasto” en vez de inversión-promoción. No se discute sobre cómo colaborar para que crezca el fútbol femenino, para que se profesionalice, para que dé un salto de calidad. Y también sabemos que estas resoluciones son en respuesta a reclamos válidos, situación que solo puede ser entendida como una forma de silenciar esas voces, las voces de las pibas. No dejaremos de jugar, hoy más que nunca, las canchas son nuestras.

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(Imagen: Torneo de Fútbol Femenino de la Liga Cordobesa – Facebook)

— ¿Tienen contacto con diferentes planteles femeninos de la Liga? Esta noticia del cambio de reglamentación, ¿qué generó entre esas chicas?

Las reacciones son diversas, es difícil organizarse y reclamar en un ámbito jerárquico, con experiencias de amedrantamiento. Es un ámbito poco politizado en el sentido de ser activo en los reclamos y denuncias. A eso, se le suma que hay mucha diversidad de posturas entre los clubes: algunos tienen la fuerte convicción de continuar y no les molesta la resolución, otros son partícipes de estas decisiones, ya que les saca un problema de encima, etc.

—¿Cómo ven ustedes la situación sobre la que se desarrolla hoy el fútbol femenino en la Liga y respecto al fútbol masculino? 

Hay desigualdades en todo sentido: infraestructura (a dónde se entrena, a dónde se juega, horario en que se juega), tiempo de juego con el supuesto de que “las mujeres no pueden…”; no hay escuelas de fútbol femenino, salvo por iniciativa de algunos clubes y compañeras. No hay políticas de incentivo. No hay participación de las mujeres en las decisiones que les involucran. Imaginemos que la situación de la Selección Argentina ya muestra estas desigualdades. Imaginemos entonces cómo es en un club de barrio de Córdoba.

—Se habló de igualdad y la Liga dice que ahora serán «iguales» las exigencias para que los clubes tengan equipos de fútbol femenino. ¿Qué diferencia hay entre igualdad y equidad, y por qué se exigen ambas?

Pedimos igualdad y equidad, ambas complementan. Para que haya igualdad real (en oposición a la formal), es necesaria la equidad, que implica el ejercicio de esa igualdad.


Igualdad nos pondría a todes en el mismo lugar de partida. Eso no es así. La desigualdad de posibilidades y acceso al fútbol para las mujeres es diferente a la del hombre, desde la sociedad misma. Desde la escuela y nuestra cultura patriarcal que reproduce desigualdades de género, con ámbitos, roles y prácticas válidas para unes y otres. El fútbol es un territorio masculino, en nuestro país particularmente. Jugar siempre es una reivindicación de derechos. Equidad es pensar que, para lograr el desarrollo y la accesibilidad del fútbol femenino, tal vez, no hay que limitarlo, sino incentivarlo.


Asumir, escuchar los reclamos y necesidades. Pensar con las pibas qué se necesita para mejorar. No decidir por ellas o desde otros ámbitos que no las involucre. Generar escuelitas, subsidiar equipos técnicos. Visibilizar los partidos, jugadoras, equipos técnicos, mostrar nuestro juego, no compararlo con los varones.

*Por Redacción La tinta / Fotos: Torneo de Fútbol Femenino de la Liga Cordobesa (Facebook)

Palabras claves: Emeterio Farías, feminismo, Fútbol Femenino, Liga Cordobesa de Fútbol

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