«Vamos a tratar de que cicatrice un poco la herida»

«Vamos a tratar de que cicatrice un poco la herida»
19 septiembre, 2017 por Redacción La tinta

Carlos Vidosa, padre de Ingrid, dijo: “No hay que tener miedo, hay que salir adelante y golpear puertas. Hay que denunciar todos estos hechos y seguirlo”. Gracias a la persistencia de las familias y las organizaciones feministas, en los últimos meses ha habido avances en algunas causas y juicios por femicidios. Luego de mucho años de lucha para que sea reconocida la violencia de géneros como agravante, se han incorporado finalmente en las sentencias, a pesar de estar vigente en el Código Penal desde el 2012.

Por Redacción La tinta

Johana Altamirano – Alta gracia

El 18 de agosto de 2017 fue condenado a prisión perpetua el femicida Guillermo Rafael Bustos (22), acusado de homicidio calificado por violencia de género y alevosía, luego de 15 meses de ocurrido el femicidio de Johana.

Ella apareció en pleno parque, tirada, boca abajo, el 28 de abril de 2016. En principio,sólo consideraban que tenía un fuerte golpe producido por una piedra. No había rastros de puntazos ni disparos en su cuerpo. El fiscal Alejandro Peralta Ottonello consideró la carátula como homicidio simple y robo. Gracias a la persistencia de su familia y del colectivo de Ni una menos se cambió la carátula y no quedo como un simple robo.

El asesinato de Johana provocó una de las movilizaciones más grandes de los últimos tiempos, en la ciudad de Alta Gracia. Alrededor de 400 personas se movilizaron pidiendo justicia por el hecho, entre familiares, vecinos y compañeros, más docentes del colegio al que asistía.

Walter, hermano de Johana, expresaba a Zumba la Turba que la decisión del jurado los “deja tranquilos, fue por lo que luchamos desde el primer momento junto con el Colectivo Ni Una Menos, con las marchas que hicimos, movilizando a la sociedad, a que nos apoyaran, que tomen en cuenta esto que estaba sucediendo. Ahora nos deja en paz saber que Johana descansa en paz, es lo que nos hace fuertes para cambiar el chip y continuar con la vida”.

Walter comparte unas palabras dirigidas a otras familias en esa desesperante situación: “Nunca bajen los abrazos, siempre luchen por esas mujeres, por la familia, para dejarlas en lo más alto, en boca de todos, que sepan quiénes fueron y las buenas personas que fueron. Esa fue una de mis metas, llevar el nombre de Johana, que todos lo escuchen y sepan lo buena que fue. Que por suerte ahora va a poder descansar en paz”.

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Ingrid Vidosa – Carlos Paz

El cadáver de Ingrid Vidosa fue el tercero en aparecer en el Cerro de la Cruz de Carlos Paz, en un lapso de pocos meses durante 2015. Unos turistas lo divisaron en el fondo de un barranco el 25 de agosto, mientras hacían una caminata por el lugar. El paseo turístico había sido reabierto tras la clausura en mayo. En cuestión de horas los investigadores centraron las sospechas sobre Marcos Haye, de 31 años, pareja de la mujer.

En la elevación a juicio consta que el acusado planeó todo. Ingrid vivía en Mayu Sumaj. Un día antes, Hayes logró que viaje a Carlos Paz mintiéndole que le había conseguido una entrevista de trabajo. Una vez en la ciudad, le dijo que la entrevista no existía e invitó a Ingrid a subir al cerro. Una vez que llegaron a la cima, le pidió que cerrara los ojos y se diera vuelta. También le pidió que se arrodille. Entonces extrajo un revólver calibre 22 de su bolso y le disparó en la cabeza, luego empujó el cuerpo barranca abajo.

El 1 de setiembre de 2017, concluyó el juicio contra Marcos Haye como autor penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo, alevosía y violencia de género. Se decretó que deberá cumplir la pena de prisión perpetua.

Carlos Vidosa, el padre de Ingrid le habla a las familias de mujeres muertas por femicidio, “el mensaje es no bajar los brazos, seguir adelante y tratar de apoyarse en la gente que quiere el cambio. Vamos a tratar de que cicatrice un poco la herida, pero por lo menos nos vamos con la tranquilidad de que se hizo justicia“.

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Foto: Lina Etchesuri

Micaela García – Entre Ríos

El próximo jueves, 21 de setiembre, comenzará el juicio por la muerte de la joven Micaela, y tendrá en el banquillo de los acusados a tres imputados, el principal de ellos es el ex convicto Sebastián Wagner, quien estaba en libertad condicional cuando ocurrió el hecho.
Micaela tenía 21 años, era militante de la JP Evita, estudiaba educación física, la lucha contra la violencia machista era una de sus banderas. Todo su trabajo tenía la perspectiva de género. Ella le ponía esa impronta y armaba campañas en la villa. Contenía a las víctimas del barrio. Era muy consciente de la realidad y de la situación de las mujeres

Tanto Wagner como su jefe Néstor Pavón y el hijastro de este, Gabriel Otero, están acusados de coautoría del delito de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio calificado por alevosía criminis causae y femicidio, cuya pena es la prisión perpetua.

Micaela García fue asesinada en abril de este año luego de ser secuestrada por Sebastián Wagner, un hombre que cumplía una condena por un caso de violación y recibió el beneficio de la libertad condicional por parte del juez Carlos Rossi. Tiempo después de salir en libertad, asesinó a Micaela, que tenía 21 años.

El magistrado que decidió otorgarle la libertad a Wagner intentó justificar su decisión, que generó fuertes críticas, ocho pedidos de destitución y un inminente jury de enjuiciamiento.

 

Encontrar las palabras justas para el dolor.
Observarlas, medirlas, calibrarlas.
Palparlas, tocarlas, hundir las manos en ellas.
Apretarlas, moldearlas, darles forma.
Arrojarse, embarrarse, hundirse en ellas.
Sentirlas invadiendo todos los poros de la piel.
Cerrar los ojos.
Cuidado.
No dejar que nos sofoquen.
Sentir el calor surgiendo del centro del pecho.
Abrazarlo.
Alimentarlo (es la rabia).
Dejar que se esparza, que nos llene, nos ocupe.
Estirar los brazos y las manos hasta encontrar los de otra compañera. Tomar su mano con amor y con firmeza.
Sentir que el calor que nos inunda nos llega a la garganta (es el grito que crece).
Liberarlo.
Fuerte.
Que nadie pueda evitar escucharlo.
Que nadie pueda mirar para otro lado.
Que el patriarcado tiemble.

¡BASTA!
#NiUnaMenos
#JusticiaporMicaela
#EstamosHartas
#VivasLibresNosQueremos

*Por Redacción La tinta.

Palabras claves: femicidios, Micaela García, Ni una menos

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