“Tomar agua en Córdoba es un acto de fe”

“Tomar agua en Córdoba es un acto de fe”
3 abril, 2017 por Redacción La tinta

Casi de manera simultánea, coincidieron diferentes crisis en las dos fuentes de agua de Córdoba: la cuenca del San Roque y la cuenca Los Molinos. En el último caso, la peligrosidad latente fue mayor y puso en vilo al menos al 30% de la población de la ciudad. El biológo Raúl Montenegro explica por qué sucedió lo que sucedió.

Por Gimena Fernández para Matices

El martes a la noche, los mensajes por whatsapp y por redes sociales se empezaron a multiplicar. Sin un remitente claro, se hablaba de un derrumbe en la planta Taym que había contaminado el agua. Probablemente, miles de cordobeses no habían escuchado hablar de esa planta y la psicosis generada comenzó a circular por la zona sur de la ciudad, fortalecida por la falta de respuesta oficial rápida y oportuna.

Hoy para el gobierno la crisis ya pasó y se restableció el servicio. Pero para la mayoría de los ciudadanos el panorama no está claro.

La Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) presentó una denuncia penal por el derramamiento y amplió la ya existente contra CORMECOR por la instalación en el predio. Su fundador, Raúl Montenegro, prestigioso biológo y ambientalista, explica cómo se llegó a esta situación.

– ¿Qué fue lo que sucedió con el derrumbe del terraplén de contención de la planta Taym y cómo se conecta con el basural de Villa Santa Ana?

– Primero es necesario explicar cómo es el funcionamiento de la planta Taym. Nosotros hablamos de impericia tanto del Estado como de la empresa. El sitio donde se encuentra Taym es un terreno con escorrentías. Allí es donde CORMECOR también quiere instalar la planta. Por la ubicación, por el agua y la velocidad, Taym debería haber tenido un sistema antisísmico (desconozco si lo tiene) y uno resistente a volúmenes de agua, volúmenes de agua incluso mucho mayores que éste. Esta no fue una lluvia de las más intensas.

Pero muchos cordobeses, hasta el martes, no habían escuchado nunca hablar de Taym, una empresa del Grupo Roggio (como también lo es Aguas Cordobesas) cuya actividad principal es funcionar como depósito de residuos industriales. “Taym funciona como un “aguantadero” con perdón de otra palabra más adecuada porque no es una planta de tratamiento sino un depósito, es decir, se mantienen ahí los residuos mientras se paga un canon.

Sólo cinco provincias en todo el país permiten el ingreso de residuos industriales; si querés llevar residuos industriales a Buenos Aires, por ejemplo no podés. Córdoba lo permite, y por su ubicación en el centro del país, aquí se concentra gran parte de la basura industrial del resto. Por ejemplo, podemos encontrar residuos petrolíferos del sur. Tiene una capacidad de 7500 toneladas al año de diferentes tipos de residuos. De las 40 variedades listadas por ley, Taym tiene autorización de depositar 30 que son tan variadas como productos farmacéuticos, deshechos de producción y utilización de plaguicidas, mezclas y emulsiones de aceites e hidrocarburos, tintas colorantes pinturas y barnices.

Se producen mezclas complejas de composición muy variadas totalmente impredecible. Además estamos hablando de una empresa con un propio historial de irregularidades, multas y presentaciones judiciales. No estamos hablando de una empresa modelo que además, está ubicada en una zona que por las características propias de escorrentías fuertes y violentas debía tener un sistema de protección de residuos en fosa.”

– El segundo punto importante que nos convoca a la charla entonces, es qué pasó.

– Nosotros decimos que hubo impericia del Estado y de la empresa. Del estado porque tiene que asegurarse que se establezcan las condiciones de seguridad para proteger a la gente y de la empresa porque se llenó una fosa que evidentemente no estaba protegida. Con sólo ver las imágenes bajo ningún punto de vista se puede considerar que estaba salvaguardado. Al no tener un sistema de protección, los residuos viajaron fuera del predio por la Ruta Nacional 36 e ingresaron al canal Los Molinos Córdoba.

La Secretaría de Ambiente es la autoridad de aplicación, debe asegurarse de que se establezcan las condiciones de seguridad para proteger a la gente y no a los intereses económicos. “Ayer estuve en Taym y caminé sobre los barrios contaminados del predio. Lo que pude medir de radiación dio negativo, pero pisé los suelos, recorrí y llegué a la puerta. Después de lo que había pasado, estaba todo abierto, no había ningún sistema de perimetración, no había policías, es decir, no había un protocolo en marcha.” Según el análisis de Montenegro, no se había previsto un plan de contingencia.

– Muchos ciudadanos hoy tienen dudas acerca del uso del agua ¿qué recomendación podría hacer?

– La UTN Y el ERSEP tomaron muestras, midieron pero midieron las sustancias que son estándares, pero eso no nos dice mucho. Para medir la contaminación del agua tenés que buscar algo en particular, no es que ponés una muestra en una maquinita y te dice qué hay, tenés que buscar algo específico. Mi preocupación no es que haya cromo o plomo, porque eso se detecta fácilmente. Mi preocupación son las mezclas complejas que se generan por lo que te decía anteriormente. Javier Britch, el Secretario de Ambiente, minimizó el hecho diciendo que había hidrocarburos, diciendo que era para llevar tranquilidad pero en un acto de desconocimiento o en un desliz reconoció la gravedad al admitir que había estos residuos ¿Qué hidrocarburos? ¿Cuáles? ¿Cuál es su peligrosidad? Hoy tomar el agua es un acto de fe.

Pero esta no es la primera información que se tiene del “problema de la basura” en Córdoba. Bajo la consigna “mi pueblo no es un basural” los vecinos de Santa Ana y Santa María vienen llevando acciones para evita la instalación de plantas de residuos.

“Hay una decisión política de generar una zona de sacrificio en la zona sur de la provincia. Y te puedo listar los motivos. En el mismo espacio estaba el vertedero de Bouwer con 12 millones de toneladas de basura, estaba el incinerador de residuos peligrosos que no se ha neutralizado, la fosa de residuos de Renault, Piedra Blanca donde se entierran 4 millones de toneladas de basura y está el proyecto de CORMECOR para 30 millones de toneladas de basura. Hubo una decisión política de que fuera así.”

Según el análisis de Montenegro, no se había previsto un plan de contingencia y no hubo la vigilancia adecuada. “Pero además, y esto es importante decirlo, no se analizó el costo psicológico ni económico para la gente. Hubo una psicosis totalmente fundada y muchos salieron a provisionarse de bidones. La gente que lo pudo pagar, pudo también manejar la carga psicológica pero hubo muchos otros que no tuvieron para salir a comprar, personas con hijos que no sabían qué le estaban dando de tomar debido también a la pésima información del Estado. Es decir, no hubo una crisis ambiental, psicológica y económica.

– Además veníamos de un problema con el San Roque, de golpe, los cordobeses no podíamos tomar agua.

– Sí, usted lo ha dicho muy bien. Coincidieron crisis en las dos fuentes de agua ya que la ciudad se provisiona de dos cuencas hídricas totalmente desmanejadas. Córdoba es una de las provincias con peor administración de ambiente.

*Por Gimena Fernández para Matices

Palabras claves: Agua potable, Aguas Cordobesas, contaminación, Taym

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