Mala suerte para Temer
La Policía de Brasil aseguró que tiene evidencias de que el primer mandatario recibió sobornos. Por otro lado, su reforma de las leyes laborales fue sorpresivamente rechazada en una comisión del Senado.
Por Redacción El Intransigente
Michel Temer sigue en el ojo de la tormenta por las acusaciones por corrupción. Este martes, la Policía federal aseguró que tiene evidencias de que el presidente brasileño recibió sobornos para ayudar a empresas. En un reporte preliminar publicado por el máximo tribunal del país, los investigadores indicaron que el jefe de Estado debe ser investigado por corrupción pasiva.
Mientras que el mandatario ha negado haber cometido algún ilícito y ha dicho que no renunciará, el fiscal general Rodrigo Janot señaló el mes pasado que había suficientes indicios para que sea investigado por corrupción y obstrucción de la justicia. Ahora, si el principal fiscal brasileño concuerda con la recomendación de la Policía federal, el Congreso decidirá si Temer debe ser investigado por el Supremo Tribunal Federal.
Vale destacar que la Corte Suprema es el único organismo que puede investigar formalmente al presidente y si dos tercios del Congreso votan a favor de la investigación, Temer sería suspendido del cargo a la espera del juicio.
Por otro lado, una comisión del Senado votó en contra de su reforma laboral. «Lo que importa es (la votación en) el Plenario. Allí el gobierno ganará», reaccionó Temer desde Moscú, donde participa de una gira internacional para captar inversiones que también lo llevará a Noruega.
De todas maneras, por 10 votos contra 9, la Comisión de Asuntos Sociales (CAS) del Senado rechazó el informe favorable a la reforma impulsada por el gobierno conservador, que pretende flexibilizar las normas que regulan el mercado de trabajo para estimular las contrataciones. De acuerdo con un artículo del diario O Globo, la votación negativa repercutió casi inmediatamente en los mercados financieros. La bolsa intensificó su caída mientras que el dólar subió más aún ante el real brasileño.
En tanto, el proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Diputados en abril y debe pasar por otra comisión de la Cámara Alta antes de ser sometida al plenario de 81 senadores. La derrota del proyecto en la CAS no impide que el proyecto siga adelante, pero preocupa al gobierno -y a los mercados, que apuestan por su éxito-, ya que tres senadores de la base del gobierno acabaron votando contra la reforma.
«Esa reforma es un caballo de Troya: bonito por fuera, pero adentro contiene una bomba que va a detonar la vida del pueblo brasileño», afirmó el senador Paulo Paim (PT), cuyo voto contrario a la reforma acabó siendo acompañado por la mayoría de sus colegas en la comisión. Una de las disposiciones más criticadas estipula que los acuerdos de negociación colectiva entre trabajadores y patrones prevalecerán sobre la ley, dentro de los límites constitucionales.
Sus detractores afirman que la nueva legislación volvería más precarias las condiciones de empleo, mientras el Gobierno asegura que busca «corregir distorsiones» en el mercado laboral y que no habrá retroceso de derechos. Las reformas promercado son la principal bandera del gobierno de Temer, que intenta mantenerse en pie en medio de acusaciones de corrupción contra el mandatario y varios de sus ministros.
El respaldo al Ejecutivo en el Parlamento ha menguado durante las últimas semanas, en parte por las dudas que generan algunas de las duras reformas propuestas por Temer, pero sobre todo por la delicada situación jurídica del mandatario.
*Por Redacción El Intransigente