Un antes y un después

Un antes y un después
27 septiembre, 2018 por Redacción La tinta

Por Adolfo Pérez Esquivel para La Garganta Poderosa

La sentencia del viernes pasado por las torturas a Iván y Ezequiel representa un freno a la injusticia sistemática y un paso al frente contra la impunidad, por el presente y por el futuro de nuestro pueblo. Pues ese fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N°9 no sólo condena a seis prefectos, sino que además impone un punto de inflexión, un llamado de atención a modificar ciertas prácticas de quienes no debieran ser los enemigos del pueblo, pero lo son.

Las Fuerzas deben cumplir su carácter preventivo,
¡no represivo!

De pie contra tal amedrentamiento de las Fuerzas, La Poderosa se convirtió en una voz fundamental de nuestra sociedad, una herramienta vital para darle la visibilidad a sus propias vidas, a sus propios barrios, minados de tantos hechos aberrantes. Y sí, su injerencia será cada vez más importante en este contexto tan adverso de América Latina, donde la política neoliberal intenta recolonizarnos.


Hoy, en la Argentina particularmente, sufrimos el sometimiento, la entrega y la privatización, que no responde a “errores” ni «distracciones», ¡son decisiones! Decisiones que derivaron en el aumento de la pobreza y la represión, subsumiéndonos a la dominación del Fondo Monetario Internacional.


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(Imagen: Emergentes)

Esta película ya la vimos,
y siempre termina mal.

Por eso, desde aquí, con estas líneas que intentan abrazarlos, va toda mi fuerza para Iván, Ezequiel y sus familias. A ellos, como a ustedes, barriadas dignas, valientes y luchadoras, debemos acompañarlas cada día, porque marcan un camino para el resto de la juventud. Sigamos por este camino, buscando la Justicia y la verdad, porque la democracia no se regala, ¡se conquista en comunidad!


* Por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz / Imágenes: Emergentes

Palabras claves: Adolfo Pérez Esquivel, La Poderosa, Prefectura Naval

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