El himno communard

El himno communard
22 junio, 2017 por Redacción La tinta

Sin dudas el himno de la clase trabajadora mundial es “La Internacional”. Esta pieza musical que ha inspirado a cientos de generaciones trabajadoras de distintos puntos del mundo en la lucha contra la burguesía, es la polea de transmisión de la cultura de luchas de clases. Un himno que ha podido romper todas las fronteras y hermanar a la humanidad bajo un mismo llamado, unos cuantos años después que Marx aclamara en el Manifiesto Comunista la unidad de proletariado mundial.

*Por José Fernandez.

La letra fue escrita por el empacador de una papelería y diseñador de tejidos, el francés Eugène Pottier durante la etapa de la Comuna de París, el 23 de junio de 1871 y fue el tornero belga Pierre Degeyter en 1888 el encargado de ponerle música al que se transformaría en un emblema de lucha por el socialismo mundial.

Este himno no podría haber nacido en mejor cuna que la Comuna de París, aquella primera experiencia proletaria de instalar un gobierno obrero e intentar poner las bases para construir una sociedad socialista. Y el hecho que su escrito y música fuese fruto de la creación de mentes proletarias y revolucionarias como los fueron Pottier y Degeyter hacen el cierre de un círculo perfecto de creatividad obrera.

Pierre Degeytier quien fue miembro de la Liga de los Trabajadores, a la par que trabajaba como obrero se dedicaba estudiar música y a musicalizar las luchas obreras, tuvo su punto de máximo reconocimiento cuando en 1929 fue invitado a presenciar en Moscú el aniversario de la revolución rusa y pudo ver desfilar y cantar al Ejército Rojo el himno “La Internacional” el que fuera en ese momento el himno de la URSS.

 

El obrero compositor Degeytier quien recién a la edad de 80 años alcanzo una pensión, fue duramente castigado ya que al ser uno de los compositores de la letra más odiada por la burguesía siempre le tocó tener trabajos ocasionales. En 1934 murió cerca de París a su entierro la clase obrera francesa acudió en masas, se calculan unos 50 mil trabajadores y trabajadoras fueron a darle su último grito de guerra proletaria.

Pottier no pudo escuchar la primera versión musical de sus rojas letras, ya que murió un año antes de que se estrenara en 1888 en la Junta Sindical de vendedores de periódicos. Será Lenin en 1913 quien recordará con justeza al autor de La Internacional al decir: “Pottier murió en la miseria, mas dejó levantado a su memoria un monumento imperecedero. Fue uno de los más grandes propagandistas por medio de la canción”.

Este humilde y apasionado revolucionario había participado de la revolución francesa de 1848 y en 1871 fue elegido prácticamente por unanimidad para formar parte del consejo de la Comuna de París. Según Isidoro Cruz Bernal detallará en su artículo “La Internacional, una canción obrera revolucionaria” de la siguiente manera:”… de la votación realizada el 26 de marzo de 1871 en todas las circunscripciones del París en manos de la clase obrera, Pottier sacó 3.352 votos en un total de casi 3.600 emitidos en su distrito. Eso lo habilitó a formar parte del primer gobierno obrero revolucionario de la historia”.

Ante el temor del avance por Europa del primer gobierno obrero, el 21 de mayo de 1871  Bismark devuelve las tropas francesas retenidas a la burguesía de aquel país para que esta despliegue una bestial represión sobre la Comuna de Paris. En el artículo “La comuna de París” se explica sucintamente: “Un ejército de 180.000 hombres se lanzaron a la conquista de París calle por calle. La defensa se organizó en barricadas, en las que luchaban tanto hombres como mujeres. La lucha fue desigual ante el poderío militar del ejército regular, sin embargo los comuneros lucharon hasta muerte. La batalla duró una semana, hasta el 28 de Mayo, cuando cae la última barricada defendida por un solo comunero por la muerte de sus compañeros”.

Es increíble pensar que un mes después de esa bestial acción genocida de la burguesía francesa contra el pueblo parisino y ante la caída del gobierno, el obrero Pottier escribiera La Internacional, ese grito de guerra a la burguesía y de unidad proletaria.

El 8 de noviembre de 1887 el comunero Eugène Pottier murió en Paris y sus restos fueron acompañados por miles de parisinos. Fiel a su estilo de vida, su entierro fue un campo de batalla ya que la policía reprimió al cortejo fúnebre llevándose a varios obreros detenidos. Sus restos descansan en el cementerio de Père Lachaise, junto a los héroes de la Comuna de 1871.

Durante el siglo XX La Internacional fue traducida a prácticamente todos los idiomas y si bien ha tenido distintas variantes en su letra, en ninguna de sus versiones ha dejado de lado la necesidad imperiosa e histórica de acabar con el capitalismo, la burguesía, toda formas de opresión  y conquistar una sociedad sin clases.

*Por José Fernandez.

La Internacional / L’Internationale

¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.

Del pasado hay que hacer añicos.
¡Legión esclava en pie a vencer!
El mundo va a cambiar de base.
Los nada de hoy todo han de ser.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional. (Bis)

Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.

Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional. (Bis)

La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor;
nos da derechos irrisorios
no hay deberes del señor.

Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser:
“No más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber”.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional. (Bis).

Palabras claves: Comuna de París, trabajadores

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