Milonga sin corte, tango feminista en movimiento

Milonga sin corte, tango feminista en movimiento
27 abril, 2018 por Julieta Pollo

Una voz que se agita en un mar de cuerdas y canta la justa, sacudiendo prejuicios vetustos que ya no tienen cabida y actualizando el tango tradicional con ironía, actitud y la convicción de que las mujeres nos narramos a nosotras mismas.

Por Julieta Pollo para La tinta

Milonga sin corte muta, se mueve, le pone el pecho a la experimentación desde lo musical y lo ideológico. Surge del encuentro de distintos músicos que le han dado cuerpo y alma al tango que defienden y disfrutan. Verónica Bie, Pablo Aventuroso, Pablo Lacanna, Benjamín Juárez, Paula Cantarutti y Ramiro Tarifa son solo algunas de quienes han conformado la banda en sus cuatro años de vida. Versátil e inquieta, la Milonga sin corte lleva su arrabal itinerante a bares y milongas, marchas, encuentros, ferias y hasta la misma peatonal de Córdoba.

Su repertorio incluye canciones de su autoría y obras de compositores y letristas como Carlos Gardel, Ciriaco Ortiz, Edmundo Rivero, Juan de Dios Filiberto, Luis Visca, Enrique Santos Discépolo, Enrique Cadícamo, aunque también se permiten correrse de lo tradicional y traducir al tango canciones de otros palos: el cuarteto de la Mona Jiménez o el rock de Callejeros.

Milonga sin corte porque arrasa con todos los prejuicios del tango”, explicó la cantante Verónica Bie a La Tinta y, entre el vaivén de un mate al sol, habló sobre tango feminista y nos invitó a la presentación de este martes en La Locra Trabajadora, encuentro organizado por Feministas Trabajando para celebrar y reivindicar la fuerza de trabajo de las mujeres.

—¿Cuál fue tu primer acercamiento al tango? ¿Por dónde le entraste?

—Hace mucho un amigo me invitó a tocar unos temas al azar y me dio Vuelvo al sur. Y yo quería imitarlo al Polaco Goyeneche porque como no sabía el estilo dije, esto es simple, lo escucho y lo canto. Y ahí me las vi… es muy complicado, seguir al Polaco es una idiotez. Ahí fue cuando empecé a escuchar más tango. Ahora ya estoy muy abierta a otros, pero empecé por el Polaco. Después pasó que la Lore Gómez me dice “vos tenés que cantar tango” –yo estaba en una banda de reggae-, algo que mi viejo también me decía siempre. Y ahí me acerqué al primer violero, Pablito Aventuroso, y juntes empezamos a darle forma.

—Además de las canciones más tradicionales tienen algunas versiones tangueras temas de otros géneros, ¿cómo surge la idea de pasar a tango una de Callejeros?  

—Y… por el rock de cada une. Yo vengo de esa… Callejeros cuando salió me gustaba mucho, sobre todo el timbre del Pato, es re tanguero para cantar. Yo no me daba cuenta antes, cuando estaba lejísimo del tango, y después caí en que ese tema es un tango, tiene esa armonía. Entonces salió solo. Igual ahora ando en la búsqueda de otras canciones. Justo ahora veía un chabón que lo había parado la cana en La Plata por tocar y el loco estaba tocando “poder jugar en otro juego es lo que imagino…”, y si vos lo pasás a tango “…donde la gente de mierda esté muerta” y yo ya me imagino toda la orquesta ¿viste?  El rock y el tango van de la mano, a mi humilde entender son primos hermanos. 

—También tienen canciones propias, como «¿Qué nos pasó?» y «Guacha Piola», en la que hacen otro entrecruce interesante: el del tango y el feminismo.

La historia de «¿Qué nos pasó?» es re loca porque es un tema que lo tuve mucho tiempo cuando estaba en la banda de reggae y nunca lo pude meter. Y apenas volvemos con la Milonga, cuando se arma bien consciente hace más o menos dos años, dijimos ¿lo probamos en tango? No, probémoslo en milonga… y fue un vómito, y ahí dije ahhh… siempre fue eso. El otro tema, «Guacha Piola», lo escribió Lali Rocha como poesía para un toque en Favela y nosotres le pusimos música. Lo cantamos en todos lados y está re bueno porque es muy claro el mensaje y porque es lo real: cae una piba toda rapada con una rasta colgando a una milonga y no hay lugar donde no la miren con prejuicio, por más de que todo el mundo lo niegue… o que si baila con tacos o con crocs, que si baila con un chico o con una chica…

—¿Cómo se inserta la lucha feminista en una expresión tradicionalmente machista?

—Ahora justo estamos armando el Movimiento Feminista de Tango, un espacio que nos reúne para charlar y replantearnos cuestiones como estas. ¿Cómo arrancamos para poder hacerlo feminista al tango desde las raíces que trae? Es difícil, va a ser dura esa… pero me parece que se puede porque ahora hay mucha movida de tango en Córdoba y  hay muchas pibas que se están arrimando y están enseñándonos otras cosas. Sobre todo las nuevas generaciones que lo escuchan y lo toman desde otro lugar, no como una que ya venía escuchándolo de la manera que nos impusieron.  Ellas terminan enseñándonos; por ejemplo a mí me han sacado un montón de cosas machistas que yo tenía incorporadas al cantar el tango, como pararme y cantarlo como un hombre. Al principio lo hacía así. Ahora tengo una fuerza que es propia de mi personalidad y voy haciendo un personaje, pero ya no desde ese lado.

—¿Por qué deciden hacer tango feminista desde la Milonga sin corte?

—Fue todo un proceso porque cuando yo arranqué con el tango la verdad no estaba en un movimiento feminista y estaba en otra. Lo primero que quería con el tango era acercarme a mis amigos y que sientan la misma sensación escuchando tango que escuchando Radiohead, por ejemplo. Puede ser pretencioso pero en un punto veo que pasa después… cuando tocás les ves las caras. En ese proceso apareció involucrarme más con esta lucha y plantar otra bandera dentro de esa, que es mostrar el tango con otros colores… con músicas mujeres, con voz de mujer, con chabones que respetan a las mujeres y tienen la apertura de que ellas pueden hacer la música como quieren.

—¿Cuál es la importancia de resignificar los géneros tradicionales?

—Creo que te acerca un montón de cosas… a mí me ayudo a sanar un montón. Me pasa que lo disfruto con amigos de mi misma edad y escuchamos la Fernández Fierro, por ejemplo, y nos sentimos muy a gusto con el estilo. Nos damos cuenta de que por ahí hubiera sido distinto si hubieran sido otras las letras, enfocadas en otras cosas sin herir a la mina y dejarla como un trapo de piso, culpable de todo. Ahora que nosotras podemos dar vuelta esa cuestión, hablando más de nuestras noches, creo que se puede hacer un tango muy rico y lo disfruto mucho.

—¿Qué se viene para la Milonga sin Corte en 2018?

—Quienes conformamos la Milonga sin Corte nos reunimos con otros artistas y armamos Quebrache que es un proyecto con el que vamos a estar en Europa los próximos meses. Somos seis músicos y dos bailarines y venimos ensayando a full. Abarca lo teatral, lo musical, la danza… es muy completo lo que vamos a hacer y ni hablar de la experiencia personal de ir con la Milonga, con Quebrache que es como nombramos la compañía. La presentación en Córdoba del proyecto va a ser el viernes 18 de mayo a las 22 en The bar.

Milonga sin corte. Junto a Fuerza y pezón y La Chigui Miralles en La Locra Trabajadora, el martes 1° de Mayo desde las 12:30. Club Social y Deportivo Los Vaqueros, Punta del Sauce 1779, Barrio Talleres Oeste.

*Por Julieta Pollo para La tinta.

Palabras claves: Feministas trabajando, La Logra Trabajadora, Milonga sin corte, Tango, Verónica Bie

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