Ser mujer, ser fotoperiodista y vivir en la frontera

Ser mujer, ser fotoperiodista y vivir en la frontera
28 agosto, 2017 por Redacción La tinta

Estas tres características peculiares que abarcan la visión fotográfica de Alejandra Aragón y que a lo largo del tiempo han colaborado para formar su visión del mundo y particularmente de sobre su lugar, Ciudad Juarez.

Por Alejandra Álvarez para Voz en Tinta

La misma Alejandra afirma no saber todavía cómo clasificar su trabajo, en el que mezcla corrientes y estilos. Dice que hay algo de la estética Deadpan en sus retratos inexpresivos y algunas escenas de espacios pero también es intimista, usa archivos para resignificarlos, retoma imágenes de Internet y recurre a medios análogos.

Su interés es usar la imagen fotográfica como medio para acercarse al mundo social y vincularlo con la experiencia personal con un afán de materializar el precepto feminista de que lo personal es lo político.


“Desde lo personal y colectivo, lo histórico y lo sensible exploro los vínculos entre la violencia, la memoria, la vida nocturna y la experiencia de mujeres; tratando de comprender cómo estas constituyen los imaginarios e identidades de esta frontera”.


Ser fotógrafa en Ciudad Juárez representa muchos retos pero también una fórmula para plasmar el contexto que envuelve el ambiente fronterizo en esta zona. Las composiciones de Alejandra visibilizan cómo esta violencia trastoca todos los aspectos de nuestras vidas y de qué manera nos llegamos a sobreponer a ella, especialmente las mujeres.

Entre sus trabajos que podríamos nombrar esta “La Guerra”, en cual se muestra el periodo de la campaña de militarización de Ciudad Juarez (2008-2012), llevada a cabo por el entonces presidente Felipe Calderón, para la lucha contra el narcotráfico. A través de dípticos muestra cómo se vive la violencia en la calles y cómo repercute en la intimidad de las personas.

Por otro lado esta “Noches Invisibles” que es el resultado de una investigación referenciada en la de Jorge Balderas Domínguez “Mujeres Antros y Estigmas en la Noche Juarense” (2002). En estas imágenes Alejandra documenta y registra la realidad de la noche de su ciudad, encontrando como hilo narrativo que “la noche esta forjada por el trabajo de las mujeres”.

Sobre este trabajo también realizó una película en la que a través del relato y la historia de dos mujeres, Brenda y Cristina, se busca acceder y entender mejor la experiencia nocturna en este lugar.

Ser fotógrafa

La discriminación a la mujer abarca muchos campos, incluido el fotoperiodismo. Para Alejandra se trata de un terreno difícil ante las circunstancias en las que se ejerce la profesión en México. Ya que se trata de un campo dominado por el hombre, a las complicadas condiciones del entorno se suman prácticas paternalistas, discriminatorias, sexismo y relaciones de poder en lo laboral.


“Tuve un par de experiencias con hombres que son considerados gurús en su oficio, la foto fija y el video. Era una joven ingenua que pensaba que era la única manera de acceder a ese conocimiento. Cuando me negué a favores sexuales o afectivos, me retiraron su apoyo.”


En este escenario, la práctica autodidacta y la formación universitaria formalizaron su aprendizaje. Hoy Alejandra cuenta con un valioso registro fotográfico, que en parte se debe a su capacidad de observar el entorno, escuchar a la gente y dominar un proceso creativo propio.

“Soy aventada, creo que para hacer fotografía tienes que dominar la timidez, el miedo y aprender a ser muy paciente”.

*Por Alejandra Álvarez para Voz en Tinta

Palabras claves: Fronteras, México

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