Chancha vía circuito: viaje al centro de la tierra
Es noche de sets humeantes en el clubcito: cumbia, folk y electrónica que se funden en un paseo rítmico y alucinógeno. Dialogamos con Pedro Canale, Dj, etnógrafo sonoro y espíritu de Chancha Vía Circuito, que esta noche compartirá escenario con Quantic.
Por Julieta Pollo para La Tinta
Chancha Vía Circuito es el nombre artístico de Pedro Canale, uno de los mayores referentes de nuestro país en el campo de la electrónica experimental. Diría cumbia digital pero me quedaría corta: si bien fue el componente principal de Rodante, en el aclamado Río Arriba avanzó hacia las profundidades latinoamericanas a través de los sonidos de los Andes, las coplas, el folklore y las culturas originarias. En su último trabajo discográfico, Amansara, este camino se afianzó y reforzó su identidad: electrónica étnica que expande el espacio sonoro configurando un ritual casi íntimo, un instante eterno en el que caen como gotas las flautas, las cuerdas y los tuntún percusivos.
-Si bien estos nuevos géneros han crecido mucho a partir del trabajo de ZZK, Mamboretá y muchos artistas emergentes, continúa siendo una propuesta muy joven en Argentina. ¿Cómo ves la escena del Nu Folk y Nu Cumbia en nuestro país?
-Para ser una escena tan joven, que tiene unos diez años, bastante campo se abrió. Y seguimos en esa etapa embrionaria, al fin y al cabo diez años es mucho y poco a la vez. Se ganó bastante terreno, hubo una onda expansiva de contagio de fiestas donde empezó a sonar música latinoamericana, cumbia, folklore, reggaetón… y bueno, sigue siendo un trabajo de proponer uno como artista y de parte de los programadores también ofrecer espacios.
-La del Dj suele ser una profesión un tanto solitaria a la hora de componer, ¿cómo fue trabajar con otras artistas como Miriam García y Lido Pimienta? ¿Cómo funciona esa sinergia a la hora de producir?
-La música siempre se enriquece al compartirla con otros músicos, es otra la alquimia. En el caso de Miriam y de Lido Pimienta lo que hay detrás de la colaboración en principio es una relación de mucho respeto, admiración y amistad entonces partiendo de esa base es muy difícil que salga algo que no tenga fuerza emocional y fuerza espiritual. Eso es lo más lindo que puede pasarle a las canciones: que tengan una potencia emocional y que sobre todo se trasmita el goce que nos provoca a nosotros componerlas y producirlas juntos.
Las música está en todos lados decía Ricardo Mollo en Dos solos; explicaba que cuando viajaba en el tren San Martín el golpe de las uniones de los rieles formaban un loop que era como una batería electrónica. Pedro Canale también es de esos artistas permeables a los sonidos de la vida en la que están inmersos, y de allí se nutren sus composiciones. La selva con su naturaleza expuesta resuena a través de las pequeñas criaturas y los flujos del agua; pero también las ciudades definidas por sus olores, colores y sonidos constitutivos.
-¿Cuáles son los sonidos más bellos o exóticos que has encontrado por un lado en la naturaleza, y por otro en las ciudades que has visitado?
-En la naturaleza lo más lindo que encontré fueron pájaros muy extraños e insectos también, que si uno no supiese que es un pájaro o un insecto no hay manera de sospecharlo por lo distintos y exóticos que son. El sonido parece un rayo láser y es el canto de un pájaro, o de repente hay uno que parece hecho con un sintetizador analógico y son ranas. Y en las ciudades sobre todo latinoamericanas es muy hermoso que tienen mucho canto en la calle, la música está más viva al aire libre y eso se disfruta mucho. Por ejemplo, me acuerdo en La Paz Bolivia los minibuses que van desde un punto de la ciudad a la otra tienen como un personaje cantor en la puerta que va gritando de una manera muy musical el recorrido hacia donde va. Me gusta mucho la musicalidad de la vida diaria.
-La exploración y la expansión interior son temas muy presentes en tu música. Además de la experimentación con las raíces, hongos y cactus de la naturaleza, ¿te parece que puede llegar a aprehenderse el camino que ellas abren y trasformarlo en una forma de vida cotidiana?
-Es un camino de autoaprendizaje que te brindan las plantas maestras en general, los cactus, la ayahuasca en la selva y cientos de otras plantas alucinógenas y psicoactivas. Yo tuve la curiosidad y la necesidad de transitar eso, me ayudó mucho a crecer, a ver, a limpiar cosas que ya no necesitaba tanto espirituales como físicas. Así que fue una muestra gratis me gusta llamarlo, considero que las plantas se llaman maestras porque enseñan la potencialidad que tiene uno y después claro que lo esencial es qué trabajo se toma uno en la vida cotidiana para conocerse a uno mismo, para abrirse a la vida, para limpiar.
No considero que es un camino esencial para todas las personas, de hecho no son experiencias que yo se las recomendaría a todo el mundo, estamos hablando de intoxicaciones muy fuertes que tienen un costo: uno toma y la planta también, es un intercambio quiero decir y en ese intercambio uno también deja cosas, deja mucha energía de uno. Por suerte conocí lo que se llama Percepción Unitaria que es la base y fundamento de la Psicología Holokinética que es lo que estoy estudiando ahora y es una bendición porque estamos hablando de una función cerebral que se puede volver a activar y se trata ni más ni menos de un modo de vivir la vida en un nuevo ámbito mental donde el conflicto queda suspendido. Prefiero no ahondar más pero al que le interese puede investigarlo, eso sí lo recomiendo a cualquier persona.
-No solo tu música refleja la búsqueda espiritual y el universo de sentidos del que venimos conversando, sino también las visuales en vivo, los videos musicales y el arte de tus discos a cargo de la artista Paula Duró. ¿Cómo fue trabajar con ella?¿Cómo surgió esta conexión y esta correspondencia entre las creaciones de ambos?
-Fue muy mágico ese encuentro porque no hubo nada premeditado. El día que yo conozco la obra de Paula quedo atravesado por la belleza de esas imágenes y había un espíritu afín ahí. De alguna manera la misma búsqueda estaba definida en colores y personajes, entonces hubo un buen equipo que funciono varios años, varios discos y se potencio mucho. Hay una búsqueda esencial que es muy afín entre su obra y la mía.
-Mucho se ha hablado sobre la inclusión de tu canción Quimey Neuquén en uno de los episodios de la serie Breaking Bad, ¿alguna vez imaginaste que esta canción podría acompañar tan bien la escena de un narco escondiendo sus millones en el desierto?
-No me imaginaba para nada que esa canción iba a terminar en esa serie. En esencia es super violenta y mucho no tiene que ver con la canción, pero bien, después al verla me di cuenta de que acompaña muy bien y tiene mucho valor que este ahí, que enamore a millones de personas más. Fue un regalo super lindo que me dio la música.
-Esta noche vas a estar junto a Quantic en Club Paraguay, contanos cómo será la presentación de hoy, en qué estás trabajando y qué anda nutriendo tus oídos por estos días.
-Bueno el último disco es ya del 2014, las presentaciones tienen un poco de ese disco y bastantes canciones nuevas. Estoy trabajando en un nuevo disco que saldría en octubre de este año que sigue un poco el camino de búsqueda y de investigación por las distintas músicas de culturas de raíz latinoamericana, de raíz aborigen. Hay un poco de todo, bastante influencia de los Andes como en el anterior, la selva presente, la música electrónica.
No estoy escuchando muchas cosas nuevas, es un momento que estoy con más necesidad de silencio que de música. Pero cuando pongo algo son los discos nuevos que van sacando los amigos como Lagartijeando, Barrio lindo que sacaron discos nuevos, el disco de mi amigo Andrés Odone que está pronto a salir y es una belleza total, el de Kalima que también está pronto a salir… cosas muy lindas que están pasando entre los compositores contemporáneos.
► Club de Baile Villa Diamante: Quantic y Chancha Vía Circuito. Viernes 5 de mayo en Club Paraguay (Agustín Pérez 99) a partir de la medianoche.
Por Julieta Pollo para La Tinta