Paro de Transporte de Córdoba: una mirada feminista

Paro de Transporte de Córdoba: una mirada feminista
23 junio, 2017 por Redacción La tinta

La agenda mediática dio vuelta la página; a casi dos semanas de finalizado el paro de transporte de Córdoba, persisten sólo resabios de lo que fue una de las luchas obreras más importantes de los primeros seis meses del año. La particularidad fue que estuvo protagonizada por las trabajadoras de Tamse-Trolebuses, las Trolebuseras.

Por Florencia Ogas para La tinta 

El reclamo por un salario digno y mejores condiciones laborales fue claro: no rechazaban la paritaria nacional del 21 % firmada por UTA Nacional, sino que fuera aplicado en un solo tramo y retroactivo a Enero. De no ser así, implicaba un aumento del 8% que los y las trabajadoras consideraban una burla y una provocación, ante las proyecciones económicas que arrojan un 33% de índice inflacionario hasta fin de año.

Estela Díaz (Secretaria de Género – CTA de los Trabajadores) y Cynthia Ottaviano (Ex Defensora del Público) analizan cómo el ajuste, los medios de comunicación y el machismo castiga y disciplina a las mujeres que se ponen al frente de los reclamos de la clase obrera. Además, las palabras de Erica Oliva y Sonia Beas, delegadas de Tamse – Trolebuses para La tinta.

La UTA, un gremio machista

Actualmente, el plantel de trabajadores y trabajadoras de la UTA es de 3500 choferes aproximadamente; las operarias de Tamse- Trolebuses representan solo el 6% del total de la planta que, luego de finalizado el paro, dejó a 67 mujeres desempleadas, al menos de palabra.


“Tenemos 67 operadoras que están ilegalmente despedidas, telegramas fehacientes debe haber aproximadamente diez. Inclusive tampoco se les ha mandado una notificación para intimarlas a presentarse a trabajar al día siguiente que les llegue el telegrama, es decir, los pasos legales a seguir no los han cumplido. Después tenemos aproximadamente 45 o 50 operadoras que están despedidas de palabra por el solo hecho de que se encuentran en una lista negra donde dice que no las dejan ingresar a trabajar. Eso es lo que nos está pasando hoy en día», declaró Erica Oliva a La tinta.


No fue casual; encabezaron la protesta, fueron voceras en los medios de comunicación, dejaron en claro qué reclamaban y por qué, y resultaron el pilar fundamental en la mesa de negociaciones. El castigo hacia las trabajadoras fue denunciado por las delegadas en el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo) por discriminación de género.

Según Beas, el machismo en el gremio tiene larga data: “Cuando empezamos con este cuerpo de delegados hace unos meses atrás, fuimos contra una UTA que en 28 años, no nos dió un convenio de trabajo exclusivamente para las mujeres, nosotras tenemos un convenio que es el convenio de los hombres; y no se hizo ni un apartado especial para contener las necesidades ni los derechos de las mujeres. Hablamos de guarderías, del día femenino; derechos que ya son ley pero que en la UTA las mujeres no los tenemos. A pesar de que en el año 2010, cuando asume Alfredo Peñaloza -que estuvo por cuatro años en su cargo- se abrió una Secretaria de la Mujer, no pudieron hacer nada para las mujeres. En esa época de la historia del trole, se fueron 30 mujeres por problemas con salud a raíz de todo lo que acarrea la desinversión y la falta de condiciones de trabajo; que son los problemas de salud que tenemos como por ejemplo tendiditis, dolor de columna y caderas, de todo. Así que la consigna fue salir a luchar por eso”.

Estela Díaz, Secretaria de Género de la CTA de los Trabajadores, visitó Córdoba en el marco del lanzamiento de la Intersindical de Mujeres de Córdoba. En esa oportunidad, reflexionó sobre los desafíos de las mujeres en el sindicalismo de hoy y se refirió a las trolebuseras:  “Estuvimos muy pendientes de lo que pasaba en Córdoba a través del conflicto de Transporte. Mirábamos a las choferas, a las trolebuseras. Mirábamos la fuerza de las mujeres encarando y encabezando ese conflicto gremial, defiendo las fuentes de trabajo y después mirábamos con mucho dolor ese castigo. Un castigo que tiene un fuerte componente de discriminación de género que fue echar prácticamente a un 30% de las trabajadoras del sector.  Acá hay un castigo que quiere ser ejemplificador con las mujeres que encabezan una lucha gremial”.

Erica Oliva y Sonia Beas, delegadas en pie de lucha

El pasado 20 de Abril, la Lista Unidad -Tamse Trolebuses con Erica Oliva y Sonias Beas a la cabeza, triunfó con el 48 % de los votos y lograron así, recuperar la representatividad del cuerpo de delegados. “El triunfo de la Lista Unidad ha sido un triunfo de todos los trabajadores, porque hemos tomado conciencia de que hacía falta gente que realmente represente la voluntad de los trabajadores”, declaró Sonia Beas a Giro a la Izquierda.

La primera medida que tomaron como delegadas electas, fue informar al trabajador cuáles eran sus derechos; ya que en los casi diez años de ejercicio del antiguo cuerpo de delegados que respondía a la burocracia sindical y a la patronal, no habían solucionado las demandas de los y las trabajadoras.

Desde el principio, la apuesta fue superadora: unificar a todo el movimiento obrero y que los y las trabajadoras se unieran en una misma lucha. En el sistema de transporte público de Córdoba, los trolebuses son el único medio conducido por mujeres. Sus condiciones de trabajo no son las mejores; no solo sufren problemas de salud, sino que la violencia de género también las atraviesa: insultos de autos particulares, taxistas o usuarios que las increpan por el sólo hecho de ser mujeres.  “Nuestro trabajo es algo particular. Somos mujeres luchadoras, ya que estamos en un gremio y un trabajo machista, en la sociedad como en la conducción. Entre medio de colectiveros, nosotras nos tenemos que imponer; tener una conducta y una actitud frente a la vida todos los días”, explicó Oliva.  

Sexismo, medios y otras yerbas

A los pocos días de iniciado el conflicto, la delegada de Tamse-Trolebuses, Erica Oliva, protagonizó un intercambio de palabras con el periodista de Teleocho, Gerardo López. En los diez minutos al aire,
intentó explicar las razones del reclamo; el problema era salarial y no una interna gremial, argumento que la prensa utilizó para deslegitimar el reclamo y estigmatizar a sus voceros. El video se viralizó y la opinión pública, en su mayoría, respondió de forma positiva a la forma en que la delegada se plantó ante las cámaras del noticiero.

En diálogo con La tinta, Oliva reflexionó sobre el rol de los y las periodistas: “Todo depende de los canales de noticia que den la información. Uno tiene que tener muy en claro que sus principales clientes son la Municipalidad y el Gobierno de Córdoba en estos canales importantes. Entonces, ellos van a tratar de cuidar a su cliente; nosotros no pautamos en esos canales. Entonces la información no es objetiva, y es lo que hemos estado viendo, porque se dirigían directamente a los empresarios y a la Municipalidad de Córdoba y no al trabajador que es el que está afectado hoy en día. No se le preguntaba por qué estaba reclamando, por qué había parado todo Córdoba”.

La estigmatización de los medios de comunicación hacia las luchas populares y, en particular, hacia la lucha de las mujeres no es nueva: hay un pararelismo entre las campañas de desprestigio de quienes participan de la Marcha #NiUnaMenos, tildándolas de extremistas o feminazis; los constantes ataques hacia las y los docentes y sus dirigentes sindicales; hasta la campaña de desinformación de un conflicto donde, las partes involucradas, no cotizan de la misma forma en el rating de medios.

Además de la desinformación; los medios también abordaron el conflicto con rasgos sexistas. El 8 de Junio, el portal El DoceTv tituló:

Cynthia Ottaviano, Ex Defensora del Público, analizó la lógica que operó en la noticia: “A pesar de los artículos aún vigentes de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y a pesar de la vigencia de la ley para prevenir, sancionar y erradicar las violencias contra las mujeres; los medios de comunicación masivos siguen operando con lógicas de producción que son machistas, clasistas, racistas y también mercantilistas.  Las coberturas periodisticas hipersexualizadas y cosficantes producen un vacío de contenido de las luchas históricas de las mujeres; y así transforman -como en este caso- los cuerpos en territorios de posesión y de dominio para ahogar en ellos los derechos al trabajo, los derechos a la huelga y el reclamo contemporáneo de las mujeres”. 

“Desde mi punto de vista, no se puede analizar la comunicación separada de la política ni la economía. Hoy, en el nuevo escenario de comunicación darwinista, neoconservador y neoliberal, las mujeres se erigen como el blanco al que más les afecta la desocupación y, en definitiva, la vulneración de derechos. Se pretende que sigan siendo habladas en lugar de hablantes, habladas por sus cuerpos reducidas a objetos, dichas en lugar de decir, vividas en lugar de vivir y actuadas en lugar de actoras”, explicó a La tinta.

Ante la situación laboral de los choferes, se convocó a todo el movimiento de mujeres a ser parte de esta lucha, para que se cumpla el acta acordada y que ningún trabajador o trabajadora permanezca en la calle. El lunes próximo, 26 de junio concentrarán a las 11 de la mañana en Patio Olmos.

El conjunto de las trabajadoras de Trolebuses, demostraron que las mujeres unidas y en pie de lucha, abandonaron el lugar secundario que la sociedad les había asignado; propio de estructuras históricas patriarcales. La lucha en sí misma, es una victoria: “Al margen del resultado, ésta lucha fue positiva. Logramos captar y despertar a la masa obrera. Quieren una masa obrera esclava, avasallan nuestros derechos; nos han puesto un tope salarial a las paritarias, vienen por nuestros convenios colectivos de trabajo; por nuestros derechos como trabajadores. Se dice que los gremios unidos jamás serán vencidos; en ese sentido tenemos que estar unidos todos y no mirar de costado al otro” finalizó Oliva.

*Por Florencia Ogas para La tinta / Fotos: Colectivo Manifiesto

Palabras claves: machismo, paro de transporte, Patriarcado, sindicalismo, Tamse, trolebuseras, UTA

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