Brasil: sin democracia no hay futuro

Brasil: sin democracia no hay futuro
26 mayo, 2017 por Redacción La tinta

Brutal represión en la multitudinaria movilización en Brasilia por pedido de nuevas elecciones. Marcha atrás del decreto de Temer que convocaba a las Fuerzas Armadas.

Por Midia Ninja

Una multitud tomó Brasilia en uno de los mayores actos realizados en la capital de Brasil. Como era de esperar, la represión policial fue la respuesta dada por el poder público a los miles de jovenes, trabajadoras y trabajadores que se movilizaron de distintas partes del país para decirle a Temer que su gobierno golpista llegó a su fin y que Brasil exige las elecciones directas para un nuevo Presidente de la República.

Aproximadamente unas 200.000 personas de todas las regiones del país llegaron hasta Brasilia para la repudiar la tentativa de destrucciòn de de la Consolidación de la Ley de Trabajo (CLT) y luna serie de reformas que influyen directamente en los trabajadores y que se encuentran en trámite acelerado en el Congreso Nacional.

La lucha por las elecciones directas para elegir un nuevo jefe del Poder Ejecutivo, ocupó el centro del acto, especialmente luego de las nuevas y graves denuncias protagonizadas por Michel temer y sus aliados.

La concentración para la gran movilización comenzó bien temprano. Aún era de madrugada cuando comnezaron a llegar las primeras caravanas, organizadas por los múltiples movimientos sociales que construyeron el acto. Los manifestantes se mostraron firmes para defender sus derechos y fortalecer el movimiento #DiretasJá, que crece en el seno de la sociedad.

Luego de una breve asamblea previa, los movimientos campesinos, estudiantiles, de mujeres y de diversos sectores, marcharon hasta la tarde rumbo al Congreso Nacional, donde estaba previsto un gran acto con la participación de diversos dirigentes políticos y sociales.  Entre tanto, lo que se preparaba para ser una gran fiesta de la democracia, se transformó en una cacería protagonizada por la Policia Militar.  

Durante la jornada hubo varios casos de provocación por parte de las tropas policiales, pero fue en la llegada de la Avenida das Bandeiras, localizada en frente del Congreso Nacional, que la brutalidad policial se volvió a percibir muy fuerte: bombas de estruendo, gas lacrimógeno, gas pimienta, tiros de balas de goma y hasta armas de fuego, con munición de plomo, marcaron la participación de la Policía Militar. Rápidamente comenzaron a circular por las redes sociales videos y fotos de personas siendo arrastradas.

La represión siguió a lo largo de toda la tarde y hasta entrada la noche. Para completar, el Ministro de Defensa, Raul Jungmann (PPS-PE), convocó a una ronda de prensa para informar que el presidente ilegítimo Michel Temer, decretó que las Fuerzas Armadas realizan la seguridad de la Esplanada por lo menos hasta el 31 de mayo.

El uso de munición letal conta los manifestantes y la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles, inaugura una nueva fase del caótico contexto político en el que Brasil se ve sumergido desde el ascenso de Temer y su grupo en el Palacio de Planalto.

El mensaje no podría ser otro:  la democracia no existe más en el país y las libertades individuales garantizadas por la Constitución están suspendidas.  Se suma la intransigencia del gobierno junto a sus aliados, quienes no quieren darle una respuesta al pueblo ante esta grave crisis política.

Para completar, un Congreso marcado por los esquemas de corrupción pretende realizar elecciones indirectas para elegir al nuevo presidente.

Ayer, ante el rechazo popular que generó la decisión de convocar a las Fuerzas Armadas y a pesar de que el decreto establecía el uso de las mismas hasta el 31 de mayo, Michel Temer revocó el decreto que autorizó al ejército a reprimir las protestas sociales.

Se está llegando a un punto sin retorno en Brasil. Frente a varios grupos de empresarios que se disputan el poder, el pueblo movilizado resiste y exige elecciones directas con un grito estremecedor: «Sin democracia no hay futuro».

*Por Midia Ninja.

Palabras claves: Brasil, Michel Temer, represion

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