El general tiene quién le escriba: Carlos Rivero, el admirador de Luciano Benjamín Menéndez

El general tiene quién le escriba: Carlos Rivero, el admirador de Luciano Benjamín Menéndez
28 febrero, 2018 por Redacción La tinta

El genocida recibió en el diario La Voz del Interior del día 28 de febrero cuatro mensajes conmemorativos en la sección de obituarios. Uno de ellos llamó la atención del público por su ferviente idolatría al represor, por su apología del delito y por ser el único mensaje firmado por un civil. El autor del aviso fúnebre es Carlos A. N. Rivero, quien hasta 2007 se desempeñó como Director General de Presupuesto de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y quien ya en 1978 había expresado públicamente su posición a favor de la Dictadura.

Por Redacción La tinta

El 27 de febrero a las 11:20, en el Hospital Militar de la ciudad de Córdoba, se extinguió la vida del genocida Luciano Benjamín Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, condenado a doce cadenas perpetuas por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar.

«Murió la muerte», expresaron desde la organización derechos humanos H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio). El «Cachorro», fue el militar argentino con más condenas a prisión perpetua en la historia del país. Fue hallado culpable por 282 desapariciones de personas perpetradas en el Campo de concentración La Perla-La Ribera en Córdoba, además de 52 homicidios, 260 secuestros y 656 casos de torturas.

Murió Menéndez, el hombre que decidía quien vivía y quien moría en Córdoba durante la última dictadura. Pero no murió la muerte, ni sus partidarios.

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Foto: Colectivo Manifiesto

El huevo de la serpiente

Luciano Benjamín Menéndez recibió en el diario La Voz del Interior del día 28 de febrero cuatro mensajes conmemorativos en los avisos fúnebres. Uno de ellos llamó la atención del público por su ferviente idolatría al genocida y por su palpable incitación al odio y cuasi apología del delito.

«El Lic. Carlos A. N. Rivero lamenta el fallecimiento de un patriota y valiente soldado que no vaciló en acudir al llamado de la Patria», comienza la extensa oda al represor.

Y continúa: «Como General de División y jefe de las fuerzas regulares que vencieron la guerrilla subversiva en la guerra que los delincuentes mismos planearon, asumió la responsabilidad de las acciones de los efectivos a su mando, como corresponde a un Jefe honorable y generoso camarada».

El mensaje de Rivero resaltó no sólo por ser el más extenso, sino que además fue el único obituario firmado por un civil. El resto de las conmemoraciones -en Córdoba- fueron del Club de las Fuerzas Armadas, el coronel retirado Raúl Guillermo Tejerina y el ex general de división Carlos Alberto Quevedo.

«Su nombre quedará por siempre en la historia de la Nación. Descanse en paz Señor, lo acompañan las oraciones, el recuerdo respetuoso y el reconocimiento de los cordobeses memoriosos y agradecidos. ‘El hombre de bien deja su herencia a los hijos de sus hijos. Prov. 13-22», concluye el mensaje de Carlos A. N. Rivero.


Las siglas publicadas en el matutino pertenecen a Carlos Alberto Nicolás Rivero, quien durante una decena de años se desempeñó como Director General de Presupuesto de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Renunció a su cargo en 2007, meses después de que asumiera como rectora de la Casa de Trejo la doctora Carolina Scotto, primer mujer al frente de la institución en más de 400 años. 


Rivero (leg. 5017) tuvo cargos jerárquicos durante las gestiones de los rectores Eduardo Staricco (1995-1998), Hugo Juri (1998-2000) y Jorge González (2001-2007).

Rastrear su trayectoria en la Universidad antes de sus cargos ejecutivos se hace difícil. Sin embargo, La tinta halló un documento clave para terminar de definir el perfil del Licenciado Rivero.

El 14 de octubre de 1978, el Diario Córdoba publicó en su página 5 una solicitada titulada “Los argentinos somos derechos y humanos. Carta Abierta al Embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, Señor Raúl Castro”, con la firma de más de 840 trabajadores de la UNC. La carta defendía al Régimen Militar y criticaba al gobierno norteamericano por su política de derechos humanos en relación a la Argentina.  El nombre «Rivero, Carlos A.» figura entre los firmantes de la solicitada, como representante de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. 

«Los abajo firmantes, ciudadanos argentinos y docentes de la UNC, por su propia iniciativa y bajo su responsabilidad individual se dirigen al señor Embajador a fin de manifestar su profunda sorpresa ante la actitud del actual gobierno de los EE.UU. consistente en una política de incomprensión y desafío a la lucha de nuestro país por su libertad y el derecho al honor y a la tranquilidad de su pueblo», expresa la solicitada.

La carta acusa una «campaña anti-Argentina», cuando faltaban pocos meses para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos hiciera una visita de inspección al país.

«Aparte de la injerencia en asuntos internos de un Estado tradicional amigo de los EE.UU., lo que resulta verdaderamente incomprensible es la fuente en la cual se origina la información del actual gobierno norteamericano (…) Son los mismos guerrilleros que asolaron el territorio nacional, que asesinaron a cientos de personas y atacaron a otras entre las cuales se cuentan cónsules norteamericano, funcionarios ejecutivos (…) Ante su derrota esos guerrilleros y activistas huyeron del país, para refugiarse junto a sus amos buscando nuevas directivas, no sin antes pasar por los EE.UU. para sembrar de confusión a quienes escucharon su prédica con ingenuo candor, supina ignorancia o encubierta complicidad».

Y prosigue: «No nos preocupan los ataques en sí porque estamos unidos en la defensa de nuestra Patria, de nuestra herencia espiritual y de nuestra soberanía, pero nos preocupa que por la reiteración de la política que hemos denunciado se pueda llegar al distanciamiento de dos pueblos, el argentino y el norteamericano, que por múltiples razones y previa superación de sus innegables imperfecciones, deben seguir el mismo camino hacia la victoria final en pro de la dignidad humana».

En el final de la carta, los y las firmantes pedían que se terminaran todas las sanciones aplicadas a la Argentina y que el pueblo americano y el pueblo argentino se unieran para lograr una victoria definitiva contra la subversión y los liberticidas a favor de la dignidad de las personas. La solicitada se alzaba así como una clara expresión en apoyo a Jorge Rafael Videla y a la Junta Militar cuando más fuerte se sentían las denuncias en el exterior por los crímenes cometidos.

El listado de quienes suscriben al documento es extenso -hay 844 firmantes- e incluye a personalidades que años más tarde serían protagonistas de la vida universitaria, la política local, el Poder Judicial y la escena empresarial de la provincia de Córdoba.

Con la vuelta de la democracia, algunas de las personas incluidas entre los firmantes han asegurado que sus nombres fueron agregados sin que ellos dieran su acuerdo o siquiera se enteraran hasta después de que salió en el diario. Evidentemente, no es el caso de Carlos Alberto Nicolás Rivero, quien este miércoles ratificó abiertamente su lugar en la grieta: del lado de la muerte.

* Por Redacción La tinta / Imágenes: Colectivo Manifiesto.

Palabras claves: Dictadura Cívico-Militar, Luciano Benjamín Menéndez, UNC

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