Algunos elementos para pensar (y actuar frente a) la crisis actual

Algunos elementos para pensar (y actuar frente a) la crisis actual
23 agosto, 2018 por Redacción La tinta

Por Pablo Díaz Almada para La tinta

Los eventos acontecidos en el mercado cambiario, en los últimos meses, nos muestran cómo en una economía como Argentina, con un capitalismo dependiente, la clase capitalista encuentra una reconfiguración de ciertas políticas públicas que le son favorables para su estrategia de acumulación. Principalmente aquellas políticas que se basan en la eliminación de controles y obligaciones (en el mercado cambiario por ejemplo) y las que tienden a la liberalización del comercio (reducción de impuestos y restricciones).

Actualmente no asistimos a una forma de acumulación, como en el modelo anterior, basada en la realización de la ganancia en los mercados de bienes y servicios, potenciados por la fuerza de la demanda. Por el contrario, debido al debilitamiento del poder de compra, esa acumulación se ve más bien potenciada desde lo que llamamos el sector financiero. No obstante, ese carácter en la acumulación tiene repercusiones en el “mundo material” del proceso de producción de bienes y servicios, y concretamente en el mundo laboral.

Así, podríamos mencionar al menos tres vías por las cuales se fortalece la posibilidad en la apropiación de la ganancia.

¿Y la lluvia de inversiones?

En primer lugar la posibilidad, con una alta tasa de interés de activos financieros en pesos, de obtener alta rentabilidad de los préstamos a corto plazo en dólares (carry trade en la jerga financiera). Lo que se puede ver complementado con las ganancias obtenidas por el posicionamiento en moneda extranjera en los cortos periodos de importantes devaluaciones. Generan un combo explosivo para la fuga de capitales que es récord en el primer semestre de este año. En el gráfico siguiente se observa la evolución de la formación de activos externos del sector privado no financiero que el BCRA mide en su balance cambiario.

Elaboración propia en base a datos del BCRA

La fuga del último semestre de 2017 y la del primero de 2018, ambas superan los niveles pico del segundo semestre de 2008 durante el llamado conflicto con el campo y del segundo semestre de 2011 durante el año electoral en el que se aceleró la fuga y dio comienzo al control de capitales que, mediáticamente, se llamó “cepo”. Significa que aquel diagnóstico, expresado por las actuales autoridades del ejecutivo, que decía que la eliminación de los controles daría un marco de confianza para que entren los dólares y se produzcan las necesarias inversiones productivas que Argentina necesita para retomar el camino de crecimiento, hasta ahora demostró estar totalmente errada. Más bien, la mayor entrada de dólares, en lugar de configurar inversión productiva, sólo fue un mecanismo que ha servido para incrementar ganancias desde el sector financiero.

El llamado pass through o el traslado de devaluación a precios

En segundo lugar, la posibilidad de la clase capitalista de trasladar a precios la devaluación. En el siguiente gráfico se compara el crecimiento acumulado del tipo de cambio nominal (TCN) con el crecimiento acumulado del Índice de Precios al Consumidor del INDEC (IPC). Si bien es cierto que aún no se materializó todo ese traslado, como si pasó en los eventos de 2014 y en menor correspondencia 2016, podemos sospechar que existe en este sentido una “inflación contenida” que habrá que ver en cuánto tiempo y en qué medida se concreta. Quizá esa reticencia del IPC a alcanzar al TCN se deba al bajo nivel de demanda y el poco uso de la capacidad instalada de la industria nacional cuyo nivel general, de acuerdo a las últimas cifras de INDEC, se ubica en 61,8% en junio de este año y viene en picada en relación a abril.

Elaboración propia en base a datos de BCRA e INDEC

Lxs trabajadorxs como un costo

En tercer lugar, la posibilidad de reducir el costo laboral medido en dólares o en términos reales. Desde la llegada de Cambiemos al gobierno se ha dado esta pérdida para lxs trabajadorxs. En el gráfico siguiente se compara el crecimiento acumulado del tipo de cambio nominal (TCN), del índice de precios del INDEC (IPC – para los primeros meses se toma el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, ya que el INDEC no lo publicaba debido a la llamada emergencia estadística) y del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) desde noviembre de 2015.

Elaboración propia en base a datos de BCRA e INDEC

En conclusión, podemos discutir (en otro momento) si este gobierno actual es neoliberal o no lo es (o cuán neoliberal es). Lo que queda claro es que, fiel representante de sus intereses de clase, configura un nuevo modo de avanzada del capital. La crisis actual, que se refleja en un dólar cada vez más elevado, en una pérdida de reservas del BCRA que pareciera no tener ningún freno, en una inflación incontrolable, no es más que un nuevo episodio de la estrategia de acumulación basada en una explotación cada vez más cruda de la clase trabajadora.

*Por Pablo Díaz Almada para La tinta.

*Integrante del Colectivo de Pensamiento Crítico en Economía.

Palabras claves: Dolar, economia, neoliberalismo

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