Redes de agroecología, el camino hacia alimentos sanos y diversos

Redes de agroecología, el camino hacia alimentos sanos y diversos
8 septiembre, 2017 por Redacción La tinta

La Red provincial de productores agroecológicos Nueva Semilla se reunió en Villa María y recorrió las granjas ecológicas Pueblo Mampa y Sol y Luna. Hace más de 10 años que conformaron el grupo y aseguran que no sólo crecieron en cantidad de productores, sino también la calidad de la producción.

Por Zumba la Turba

El último sábado de agosto, tuvo lugar en dos eco-granjas que funcionan dentro de la Estancia Yucat un nuevo encuentro de Nueva Semilla, la red de productores agroecológicos que nuclea a 14 productores sustentables de la provincia de Córdoba. La agenda del día estuvo signada por recorrer las granjas ecológicas Pueblo Mampa y Sol y Luna, que funcionan sobre la ruta provincial número 2, km 74-75. También se dieron el espacio para compartir conocimientos y propuestas para resolver problemáticas comunes del quehacer agroecológico.

Despacio pero con paso seguro, la agricultura ecológica viene sumando adeptos entre productores y consumidores preocupados por la calidad de los alimentos, el impacto ambiental y la ineficacia del sistema de producción rural dependiente de los agrotóxicos. Nueva Semilla da cuenta de eso, como red provincial de productores agroecológicos que surgió de un Programa de Cambio Rural y que en septiembre cumple 11 años. Dario Colaneri, actualmente coordinador de la Red y productor agroecológico en Alpa Corral, comparte que el grupo surgió de la necesidad de encontrarse y compartir. “Nos empezamos a reunir en torno a la soledad que encontramos en nuestros lugares de origen, y nos fuimos encontrando en la agroecología. Y a partir de ahí, fuimos formando vínculos que no solo nos empezaron a resolver cuestiones técnicas sino a generar un entusiasmo y un camino hacia adelante”, afirma Colaneri.

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Actualmente, los productores que conforman esta red se caracterizan por su diversidad. El productor de Alpa Corral afirma que: “Son grupos muy variados en cantidad de superficie: desde media hectárea a 300 hectáreas. Con diversidad de producciones: desde ganadería, apicultura, agricultura, plantas medicinales, fruticultura o huerta. Y muy diversos también por las zonas. Hay campos agroecológicos en Coronel Moldes, al sur de la provincia, en Villa María-Villa Nueva, en las sierras de Villa General Belgrano, Alpa Corral. En Río Cuarto, Villa Reducción. Cerca de ciudad de Córdoba. Nos caracteriza la diversidad en producción y nos une esa diversidad”.

Dario Colaneri, a modo de balance del trabajo de Nueva Semilla, manifiesta que “hemos crecido como grupo no solo en cantidad sino también en la fortaleza de los vínculos que nos une”. Y a la hora del balance del sector de producción agroecológica expresa que “viene avanzando lentamente pero con pasos irreversibles”.


Para el productor no es un cambio productivo o tecnológico aislado, afirma que: “Cuando se llega a un paso de conciencia que se esta produciendo alimentos y medicina para todas la personas, no se puede volver atrás”.


A modo de mensaje para la sociedad y para quienes forman parte del sistema agrícola, hace una llamado a recordar que lo que está en juego es la producción de alimentos. Resalta que “nos estamos nutriendo de eso. Y eso viene de la Pachamama, de la Madre Tierra. Y tenemos que cambiar la concepción: que no pasa todo por lo económico sino que lo económico es un aspecto de nuestra vida. No descartamos lo económico, pero no es lo único que nos fijamos como meta a la ahora de producir. A un productor le diría que piense en su salud, que piense en la salud de sus hijos, y qué tierra les va a dejar. Que piense en la dependencia que tiene respecto a que si no compra algo no va a producir más. Y esto se trata de todo lo contrario: de que con muy pocos insumos se puede producir, se puede producir saludablemente, y mantener esa producción en el futuro. Y no depender”.

Pueblo Mampa y Sol y Luna: agroecología en Villa Fiusa

Uno de los campos anfitriones fue Sol y Luna, que llevan adelante Mabel Carrerras y Mauricio Malpeli. Ambos trabajaron durante muchos años en el sistema agricultura hegemónico que utiliza cultivos transgénicos y agroquímicos para sostener la producción. Mabel recuerda que: “en los últimos años por cuestiones personales, ideológicas y, también, éticas, ya no podía mantener o sostener la producción de alimento en función de cómo se estaba trabajando”.

Así fue como dejó su trabajo de asesoramiento técnico en empresas agropecuarias convencionales y buscó otra alternativa para la producción agropecuaria. Relata, que a pesar de su convicción, no fue fácil:


“Fue muy complicado al principio, hasta que encontramos alquilar a la Orden de la Merced, acá en Villa Fiusa. Empezamos alquilando 5 hectáreas, ahora tenemos 10 hectáreas en alquiler donde hacemos producción agroecológica, producción libre de agroquímicos. Y donde hace un año y medio que empezamos a hacer nuestra casa”.


Además de libres de aditivos tóxicos, Sol y Luna produce alimentos libres de gluten, tanto en granos como harinas. Producen harinas de trigo sarraceno, arveja, maíz, algarroba, entre otras. Son el resultado de un sistema productivo que apuesta a trabajar en pequeña superficie y diversificar. Mabel explica que “el año pasado en 5 hectáreas teníamos 5 cultivos. Donde tenemos granos que van directamente al consumo humano o se procesan en harinas”. Y asegura que no sólo es posible sino que buscan ser “un modelo que se empiece a replicar” para darle otra alternativa a lo que es la producción convencional con agroquímicos.

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En Pueblo Mampa, además de ser productores agroecológicos, conforman un proyecto comunitario, social e independiente de vida rural. Leandro Menaldi, uno de sus integrantes, comenta que para ellos es muy importante la visita de los productores de Nueva Semilla, porque al no tener experiencia rural previa, tienen aún mucho por aprender y enriquecerse en el intercambio de experiencias.

Comparte Leandro que además de la producción de alimentos, Pueblo Mampa tienen como objetivo principal: “la preservación del ecosistema que hoy les toca guardeanear. Son 65 hectáreas de la cuales 45 son de monte nativo, ahí hacemos sobre todo las tareas de preservación. Y sobre las otras 20 hacemos tareas de regeneración. Porque son suelos que vienen con mucho trabajo agrícola que ha sido costoso para la tierra. Es un sistema extractivista que agota realmente la fertilidad de los suelos. Y hoy nos sentimos nosotros con ese deber o esa causa que nos impulsa: preservar y regenerar el ecosistema”.


Explica Menaldi que en Pueblo Mampa encontraron que la mejor forma de preservar la tierra es la vida comunitaria en la naturaleza, que breva de la permacultura y la agroecología, construyendo “un asentamiento humano, que tenga actividad cultural, que degenere lo mínimo posible el entorno. Si no más bien que lo mejore”.


Leandro relata que es un modo de vida el que proponen, que se plantea: “en términos comunitarios, de reciprocidad, de complementariedad, apoyándonos unos con otros. Aprendiendo a vincularnos sanamente, con respeto, con honra hacia las fuerzas de la naturaleza que nos proveen de todo lo que necesitamos”.

Los cultivos de Pueblo Mampa se dividen entre la producción hortícola y la extensiva. Describe Leandro que la huerta intensiva y al aire libre tiene los cultivos de estación: ajos, puerros, cebolla de verdeo, hojas verdes en general (acelgas, lechugas, ruculas), repollos, distintas variedades de coles. Además de producir plantines de hortalizas y aromáticas, y semillas. A la producción agrícola extensiva, la desarrollan junto a la Red Abya Yala que nuclea a productores agroecológicos de Villa María- Villa Nueva. Allí están cultivando en 22 hectáreas. “En algunos casos se están haciendo pasturas o cultivos de cobertura como abono verde para fertilizar los suelos. Porque realmente hay que regenerarlos en su fertilidad. Y en otros, los que ya están más nutridos y con mejor estructura, estamos cultivando cereales y legumbres como centeno, avena, trigo, arveja, y algunas leguminosas”, relata Menaldi. Todo con un manejo de una hectárea por tipo de cultivo separados por un cordón biológico en formación compuesto de flores, arbustos y árboles.

Red Abya Yala, la red agroecológica de Villa María-Villa Nueva

La Red Abya Yala es una red que se conformó en febrero de este año y que integra a 7 establecimientos de la zona de Villa María-Villa Nueva: Pueblo Mampa, Sol y Luna, Los Almendros, Los Pioneros, Nehuen Mapu, Ubuntu y Granja El Vito. Son pequeñas granjas en los alrededores de la ciudad, y asegura Leandro Menaldi que les une “esta idea común de hacer establecimientos con mucha diversificación, que estén muy nutridos de vida, que se produzcan distintos tipos de alimentos, se produzca hortalizas, cereales, granos, frutas, aromáticas, medicinales, semillas”.

Una apuesta de un grupo de productores que, en busca de modos más sanos y ambientalmente más sustentables, van contra la tendencia que aleja y tecnifica la producción de alimentos. Además, la constitución del grupo les permite colaborar mutuamente, tener un banco de semillas común, hacer compras comunitarias de insumos, y facilitar la comercialización. Leandro relata que entre las visiones que comparten esta “refuncionalizar el campo como un organismo vivo, generador de vida, de alimentos de buena calidad. Que principalmente tiene el destino de alimentar a la región. Es una gran paradoja de nuestras ciudades y sociedades que en sus alrededores no se produzca el alimento que consume la ciudad, sino que viene de muy lejos”.

Los productos de Sol y Luna y de otros productores agroecológicos se consiguen en el local “De mi tierra” en Constancio Vigil 1714, Villa María. Pueblo Mampa comercializa sus producciones a través de bolsones quincenales y ferias en el campo todos los fines de semana, que publicitan a través del su cuenta de Facebook Pueblo Mampa.

*Por Zumba la Turba / Fotografías: Facebook Pueblo Mampa

Palabras claves: agroecología, Bosque nativo, soberanía alimentaria

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