Brasil: carnaval y militarización

Brasil: carnaval y militarización
19 febrero, 2018 por Redacción La tinta

Por Pueblos en camino

Cuando un pueblo vive para un Carnaval, el Carnaval es la expresión incontenible, el estallido de lo que niega a ese pueblo. El olvido que se levanta. El Carnaval de Río de Janeiro es el olvido, lo negado, lo inexistente, haciéndose danza, alegoría, canto, desfile, alegría, fuerza, día a día durante todo el año, mientras se prepara.

Que nadie dude del esfuerzo, de la dedicación y entrega que hay en esta fiesta. No se huye de la realidad en el Carnaval: se proclama la otra, insultada, despreciada, negada, explotada. Se la niega en el marco de condiciones que intentan convertirla en espectáculo, en mercancía y ganancia, encerrada en una avenida, atrayendo turistas y folclorizada-sexualizada, al servicio del mito despiadado de propaganda y farsa.

Pero el Carnaval de Río es la explosión del tiempo pleno de los negros, pobres, negadas y negados. Este año, ante la dictadura de Temer, al servicio de las transnacionales, del gobierno que privatiza para Coca-Cola o Nestlé el mayor acuífero del planeta, todas las riquezas de ese país y reduce con una reforma previsional el trabajo a la esclavitud hasta la muerte, mientras la miseria campea por favelas, calles y campos exhibiendo hambre y sin salida para toda una juventud ya reprimida y masacrada, este año, el Carnaval de Río fue una cachetada desde abajo, en escuelas de samba, una tras otra, representando la esclavitud y el despojo, cantándolas, bailándolas.

Temer, las transnacionales, las reformas, el abuso del capitalismo, quedaron expuestos, burlados, resistidos por un pueblo en Carnaval. La libertad y la miseria se hicieron Carnaval. El “momento de peligro” en el que “ni siquiera nuestros muertos están a salvo” bajo el “estado de excepción” permanente y agudizado del sistema contra la vida, por la ganancia, tal como lo señaló Walter Benjamin, fue burlado en este Carnaval que se transformó en un levantamiento; en un estado de excepción desde abajo.

La reacción: Temer inicia la ocupación militar de Río de Janeiro superando la ya existente maquinaria de terror asesino. Un General (Braga Netto) tiene todo el poder, bajo el mando de Temer. Una advertencia, un primer golpe militar dentro del golpe político. Luego de Río seguirán otros Estados y todo el país, para imponer un gobierno ilegítimo, rechazado, odiado y falso hasta la desvergüenza.


La guerra declarada contra los pueblos en todo el continente y el mundo y anunciada desde Davos, ahora se militariza. La ocupación militar y la masacre comienzan. El Carnaval de Río llama a la rebeldía, la expresa. La respuesta de guerra muestra el camino, el destino que impone el capital al continente todo, desde Brasil, pero también desde cada país de la región.


La condena a Lula en un juicio que era una condena anticipada, tras el fracaso y la corrupción del gobierno del PT y el golpe de Temer posible solamente por la debilidad de un gobierno que traicionó sus ideales, se da en el marco de una guerra continental contra los pueblos. De una escalada fascista que el Carnaval bailó, cantó, representó. La semana de Carnaval, fue el día del estallido de lo que se fue urdiendo y sigue creciendo en la penumbra de lo que condenan a la invisibilidad el régimen y el sistema.

Hay que entender la militarización de Río en el marco de las leyes de esclavización (reforma pensiona/previsional), la privatización de todo, la entrega de Brasil al capital transnacional, la ilegitimidad del régimen y la ocupación a sangre y fuego del país, del continente y del mundo por el capital transnacional y sus gobiernos fascistas y progresistas. Este documental de la comparsa completa del Carnaval de Río y este artículo invitan a conocer lo que sucede en Brasil: el estallido permanente desde abajo y le guerra contra la vida. El único camino es la rebeldía. El Carnaval de la rebeldía, escuela por escuela, barrio por barrio, ensaya los cantos, los motivos, la alegría que genera y trenza nuestra resistencia y levantamiento, día por día hasta hacer de la vida Carnaval y sacudirnos para siempre de los asesinos y ladrones que gobiernan.

Desfile completo del Paraíso do Tuiuti: La esclavitud, dolor y rebeldía

Claves para entender la intervención militar en Río de Janeiro

¿Cuál es el motivo de la intervención?

Con la excusa de acabar con la violencia en Río de Janeiro, el presidente de Brasil, Michel Temer, decretó este viernes la intervención federal en ese Estado, restringida al área de seguridad pública. Detrás de esta decisión de Temer, quien dijo que “La violencia es una metástasis que se expande por todo el país”, se encuentran los verdaderos motivos de esta maniobra política.

En primer lugar se encuentra el intento de revertir la impopularidad que arrastra su imagen, implicándose con un tema sensible como lo es el de la “seguridad” en la segunda ciudad del país. Algunos analistas sugerían este viernes que una jugada así podía terminar sepultando a su administración, y aseguraban que se estaba jugando lo poco que le quedaba de legitimidad.

En segundo lugar, Temer busca desviar la atención de la jugada política que se cocina en Brasilia donde con la compra de votos y voluntades pretende conseguir una mayoría, que aún no tiene, para aprobar la reforma previsional. La intervención de Río es una forma de intentar garantizarse el voto de la “bancada de la bala”, como se llama a los diputados de la derecha securitaria que bregan por una política de mano dura.

Finalmente, la militarización extrema de Río de Janeiro busca amedrentar y callar las voces de rechazo a los ataques como el de las reformas laboral y previsional. En los últimos días, Río se convirtió en el centro de todas las miradas cuando, durante el Carnaval, el odio contra el gobierno de Temer y la resistencia a sus políticas se hizo evidente incluso en los desfiles de las principales escolas de samba.

¿Qué implica la intervención federal?

Si bien desde el punto de vista jurídico una intervención federal implicaría un quiebre de la autonomía del Estado intervenido, incluyendo el poder ejecutivo y legislativo, en este caso la intervención se reduce al aspecto de la “seguridad pública”. Esto quiere decir que el decreto firmado el viernes, y que debería tener el aval del congreso, no anula al ejecutivo y al legislativo, sino que pone bajo la órbita de Temer a todos los cuerpos de seguridad, ministerios, empleados y dependencias del área. Desde ese momento Temer pasa a ser el responsable por todos los actos del interventor que designe.

Para dejar en claro que de todas maneras la brutalidad que puedan ejercer las fuerzas represivas van a quedar absolutamente impunes, en octubre del año pasado el Senado brasileño votó una ley que le da protección a los militares que cometan crímenes durante su accionar, aprobando un tribunal especial para los militares.

El General Walter Souza Braga Netto será nombrado interventor de Rio de Janeiro. Su currículum es el de un especialista en el comando de operaciones de militarización de ciudades para el mantenimiento del “orden y paz”. Se trata de un especialista en represión que fue Coordinador General del Asesoramiento Especial para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, cuando en nombre del mantenimiento de la seguridad durante los juegos, se militarizó y reprimió principalmente a las favelas cariocas. Braga Netto también estuvo a la cabeza de la “Operación Capixaba”, cuando parientes de policías militares acamparon frente a los batallones reivindicando mejores condiciones de trabajo, impidiendo la salida de los agentes de seguridad.

¿Qué cambia con la intervención?

El interventor Braga Netto asumirá el control de la Secretaría de Seguridad Pública y de los cuerpos de policía. Al no estar subordinado al gobernador del Estado de Río de Janeiro, tiene absoluta autonomía y responde directamente a las órdenes de Temer. Hay muchas cosas que aún están por definirse ya que esta sería la primera vez desde la constitución de 1988 que se puso en marcha una intervención federal de este tipo. En los hechos la intervención dará superpoderes dictatoriales al Ejército en la segunda ciudad más grande del país, y concentrará las fuerzas represivas, desde la agencia de espionaje, la Policía Federal y el mando de las policías, en una sola cartera ministerial.

¿Qué pasará con la votación de la reforma previsional?

Los titulares de los principales diarios dicen que durante una intervención federal no es posible avanzar con la reforma previsional o de cualquier otra enmienda constitucional. Parecería ser una operación de prensa para intentar desmontar la movilización de los trabajadores y la rabia que se expresó en el carnaval, como así también impedir las movilizaciones y jornadas de protesta. Dentro de los mismos artículos periodísticos, abajo de los grandes titulares, diarios como Estadão y Folha confirman lo contrario: en la reunión en que Temer decidió la intervención federal ya definió que se suspenda la medida por un día para votar la reforma. Esta hipótesis podría combinarse con una segunda opción: si Temer no consigue “comprar” a los 308 diputados necesarios, podría avanzar en la votación de partes de la reforma que no exigen enmendar la Constitución.

*Por Pueblos en camino.

Palabras claves: Brasil, carnaval, impunidad, Michel Temer, militarización, represion

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