La FUBA: otra víctima del fraude de Cambiemos

La FUBA: otra víctima del fraude de Cambiemos
5 julio, 2018 por Redacción La tinta

El pasado sábado 23 de junio la Franja Morada convocó a un Congreso de renovación de autoridades de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), una de las más importantes del país que agremia a los trece centros de estudiantes que componen la UBA. El espacio no contaba con la cantidad de congresales necesarios, pero en una maniobra «Nueva FUBA por la Educación Pública» (Franja Morada + PRO + aliados) se autoproclamó como conductora de la Federación.

Por Martina López para La tinta

¿De qué situación venía la Federación y cómo se ejecutó el fraude?

La Federación Universitaria de Buenos Aires no había podido renovar autoridades desde el 2014, por una situación de desgaste planificada y ejecutada por Emiliano Yacobitti (Presidente de la UCR-CABA y Decano de la Facultad de Económicas de la UBA) y su espacio político, que se basó en las reiteradas ausencias de congresales para no dar quórum, como también en una denuncia hacia los co-presidentes de la Federación (Adrián Lutvak por La Mella-Patria Grande y Julián Asiner por la UJS-Partido Obrero), por administración fraudulenta, llevada a cabo en el año 2015, y acompañada por una campaña de agresión y desprestigio hacia estos referentes estudiantiles.

El sábado 23 de junio se convocaron dos Congresos simultáneos de la FUBA: por un lado el que convocaba la actual presidencia de La Mella-UJS, por el otro el convocado por Franja Morada-PRO. Al tener, la FUBA, 130 congresales en total, cualquiera de los dos Congresos que tuviera la mitad más uno (es decir, 66 congresales o más) podía arrogarse el quorum y tener la legalidad requerida para ejecutar el acto de votación. La realidad fue que 65 congresales se acreditaron en el Congreso legítimo de La Mella-UJS, y 65 congresales se acreditaron en el Congreso fraudulento de la Franja Morada-PRO.

Pero esto resultó muy fácil de resolver: la Franja Morada y sus aliados (la UES de Sociales, agrupación estudiantil ligada a Daniel Filmus, el MLI de Ingeniería y el MILES, agrupación estudiantil vinculada a Luis D’Elía) falsificaron las acreditaciones de dos congresales: Federico Amoretti, de La Mariátegui (Filosofía) y Luz Assmann de El Germen (Económicas). Ambos congresales firmaron un acta ante escribano público, haciendo constar que no daban quórum al Congreso falso de la Franja Morada, no obstante aparecen en dicho Congreso como acreditados.

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Foto: Colectivo Manifiesto

Una historia familiar

No es la primera vez que la Franja Morada utiliza maniobras de este tipo para hacerse de un gremio estudiantil. Ya en el año 2001, ejecutó una alteración de actas en la Facultad de Ciencias Económicas-UBA, para manipular la derrota que había sufrido contra la agrupación TNT (conducida en ese momento por Axel Kicillof). En el 2003, nuevamente, en la misma Facultad y contra la misma agrupación, atacaron con golpes y denuncias policiales, dejando herida a la entonces militante estudiantil, Mercedes D’Alessandro.

En Córdoba, en el año 2005, la Franja Morada perdió la Presidencia de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC), en manos de un frente impulsado por la izquierda. De esta forma, Pablo Perón (actual gremialista docente) debería haber resultado Presidente, pero el libro de actas donde constaba cómo se había desarrollado la votación de dicho Congreso desapareció, y Brenda Austin (actual diputada nacional por Córdoba) se autoproclamó Presidenta de la FUC.

En un hecho más reciente, de cara al congreso de FUC del año 2017, donde el escenario entre el Frente Deodoro Roca (Franja Morada y aliados) y el Frente de Unidad Agustín Tosco (La Mella, La Bisagra y Sur) era muy ajustado, pudieron realizar una alianza de último minuto (de la cual se desconoce el precio pero se estima en alrededor de trescientos mil pesos) con el MNR. Esta movida los posicionó con 163 votos contra 141, haciéndose de la FUC y poniendo a la cabeza a Sebastián Fondacaro (MNR), de la misma forma que hoy intentan poner a la cabeza de la FUBA a Francisco Strambini (MLI), en un intento por ocultar que detrás de todo se encuentra la empresa Franja Morada y sus oscuros manejos.

Manotazo de ahogado

No conformes con intentar ocupar ilegalmente un gremio estudiantil del peso que tiene la FUBA, han comenzado, nuevamente las campañas de desprestigio contra los referentes de esta Federación: re-activaron la causa iniciada en el 2015 contra Adrián Lutvak y Julián Asiner. El juez federal Marcelo Martínez De Giorgi los citó a indagatoria, el día de hoy jueves 5 de julio, en una causa en la que se investiga la posible comisión de los delitos de administración fraudulenta, usurpación, desobediencia e impedimento o estorbo de acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

De esta forma, es cada vez más claro que nos encontramos ante una gran operación contra el movimiento estudiantil, orquestada por sectores muy poderosos de la Universidad de Buenos Aires, y ejecutada por su apéndice estudiantil: Franja Morada. Con cómplices entre quienes se han dicho opositores al Gobierno Nacional (UES-Sociales y MILES), con manejos turbios en la justicia y acusaciones que caerán por el propio peso de su falsedad, con la colaboración activa de Grupo Clarín, que en la última semana levantó más de diez notas acusando negocios millonarios en la gestión La Mella-UJS.

Parecía que el nivel de gravedad mayor lo habían alcanzado cuando encarcelaron a un estudiante mientras se manifestaba frente al Rectorado de la UBA, pero hoy estamos ante la imputación de dos militantes populares, de dos referentes estudiantiles, que viene a marcar una nueva era de persecución política para el movimiento estudiantil.

*Por Martina López para Redacción La tinta.

Palabras claves: FUBA, UBA, universidad

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