Un mar de paraguas
Las similitud de las líneas de los paraguas y la de las copas de los arboles le dan una simetría a la imagen que trasmiten la sensación de silencio, de dolorosa calma. O como describe su autor Eduardo Longoni “una de las cosas que quería era subirme en el medio del Monumento a los dos Congresos para hacer una imagen simétrica porque creía que iba a ser más potente”. Esta fotografía es de la Marcha de los Paraguas, que se organizó tres días después, el 21 de julio de 1994, del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
Por Redacción La tinta
Si bien fue organizada por familiares y amigos de las víctimas, fue toda la comunidad del país la que repudio el atentado. Se convocaron en la Plaza de los Dos Congresos alrededor de 150 mil personas que reaccionaron rápidamente ante la brutalidad del hecho.
Longoni afirmó que lo que más recuerda es el silencio, ya que en general las marchas siempre esta acompañadas de sonido. “Aquel día era un silencio atronador, no se escuchaba nada”, sentenció.
Sobre el momento de la toma, el fotógrafo contó que fue ayudado por algunos de los asistentes que los sostenía mientras él hacia el registro. “En algún momento comenzó a llover, con la ayuda de algunos manifestantes me subí a una barandita del monumento. Ahí vi delante de mí un mar de paraguas. Pude hacer dos o tres fotos porque no podía hacer equilibrio, tuve conciencia de que la imagen de la marcha iba ser esa”, describió.
En aquella manifestación se expresaba el dolor y la congoja de aquellos días, que esta imagen logra registrar de una manera emotiva. Acerca de eso Longoni reflexionó “es de esas fotos que se te escapan de las manos y comienzan a ser símbolo, no sabes muy bien porque. Se te va como una botella en el mar y no sos muy dueño de esa imagen”.
*Por Redacción La tinta