«La escalada represiva responde a una lógica de disciplinamiento de control social»

«La escalada represiva responde a una lógica de disciplinamiento de control social»
15 mayo, 2017 por Redacción La tinta

El miércoles 10 de mayo comenzó el juicio a la Policía Metropolitana por la represión durante el desalojo del Acampe de la Sala Alberdi el 13 de Marzo de 2013. Durante el mismo salieron heridos con bala de plomo integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) que se encontraban cubriendo el acampe. El proceso judicial prosigue este lunes.

El 12 de marzo de 2013 se dispuso la implementación de un servicio policial de seguridad por la toma de la Sala Alberdi. Entre las 22 y las 22:30, por orden de la fiscal, se retiró al personal policial para que los manifestantes salieran del lugar. Al negarse a desalojar la toma, comenzó un enfrentamiento con los efectivos y que se trasladó a las calles aledañas. Allí, intervinieron las Brigadas Rápidas de Intervención (BRI), con apoyo de la División Intervenciones Complejas (DIC) de la Policía Metropolitana.

Los policías avanzaron desde la calle Montevideo hasta la Avenida Corrientes, donde se dividieron: unos fueron hacia Rodriguez Peña y otros hacia la calle Paraná. En esa esquina, estaban  Mario Ciro Fumaroni, Esteban Leonel Ruffa y Germán Darío De Los Santos (los dos últimos, integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos).

Los oficiales Antonio Ledesma, Gabriel Pereira de la Rosa y Maximiliano Nelson Acosta efectuaron disparos con las escopetas pero utilizaron balas de plomo en lugar de las municiones anti tumulto.

Al momento de los disparos, Fumaroni intentó resguardarse tras un contenedor de basura pero fue herido en una pierna, cerca de la ingle. De Los Santos vio cómo cuatro policías le apuntaban y luego sintió un impacto en su muslo. Ruffa intentó alejarse al ver el avance policial pero le dispararon en su pantorrilla.

Para el fiscal de instrucción, el procedimiento que llevó adelante la Metropolitana esa madrugada está “muy lejos de poder considerárselo como exitoso”. Sostuvo que, más allá de los daños materiales, hubo tres heridos de arma de fuego no por “un desmedido actuar policial” sino por un “ilegítimo proceder por parte de quienes integraban sus filas”.

La represión planificada

ANCAP dialogó con Esteban Ruffa, integrante de RNMA, quien fue una de las víctimas de aquella jornada nefasta en que la policía de Mauricio Macri ejerció violentamente el uso de la fuerza.

“Esa noche actuó la Metropolitana, pero también pudimos ver a la Policía Federal cerrando las grandes arterias y las calles para que no circulen vehículos. Por lo que hubo una gran articulación de las fuerzas de la provincia y fuerzas que dependían de Nación», expuso Ruffa.


El comunicador señaló que el desalojo de la Sala Alberdi se inscribe en lo que era la política de estado del gobierno de Mauricio Macri dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que implicaba avanzar sobre todo en los espacio culturales y autogestivos.


«En ese momento el Centro Cultural San Martín venía con un proceso de vaciamiento enorme; había pocas actividades y entradas muy caras ($ 500 en 2013).  La Sala Alberdi de alguna manera generaba un espacio de autogestión donde cualquiera podía acceder a proyectos y producciones culturales que se salían de la lógica que quería imponer el gobierno de Macri ”, remarcó Ruffa.

Con relación a lo que sucedió esa noche, el periodista de la Red Nacional de Medios Alternativos recordó cómo se fueron dando los hechos.

“A eso de las 18 hs empezamos a recibir muchos mensajes solicitando solidaridad para acercarnos a la sala por un posibles desalojo, ya que se estaba ampliando un operativo policial con más patrulleros, motos, coches. Marcaba una escalada represiva y un violento desalojo. Al acercarnos, yo llego a las 21 hs, voy por lo que es la calle Montevideo, entre Sarmiento y Corrientes, el ingreso al Centro Cultural San Martín. Ingreso a la plaza seca. Hago varias fotos de todo lo que estaba pasando. También pudimos registrar que adentro estaba todo militarizado. Había una empresa privada de seguridad desde enero. Veo que sobre Corrientes los pibes estaban intentando visibilizar el problema. A las dos horas, cuando estoy por retirarme empiezo a escuchar gritos, y disparos de balas de goma. Golpes, roturas de vidrios. Y a partir de ahí la represión avanza por Montevideo».

Y prosiguió: «En eso que avanzan se abren varios grupos de manifestantes y varios grupos de oficiales de la Metropolitana. Yo me quedo en Paraná y Corrientes viendo la represión. Cuando hay un cuerpo policial articulando en esa esquina, reciben la orden a tirar con postas de plomo, con escopetas y ahí alcanzo a Mario Fomaroni, un manifestante que pertenecía a ‘Los libros de la esquina’, se retira él con una herida de entrada y salida en una de las piernas. Los otros heridos son Germán Darío de Los Santos de DTL y yo. Esto sucede en momentos que estamos sacando fotos de lo que estaba pasando. Recibo un impacto por atrás, me estaba retirando tranquilo. En un momento dado empiezo a saltar y caigo en la esquina, me asistieron los manifestantes que vieron como venía la mano. La policía seguía avanzando. Bajamos por Tucumán al lado del teatro Colon, ahí concentramos todos en el Obelisco. Ahí nos levanta el SAME y nos llevan al Hospital Argerich. Y ahí a la media hora nos confirman que teníamos impacto de bala de plomo y al único que le pudieron extraer la esquirla era a Mario porque la tenía en la carne, y a mí no porque la tenía en el huevo y se encapsuló ahí”.

El objetivo del juicio

“Este juicio lo que intenta es poner en evidencia a estos oficiales que en realidad vienen de otra fuerza. Dos son policías bonaerenses, dos policías federales. Se incorporaron a esta nueva fuerza donde les ofrecían mejores condiciones y condiciones más flexibles en el accionar. Esa noche lo que era una comitiva o un grupo de manifestantes que estaban en el acampe de la Sala Alberdi, fueron a una reunión con Lombardi y los que manejaban las fuerzas, estaban decidiendo lo que iba a ser el levantamiento del acampe, de repente surge una orden de reprimir a los manifestantes que se encontraban allí”, recordó.

La escalada represiva responde a una lógica, que es la que viene con este gobierno, que es una lógica de aumento de la represión de disciplinamiento de control social y donde nosotros como comunicadores somos un granito que ahí molesta, una piedra en el zapato. La policía tiene orden de alguna manera de desplazar o tratar de que no haya registro del laburo que venimos haciendo.

* Por Federico Paterno y Juan Meza para ANCAP

Palabras claves: Abuso policial, Policía Metropolitana, Sala Alberdi

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