Mi cuerpo es mío y ¿yo decido?: la consulta ginecológica

Mi cuerpo es mío y ¿yo decido?: la consulta ginecológica
3 mayo, 2018 por Redacción La tinta

A la luz y la sombra de la llamada “Ley de Derechos del Paciente, Historia Clínica y Consentimiento Informado”, realizamos un análisis de la práctica ginecológica hegemónica. Con el fin de brindar algunas herramientas a la hora de la consulta médica y reflexionar acerca de nuestras vivencias cotidianas en la consulta, desglosamos algunos incisos-capítulos de artículos de la ley.

Redacción La tinta

Asistencia

“El paciente, prioritariamente los niños, niñas y adolescentes, tiene derecho a ser asistido por los profesionales de la salud, sin menoscabo y distinción alguna, producto de sus ideas, creencias religiosas, políticas, condición socioeconómica, raza, sexo, orientación sexual o cualquier otra condición. El profesional actuante sólo podrá eximirse del deber de asistencia, cuando se hubiere hecho cargo efectivamente del paciente otro profesional competente”.

Sabemos cómo la religión y las creencias de los ginecólogos tienen impacto sobre la atención. Por un lado, para juzgar cómo deberíamos de cuidarnos pensando en los métodos anticonceptivos. No se basan en lo que científicamente está estudiado, sino en lo que creen es conveniente para nosotras. Ni hablar de la opinión sobre nuestras prácticas y orientaciones sexuales. Se sobre entiende que somos heterosexuales y desde ahí se posiciona la consulta. No hay lugar a pensar que esto puede ser de otra manera, ni siquiera lo piensan.

Intimidad

“Toda actividad médico – asistencial tendiente a obtener, clasificar, utilizar, administrar, custodiar y transmitir información y documentación clínica del paciente debe observar el estricto respeto por la dignidad humana y la autonomía de la voluntad, así como el debido resguardo de la intimidad del mismo y la confidencialidad de sus datos sensibles, sin perjuicio de las previsiones contenidas en la Ley Nº 25.326″.

Cuántas veces nos hemos atendido en lugares en los que se realizan prácticas de estudiantes y nadie nos ha preguntado si queremos que esta persona esté ahí y presencie la consulta. Esto es violentar el derecho a la intimidad. Es importante que podamos exigir que en la consulta esté presente quienes querramos. Como así también si nos sentimos más cómodas y a gusto con una médica mujer, podemos solicitarlo.

Confidencialidad

“El paciente tiene derecho a que toda persona que participe en la elaboración o manipulación de la documentación clínica, o bien tenga acceso al contenido de la misma, guarde la debida reserva, salvo expresa disposición en contrario emanada de autoridad judicial competente o autorización del propio paciente”.

Sabemos que en los centros asistenciales lo que sucede en un consultorio, quirófano o habitación de internación es “vox populi”. Es decir, no se resguarda la información. Muchas veces desconocemos que esto se maneja de esta forma. Otras, sabemos que sucede pero no nos queda otra y tampoco sabemos qué hacer si nos enteramos. Es importante que sepamos que es delito violar el secreto profesional. La consulta debe mantenerse en el uno a uno con la otra persona, en caso de necesitar que otra persona asesore o de opiniones, nos tienen que consultar con anterioridad y nosotras consentir que esto suceda.

Autonomía de la Voluntad

“El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la Ley Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o salud”.

Pensemos si alguna vez en la consulta, alguien nos han preguntado qué queremos hacer. Recordemos procedimientos que han realizado sobre nuestro cuerpo sin consentimiento previo. Los ginecólogos actúan desde el paternalismo. Creen saberlo todo. No suelen darnos la posibilidad de decidir. Hay un principio en los cuidados de la salud que se llama “transparencia activa” por el que se supone tenemos que acceder a todas las alternativas y en el uso de nuestra autonomía, deberíamos de poder elegir lo que más se adapta a nuestras necesidades y gustos.

Ginecologo-medico-consultorio

De la información sanitaria (Capítulo II de la ley)

Aquí es importante destacar que, como dijimos antes, el secreto profesional es nuestro derecho y el deber de los profesionales de la salud. Nadie puede solicitar información en los centros asistenciales en nombre nuestro. Nadie puede dar explicaciones sobre el estado de salud a otras personas, a no ser que haya una incapacidad de la persona o imposibilidad de comprender la información a causa de su estado físico o psíquico. En este caso, se brindará a su representante legal o, en su defecto, al cónyuge que conviva con la persona, o a quien sin ser su cónyuge, conviva o esté a cargo de la asistencia o cuidado de la misma y los familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad, según la ley.

De la historia clínica (Capítulo IV)

La historia clínica nos pertenece a las personas que nos hacemos atender. Por una cuestión administrativa es que se encuentra en la institución. Tenemos derechos a solicitar una copia y esta debe ser entregada dentro de los 48hs después de la solicitud. Muchas veces se anteponen motivos administrativos para no dejarnos acceder a esa información y es importante que tengamos en cuenta que lo que pasa en nuestros cuerpos y en nuestras vidas, que queda asentado en una historia clínica, nos pertenece a nosotras.

Estas son sólo algunas herramientas para que podamos ser conscientes de nuestros derechos en las consultas, y podamos enfrentar algunas de las prácticas que ocurren en las consultas médicas, donde existe desigualdad de poder entre el/la médica y quienes asistimos a una consulta. El patriarcado está manifiesto en todos los ámbitos de nuestras vidas. Muchas veces teniendo más información no es suficiente, pero es un comienzo y en ese camino estamos.

*Redacción La tinta.

Palabras claves: Medicina

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