Akun Maia, trascender las ilusiones

Akun Maia, trascender las ilusiones
12 diciembre, 2017 por Soledad Sgarella

La banda formada en Córdoba hace 10 años presentó en noviembre su último disco, Gran Espíritu (grabado en vivo y disponible para libre escucha y descarga en el ciberespacio), donde hicieron sentir sus viajes musicales en un evento multidisciplinar en el que compartieron con el público la “comunión del arte” que buscan, recorriendo sus temas junto a artistas invitados.

Por Soledad Sgarella para La tinta

“Son la personificación de la fiesta psico”, dice un seguidor en sus redes sociales, y dicen venir de Pueblo X, Estrella Maia, 5ta dimensión. Versátiles, viajeros musicales y una familia -como ellos mismos se definen-, los Akun Maia hacen la mezcla perfecta para bailar y fluir: reggae, ska, rocksteady, roots, dub, cumbia, balkandub y sonidos étnicos.

El grupo está formado por Federico Bellini (guitarra y voz), Jorge Hunicken Ferraris (teclado y voz), Gastón Garrott (trombón), Damián “el Mago Rítmico” (percusión), Fabricio “Sabor” Lescano (flugel), Pato Ludueña (trompeta), Leandro Tangenti (violín y voz), Gustavo Ledesma (bajo), y Martín Ledesma (batería). La tinta les hizo un par de preguntas a los últimos tres, cuyas respuestas son más que representativas de estas navegaciones experimentales de la banda cordobesa por los diferentes ritmos artísticos que eligen transitar.

Viaje, flash y mística en está banda de siete años que hace un mes presentó su disco en vivo Gran Espíritu y que este próximo domingo se presenta en La Minerita, en Unquillo, junto a Indigo Reggae Raiz y L-mentaal.

—¿Cómo surge Akun Maia?

—Leandro: Luego de una conexión mágica de amistad, se conforma la banda estable.

—Tavo: Akun nace en el 2010, con la intención de armar una Jam de reggae de clásicos de reggae jamaiquino que, bueno, a los pocos meses se fue cambiando y se estableció una banda formal con miembros estables. En un principio nos abocábamos solamente al dub o reggae, y todo lo que viene de Jamaica y con el tiempo eso fue cambiando hacia la fusión con otros estilos.

—Martín: En realidad nos juntamos a través de un amigo que es Nicolás Costamagna para armar una banda para esa Jam de música jamaiquina… para una fiesta. Nos juntamos, empezamos a sacar canciones y hacer un par de standars de Jamaica y la fiesta nunca sucedió, y nosotros quedamos ahí con la formación y las canciones sonando y decidimos seguir con la agrupación y empezar a componer, y así es como surgimos, casi sin querer.

—¿Y porqué se llaman así, de dónde nace el nombre?

—L: Nace porque había un par de sureños en la banda y en esa época lo no tan de moda progre, como ahora, que era el lenguaje mapuche (que ahora en el ambiente progre está re de moda lamentablemente por una cuestión tristemente famosa, la nueva etapa y finiquitación y su posible exterminio)… estos muchachos sureños estaban explorándolo. Por lo que eligieron poner y buscar una proposición bastante extraña, akun que es llegando a.
Este mismo personaje sureño también a veces flashea un poco con los astros y el impulso energético que éstos hacen, o afectan a nuestras vidas humanas en la tierra, y por ende maia es una estrella de órbita errática que va por la vía láctea. Por lo que Akun Maia se resumiría: yendo a o llegando a una órbita errática.

—T: Bueno el nombre lo trae el Colo! (Martín Ledesma)… nos trae la palabra maia que nos había gustado, que tenía distintos sentidos y significados según distintas culturas. Eso nos había gustado, y sobre todo uno de eso sentidos era que maia es una estrella de las pléyades y según una teoría es una estrella que tenía una órbita errante y nos gustaba eso… eso nos identificaba un poco, viajar hacia un lugar… de constante indefinición.

—M: Decidimos seguir adelante con el proyecto y ponerle un nombre. El primer nombre que tuvo fue La Jahm en alusión a Jah que es la manera que tienen los rastas de decirle a dios, y con la m de jam que es de improvisar. Como canta Bob Marley: jamming, que es improvisando.

Y hoy nos llamamos así un poco porque nos gustaba la palabra maia que es un sol hermano de nuestro sol, que ha sido importante para todas las culturas de este planeta. Le han puesto muchos nombres: maria, maitreia, maia para los budistas y también para los mayas en México y mitra por ejemplo para los celtas. Osea que esta energía ha sido y es muy importante. Los mayas decían provenir de este sol, para los budistas es la ilusión que no nos permite ver la realidad tal cual es y sólo vemos sombras -o vemos solo un diez por ciento de lo que es la vida en realidad-, estamos como con velos… y eso que creemos ver es Maia, una ilusión. Trascender esa ilusión es acceder a ese mundo real y verdadero. Decidimos buscarle alguna palabra que le dé fuerza, necesitábamos una palabra que le dé más vigor, y buscamos en diferentes idiomas y encontramos akun que en mapuche en llegando a.  Llegar a maia es llegar a trascender esa ilusión de la falsa realidad y poder acceder a la realidad… osea a la verdadera verdad, y no a lo que creemos que es la verdad. Llegar a maia es llegar a un estado de libertad y creo que eso se traduce a nuestra música porque no nos quedamos cerrados en ningún género y salpicamos con cosas de otros géneros y estéticas.  Por ejemplo el tema «Sapocachi», es una melodía andina pero salpicada por balcánico, punk rock, cuarteto y rock surfer… entonces es eso, nos movemos con mucha libertad musicalmente y eso tiene que ver con el nombre.

—Si tuviesen que seleccionar tres palabras que los identifique como banda… ¿cuáles elegirían?

—T: Tres palabras que nos identifiquen: creo que akun es un flash, o un viaje… cualquiera de las dos palabras. Es libertad y es familia.

—L: Elegiría monada, elegiría viaje, y elegiría psicodelia.

—M: Yo elegiría libertad, psicodelia y ritmo. Creo que son las tres palabras… nuestra música tiene mucho ritmo, en ese ritmo nos vemos con mucha libertad tanto melódicamente como con otros sonidos y rítmicamente, y todo eso impregnado de mucha psicodelia. Desde los sonidos de las guitarras hasta los que elegimos en los discos de estudio y en el vivo. Mucho delay, cámaras…y un sonido colgado por así decirlo. Un sonido que permite momentos de introspección.

—¿De qué se trata este último disco? ¿Qué aporta Gran Espíritu?

—M: Gran Espíritu trata un poco del arte en comunión. Fue una fecha en la que se pintó en vivo, se hicieron muchas cosas hubo visuales, estuvo Josefina haciendo una pequeña lectura de un cuento zapatista que lo hizo arriba de una canción. Eso no salió en el disco pero también sucedió, y bueno por ahí de lo que trata es de esa comunión del arte.

Hay muchos músicos invitados, como Matias GaunaMariano Cafaratti, Jerónimo Gallo y Sebastián Cagnari y todo eso le da un color distinto a la banda, porque son grandes que aportaron muchísimo y creo que también trata un poco de eso, de este gran espíritu que está guiando todo, que es parte de nuestro arte, amigos que se sumaron y que lograron aportar muchísimo. Hay canciones como «No hay nadie», donde está el Martín Donalisio, más conocido como El Lobucho, y Mariano Cocimano, que son musicazos y fueron partícipes de una gran banda que se llamaba Los rústicos del viejo sueño, con un fuerte contenido social en sus letras, que sigue siendo actual. Por más que es una canción de los 90, sigue teniendo un fuerte contenido, así que para nosotros es una alegría haber contado con ellos y haber podido reversionar esa canción tan buena. Así que el disco tiene esa magia… quisimos hacer un ida y vuelta, cómo el ser humano interactúa con la naturaleza, para bien y para mal, y creo que eso está, se puede oír y percibir por más que algunas canciones son instrumentales en muchos pasajes del disco.

El último disco, es un disco que por ahí recorre lo que es la banda en vivo verdaderamente. El primero, Lo lindo de la vida, es un disco de estudio que bueno, permite muchas tomas y podés hacer varias veces cada canción… y después se graba arriba. Por ejemplo, incluso los días que se grabaron las voces y que los chicos no estaban bien de la garganta, decidieron tomar otro día para grabarlas. Y bueno, eso tiene un disco de estudio. En vivo en cambio todo eso está mucho más limitado: es lo que salió en vivo y después se pueden hacer unas pequeñas grabaciones, pero básicamente tiene toda esa magia que tiene una banda en vivo que es como lo más real, lo más cercano a lo que suena en un ensayo y es lo más cercano a lo que constantemente ve la gente cuando nos va a ver.  Es un disco en vivo y el disco en vivo creo que es esa realidad, esa textura real que tiene la banda en una sola toma y mucha dinámica rítmica, y músicos en vivo improvisando y haciendo lo que sienten en ese momento… sin maquillaje sonoro.  Uno está más expuesto, más pelado y eso hace que la banda se ve con sus defectos y virtudes… creemos que es muy fiel a lo que realmente somos.

—T: Bueno… este último disco fue grabado en vivo en El vecindario, un recinto cultural de Córdoba el año pasado y cuando lo escuchamos nos encantó. Habíamos tenido siempre uno o dos invitados por tema, y nos encantó como salió.

Algunas canciones nos hubiera gustado que estén pero por cuestiones técnicas no pudo ser, como por ejemplo en uno de los temas que se cortó la luz y eso estuvo muy bueno… fue muy gracioso porque quedaron los amplificadores de bajo y guitarra. Esos sí quedaron sonando y la batería, así que fue un power trío instrumental durante diez minutos. Mucha gente pensó que eso estaba hecho a propósito, pero no… (risas)

Akun aporta el sonido en vivo. Quien no conozca Akun Maia en vivo se puede dar un pantallazo de la fuerza y los distintos climas que puede atravesar en vivo la banda y cerrando los ojos, quizás lo puedan experimentar.

—L: No sé qué aporte, porque la verdad que no si es una búsqueda de aportes, la jubilación cada vez tiene menos sentido en este país… ¡osea que no nos vamos a jubilar nunca y encima te van a pagar dos monedas, así que aportes no quiero hablar!

Es una apuesta impresionante a tratar de revivir un poco Akun de verdad, que es Akun en vivo. Más allá de que Lo lindo de la vida es un disco excelente, por el que hemos sido muy recompensados, por el hecho de cómo salió y lo que a nosotros nos produce hasta el día de hoy (cosa que no es normal, que los propios músicos estén tan satisfechos con un disco), indefectiblemente la música en vivo siempre va a reflejar muchísimo más la realidad, sobretodo en una banda donde la improvisación está a la orden del día. Por ende para mí, es una gran experiencia y un gran reflejo de la sangre que se tiene solamente arriba del escenario.

*Por Soledad Sgarella para La tinta

Palabras claves: Akun Maia, El vecindario, Gran espíritu, Lo lindo de la vida

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