Huertas familiares en patios

Huertas familiares en patios
11 abril, 2017 por Redacción La tinta

Con el objetivo de compartir conocimientos sobre cultivos y fomentar el consumo saludable de alimentos, jóvenes convocan a sumarse a la creación de estos espacios verdes, ya sea con lugar para desarrollarlos o con ganas de emprenderlos.

Por Emiliano Eandi para El Diario del centro del país

De los alimentos que nos llegan a la mesa a diario, muy pocos escapan a una lógica de producción y consumo con tiempos acelerados, incorporando procesos químicos no ecológicos que lejos están, de lo que necesita el cuerpo humano.


En este marco, un grupo de personas de la ciudad decidió juntarse para crear huertas familiares en patios de distintas viviendas con el objetivo de compartir conocimientos sobre los cultivos, concientizar sobre la buena alimentación y aprovechar los espacios verdes privados para sacar provecho de la tierra y generar encuentros entre quienes se muestren interesados. Ya prepararon el terreno para la primera huerta familiar en una vivienda de calle San Luis al 1900.


“Son cosas que deberían ser elementales, que en algún momento nuestros antepasados lo manejaron y ahora parece ser algo extraño y de interés para un diario; pero antes hubiese sido impensada una noticia de una huerta en una casa”, comentó Pablo Chudnobsky, uno de los iniciadores de la propuesta.

Junto a Natalí Catinari, Aldana Costa y Aylén Brusa, se concentra en la huerta que se proyecta en el patio de Jonathan Castro, quien participa activamente de las tareas de armado y fue el primero en sumarse con su hogar.

“En nuestra casa vivíamos con mi abuela, que siempre tuvo huerta, pero nunca me puse a prestarle atención ni a sembrar, solamente veía cómo lo hacían, así que esta es la primera vez”, dice el dueño de casa mientras intenta terminar lo que va a ser la puerta de entrada al lugar de siembra.

Tienen la idea de formar principalmente un grupo de personas, al que permanentemente se puede sumar gente, con el objetivo de ir de a una huerta por vez, en jornadas de trabajo tipo “mingas” donde cada una aporte sus conocimientos sobre cultivos.

Un viaje de ida

Apenas llegado de un viaje de Latinoamérica, Pablo decidió encarar el proyecto con sus allegados, luego de haber vivido distintas experiencias en comunidades de la Patria Grande.

“En el viaje estuvimos en comunidades donde la idea era producir los alimentos y tener una vida saludable. Entonces volvimos entusiasmados con eso y se me ocurrió hacer huertas comunitarias”, señaló.


“Cuando digo huertas comunitarias no estoy centrado en los resultados cuando cosechemos, sino en todo lo que se puede aprender en sí. Es indispensable en este momento aprender cosas de este tipo, porque siento que la sociedad nos tiene muy vacunados, nada nos entusiasma, nada nos asusta, porque estamos acostumbrados a explotar las cosas y a gozar la vida, pero no a crear nada”, analizó el joven.


En tanto, Natalí resaltó que en la actualidad “hay muchas propuestas interesantes, pero falta educación”, en relación a las opciones que cualquier ciudadano tiene para montar un espacio autosustentable en su hogar.

“Uno no está trayendo algo demasiado nuevo ni una percepción tan distinta de lo que se está presintiendo. Uno solamente está reaccionando a una motivación del ambiente en este momento, porque la situación está pidiendo una alternativa al trabajo de ocho horas”, reflexionó Pablo.

Aseguran que no piensan a largo plazo realizar ferias, sino apuntar más a lo familiar: “lo que me imagino es un grupo de amigos que se juntan a hacer huerta, después comen todos juntos o se llevan las verduras a la casa”. Y sentenciaron: “es una semilla para un cambio de conciencia”.

*Por Emiliano Eandi para El Diario del centro del país

Palabras claves: agroecología, huertas

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